Caracas, 27 de febrero. El presidente venezolano, Hugo Chávez, rindió hoy homenaje a las víctimas de los disturbios ocurridos hace 20 años en esta capital, conocidos como caracazo, al participar en una misa en que exaltó la memoria de los caídos en lo que definió como una “rebelión popular” y que reivindicó como el “embrión” de la revolución bolivariana.
El mandatario, quien previamente en entrevista por televisión dijo haber recibido una carta de Fidel Castro refiriéndose al vigésimo aniversario de la revuelta social venezolana, aprovechó para informar que el líder cubano se encuentra “muy bien” de salud.
Citó que la semana pasada se reunió con él durante horas y revisaron una serie de asuntos internacionales, entre ellos la crisis financiera global, América Latina, el nuevo gobierno de Barack Obama y el fortalecimiento de las relaciones entre Venezuela y Cuba.
Añadió que Castro, “de quien mucha gente ha estado diciendo que ya estaba en su fase final, nos sorprendió a todos, ¿y saben qué hizo? Se fue a caminar. Fidel salió y lo veían, pero es Fidel, caminando por La Habana. Un milagro, la gente lloraba”, afirmó.
En la ceremonia para recordar los sucesos del 27 de febrero de 1989, oficiada al aire libre en Caracas por el sacerdote Adolfo Rojas, Chávez destacó que lo ocurrido “no fue un acto de pillaje, no fue un acto de saqueos, irracional, no fue un cobro histórico ni acto de venganza”, sino “una rebelión nacida de las profundidades de la conciencia histórica del pueblo, de justa rebelión de los pobres”.
En aquella fecha se desató una serie de saqueos en las afueras de Caracas, cuando estalló la furia colectiva ante un aumento en los precios de la gasolina. Los disturbios se propagaron hacia Caracas, lo que obligó al gobierno de Carlos Andrés Pérez a usar la fuerza militar para contenerlos, que oficialmente dejó unos 300 muertos.
El presidente Chávez dijo que su gobierno retomará el proceso de indemnización a los familiares de las víctimas de la explosión social y que giró instrucciones necesarias para que se cumpla, pues hasta ahora sólo han sido indemnizadas 45 personas después de un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Afirmó que el ex presidente Pérez “es el primero que debería estar preso” por la represión que llevó a cabo, pero que ante la orden de captura que se libró hace tres años no ha podido ser extraditado por estar “protegido por el imperio” de Estados Unidos.
Chávez, quien anunció que hará cambios en su gabinete, dijo ser indiferente a una próxima reunión con Obama luego del informe del Departamento de Estado sobre derechos humanos, en que se critica a Venezuela, y reiteró su reclamo de que extradite al anticastrista Luis Posada Carriles.
El mandatario adelantó el regreso a la cartera de Planificación y Desarrollo de Jorge Giordani, en remplazo de Haiman El Troudi.
El mandatario, quien previamente en entrevista por televisión dijo haber recibido una carta de Fidel Castro refiriéndose al vigésimo aniversario de la revuelta social venezolana, aprovechó para informar que el líder cubano se encuentra “muy bien” de salud.
Citó que la semana pasada se reunió con él durante horas y revisaron una serie de asuntos internacionales, entre ellos la crisis financiera global, América Latina, el nuevo gobierno de Barack Obama y el fortalecimiento de las relaciones entre Venezuela y Cuba.
Añadió que Castro, “de quien mucha gente ha estado diciendo que ya estaba en su fase final, nos sorprendió a todos, ¿y saben qué hizo? Se fue a caminar. Fidel salió y lo veían, pero es Fidel, caminando por La Habana. Un milagro, la gente lloraba”, afirmó.
En la ceremonia para recordar los sucesos del 27 de febrero de 1989, oficiada al aire libre en Caracas por el sacerdote Adolfo Rojas, Chávez destacó que lo ocurrido “no fue un acto de pillaje, no fue un acto de saqueos, irracional, no fue un cobro histórico ni acto de venganza”, sino “una rebelión nacida de las profundidades de la conciencia histórica del pueblo, de justa rebelión de los pobres”.
En aquella fecha se desató una serie de saqueos en las afueras de Caracas, cuando estalló la furia colectiva ante un aumento en los precios de la gasolina. Los disturbios se propagaron hacia Caracas, lo que obligó al gobierno de Carlos Andrés Pérez a usar la fuerza militar para contenerlos, que oficialmente dejó unos 300 muertos.
El presidente Chávez dijo que su gobierno retomará el proceso de indemnización a los familiares de las víctimas de la explosión social y que giró instrucciones necesarias para que se cumpla, pues hasta ahora sólo han sido indemnizadas 45 personas después de un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Afirmó que el ex presidente Pérez “es el primero que debería estar preso” por la represión que llevó a cabo, pero que ante la orden de captura que se libró hace tres años no ha podido ser extraditado por estar “protegido por el imperio” de Estados Unidos.
Chávez, quien anunció que hará cambios en su gabinete, dijo ser indiferente a una próxima reunión con Obama luego del informe del Departamento de Estado sobre derechos humanos, en que se critica a Venezuela, y reiteró su reclamo de que extradite al anticastrista Luis Posada Carriles.
El mandatario adelantó el regreso a la cartera de Planificación y Desarrollo de Jorge Giordani, en remplazo de Haiman El Troudi.
AFP, DPA y Notimex, La Jornad, 28 de febrero.
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