Por “sensibilidad” ante la crisis económica que vive el país, según esgrimieron, los consejeros del IFE, encabezados por el presidente ese órgano, Leonardo Valdés Zurita, dieron marcha atrás al incremento salarial del 46% que se habían otorgado, pero que con todo y prestaciones aumentaba sus percepciones de 175 mil a 333 mil pesos mensuales.
Sin embargo, la medida sólo aplica para el ejercicio fiscal de este año y se dejó abierta la posibilidad de que en el 2010 retomen el intento de aumentarse el sueldo para homologarlo con el de los ministros de la Corte.
“Eso quiere decir que (el aumento salarial) no se aplicará durante el ejercicio del 2009, pero en el ejercicio próximo se verá cuando la Junta (General Ejecutiva) decida qué determina respecto de este punto, pero eso (la dimisión) sólo tiene una validez respecto del año vigente y en éste no se aplicará”, explicó el consejero Alfredo Figueroa.
Por ahora, el sueldo de los consejeros en promedio quedó en 175 mil pesos, en número redondos, para lo que resta de este año.
En un escueto comunicado que leyó Valdés Zurita y donde no se permitieron preguntas a la prensa, los consejeros defendieron la validez legal del incremento en su salario con base en la Constitución, pero dejaron en claro que su renuncia a ese incremento fue por que no podían ser “insensibles” a los estragos de la crisis, que afecta “a los propios trabajadores del instituto”.
Así, negaron que la decisión de dar marcha atrás al aumento salarial haya sido por presiones o derivada de la misiva que les envió la Cámara de Diputados para que no aceptaran el incremento a sus percepciones.
“Evidentemente, el IFE, bajo ninguna consideración, va a permitir que por alguna decisión que pudiera tomarse en instancias ajenas a la institución de hacer alguna recomendación se pueda poner en peligro su autonomía.
“Los diputados tienen su derecho de expresar sus puntos de vista, (pero) el instituto toma las decisiones en el marco de sus atribuciones”, sostuvo el consejero electoral Marco Antonio Baños, minutos después de oficializarse este anuncio, secundado por el consejero Alfredo Figueroa.
Sin embargo, la medida sólo aplica para el ejercicio fiscal de este año y se dejó abierta la posibilidad de que en el 2010 retomen el intento de aumentarse el sueldo para homologarlo con el de los ministros de la Corte.
“Eso quiere decir que (el aumento salarial) no se aplicará durante el ejercicio del 2009, pero en el ejercicio próximo se verá cuando la Junta (General Ejecutiva) decida qué determina respecto de este punto, pero eso (la dimisión) sólo tiene una validez respecto del año vigente y en éste no se aplicará”, explicó el consejero Alfredo Figueroa.
Por ahora, el sueldo de los consejeros en promedio quedó en 175 mil pesos, en número redondos, para lo que resta de este año.
En un escueto comunicado que leyó Valdés Zurita y donde no se permitieron preguntas a la prensa, los consejeros defendieron la validez legal del incremento en su salario con base en la Constitución, pero dejaron en claro que su renuncia a ese incremento fue por que no podían ser “insensibles” a los estragos de la crisis, que afecta “a los propios trabajadores del instituto”.
Así, negaron que la decisión de dar marcha atrás al aumento salarial haya sido por presiones o derivada de la misiva que les envió la Cámara de Diputados para que no aceptaran el incremento a sus percepciones.
“Evidentemente, el IFE, bajo ninguna consideración, va a permitir que por alguna decisión que pudiera tomarse en instancias ajenas a la institución de hacer alguna recomendación se pueda poner en peligro su autonomía.
“Los diputados tienen su derecho de expresar sus puntos de vista, (pero) el instituto toma las decisiones en el marco de sus atribuciones”, sostuvo el consejero electoral Marco Antonio Baños, minutos después de oficializarse este anuncio, secundado por el consejero Alfredo Figueroa.
Alejandro Páez, Crónica, 27 de febrero.
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