BUENOS AIRES.— Rumores de cierre de bancos, un paquete de medidas de ajuste que se cocina a fuego lento en el seno del gobierno y una renuncia llamativa poblaron ayer una caldeada jornada política en Venezuela en la que el presidente Hugo Chávez anunció, sorpresivamente, la salida del ministro de Planificación, Haiman El Troudi, quien será sustituido por Jorge Gioardani, el anterior ocupante de esa cartera.
“En dos semanas más el gobierno dará a conocer las políticas (económicas) a implementar”, había declarado El Troudi a la prensa. En la tarde, durante un acto para recordar a las víctimas del “caracazo” (el levantamiento popular que en 1989, marcó el principio del fin del gobierno de Carlos Andrés Pérez), Chávez anunció el nombre de Giordani. “Estoy conforme con el trabajo de todo el Poder Ejecutivo pero no con las cosas que hemos hecho, por eso lo designo nuevamente”, dijo Chávez, sin precisar mayores razones.
El anuncio se produce en medio de versiones sobre la debilidad de algunos bancos, que forzaron al superintendente de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Sudeban), Edgar Hernández Behrens, a emitir un desmentido y hacer un llamado a la población “para que mantenga la tranquilidad” y la confianza “en la banca venezolana”.
Incluso el ministro de Economía, Alí Rodríguez Araque, ratificó que las medidas serán anunciadas próximamente. El Ministerio denunció, en todo caso, la existencia de una campaña para “generar pánico”, y dijo que está buscando a los responsables.
Fuentes de esa cartera consultadas por EL UNIVERSAL aseguran que en las carpetas del ministro figura la posibilidad de un devaluación de “cerca de 25% y un recorte del gasto público para equilibrar la balanza de pagos externa”, como uno de los escenarios más factibles a dibujar en los próximos días.
El último informe de coyuntura del banco central terminó por admitir lo que muchos analistas privados venían sosteniendo hace meses. El sector privado registró un descenso en su actividad de 0.6% desde el cuarto trimestre de 2008 y el PIB terminó creciendo el año pasado un 3.2%, el índice más bajo desde 2002, por lo que la desaceleración de la economía equivale al 8.5 con respecto al mismo lapso de 2007.
Con un presupuesto que contempló el precio del barril de crudo a 60 dólares, cuando ayer cerró a 36 dólares la unidad, las exportaciones petroleras venezolanas cayeron ya 47.1 y las no petroleras 30.4. En tanto, las importaciones aumentaron 4.3%, con lo cual, la balanza de pagos experimenta ya un sensible rojo, ya que las compras al extranjero registraron 14 mil 328 millones de dólares y las ventas 10 mil 604 millones. Para evitar perder reservas internacionales, “el gobierno debe realizar con urgencia un ajuste en el gasto público y ordenar el mercado de cambios”, con una cotización oficial y otra paralela, aseguran las fuentes.
Mientras los rumores y las medidas avanzan, y Chávez vuelve sobre sus pasos con el regreso de Giordani y admite que “la caída de los precios del petróleo será difícil para Venezuela”, los analistas se preguntan sobre el futuro inmediato de un gobierno obligado a recortar el gasto y la ayuda social, sustento principal de la gobernabilidad en el país.
“En dos semanas más el gobierno dará a conocer las políticas (económicas) a implementar”, había declarado El Troudi a la prensa. En la tarde, durante un acto para recordar a las víctimas del “caracazo” (el levantamiento popular que en 1989, marcó el principio del fin del gobierno de Carlos Andrés Pérez), Chávez anunció el nombre de Giordani. “Estoy conforme con el trabajo de todo el Poder Ejecutivo pero no con las cosas que hemos hecho, por eso lo designo nuevamente”, dijo Chávez, sin precisar mayores razones.
El anuncio se produce en medio de versiones sobre la debilidad de algunos bancos, que forzaron al superintendente de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Sudeban), Edgar Hernández Behrens, a emitir un desmentido y hacer un llamado a la población “para que mantenga la tranquilidad” y la confianza “en la banca venezolana”.
Incluso el ministro de Economía, Alí Rodríguez Araque, ratificó que las medidas serán anunciadas próximamente. El Ministerio denunció, en todo caso, la existencia de una campaña para “generar pánico”, y dijo que está buscando a los responsables.
Fuentes de esa cartera consultadas por EL UNIVERSAL aseguran que en las carpetas del ministro figura la posibilidad de un devaluación de “cerca de 25% y un recorte del gasto público para equilibrar la balanza de pagos externa”, como uno de los escenarios más factibles a dibujar en los próximos días.
El último informe de coyuntura del banco central terminó por admitir lo que muchos analistas privados venían sosteniendo hace meses. El sector privado registró un descenso en su actividad de 0.6% desde el cuarto trimestre de 2008 y el PIB terminó creciendo el año pasado un 3.2%, el índice más bajo desde 2002, por lo que la desaceleración de la economía equivale al 8.5 con respecto al mismo lapso de 2007.
Con un presupuesto que contempló el precio del barril de crudo a 60 dólares, cuando ayer cerró a 36 dólares la unidad, las exportaciones petroleras venezolanas cayeron ya 47.1 y las no petroleras 30.4. En tanto, las importaciones aumentaron 4.3%, con lo cual, la balanza de pagos experimenta ya un sensible rojo, ya que las compras al extranjero registraron 14 mil 328 millones de dólares y las ventas 10 mil 604 millones. Para evitar perder reservas internacionales, “el gobierno debe realizar con urgencia un ajuste en el gasto público y ordenar el mercado de cambios”, con una cotización oficial y otra paralela, aseguran las fuentes.
Mientras los rumores y las medidas avanzan, y Chávez vuelve sobre sus pasos con el regreso de Giordani y admite que “la caída de los precios del petróleo será difícil para Venezuela”, los analistas se preguntan sobre el futuro inmediato de un gobierno obligado a recortar el gasto y la ayuda social, sustento principal de la gobernabilidad en el país.
José Vales corresponsal, El Universal, 28 de febrero.
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