Diputados capitalinos que aspiran a una diputación federal y Silvia Olivia, que busca gobernar la delegación Iztapalapa por parte de la corriente de Nueva Izquierda, exigieron al jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, “sacar las manos” del proceso interno del PRD, dejar de intimidarlos y de buscar coptar a sus dirigentes.
Víctor Hugo Círigo, líder de la Asamblea Legislativa, responsabilizó a Ebrard Casaubón, a José Antonio Ávila, secretario de Gobierno, y Miguel Ángel Mancera, titular de la PGJDF, y con quien se reunió horas antes, de lo que les pase pues han recibido, aseguró, una serie de intimidaciones, robos y hasta secuestros en contra de sus precandidatos o de sus familiares.
Por su parte, Silvia Olivo pidió no “judicializar el proceso electoral” y no usar las instancias de gobierno para perseguir a quienes no sean candidatos del ala “oficial” del PRD, a la cual pertenece Ebrard.
“Es lamentable regresar a tiempos que pensábamos superados como el salinismo”, agregó Círigo, también aspirante a una diputación federal.
El perredista aseguró que José Ángel Ávila opera desde oficinas en lacolonia Condesa, que son propiedad del jefe de Gobierno “para hacer una planilla contra Nueva Izquierda y eso refleja lo desproporcionado de la contienda”.
Los dados, remarcó, está cargados a la corriente Izquierda Unida en Iztapalapa.
Acusaciones
Entre los hechos que denunciaron ante el procurador Miguel Ángel Mancera se encuentran el robo de tres computadoras en el módulo del diputado José Luis Morúa Jaso; el secuestro exprés del hermano de la diputada Elba Garfias, a quien sólo trajeron dando vueltas por la colonia Santa María Aztahuacán, sin robarle su vehículo ni sus pertenencias personales.
El aspirante perredista también mencionó el caso de un automóvil incendiado afuera del módulo del senador René Arce, en la colonia San Miguel Teotongo, y que pertenecía a uno de sus colaboradores. Éste recibió amenazas, acusó.
Víctor Hugo Círigo, líder de la Asamblea Legislativa, responsabilizó a Ebrard Casaubón, a José Antonio Ávila, secretario de Gobierno, y Miguel Ángel Mancera, titular de la PGJDF, y con quien se reunió horas antes, de lo que les pase pues han recibido, aseguró, una serie de intimidaciones, robos y hasta secuestros en contra de sus precandidatos o de sus familiares.
Por su parte, Silvia Olivo pidió no “judicializar el proceso electoral” y no usar las instancias de gobierno para perseguir a quienes no sean candidatos del ala “oficial” del PRD, a la cual pertenece Ebrard.
“Es lamentable regresar a tiempos que pensábamos superados como el salinismo”, agregó Círigo, también aspirante a una diputación federal.
El perredista aseguró que José Ángel Ávila opera desde oficinas en lacolonia Condesa, que son propiedad del jefe de Gobierno “para hacer una planilla contra Nueva Izquierda y eso refleja lo desproporcionado de la contienda”.
Los dados, remarcó, está cargados a la corriente Izquierda Unida en Iztapalapa.
Acusaciones
Entre los hechos que denunciaron ante el procurador Miguel Ángel Mancera se encuentran el robo de tres computadoras en el módulo del diputado José Luis Morúa Jaso; el secuestro exprés del hermano de la diputada Elba Garfias, a quien sólo trajeron dando vueltas por la colonia Santa María Aztahuacán, sin robarle su vehículo ni sus pertenencias personales.
El aspirante perredista también mencionó el caso de un automóvil incendiado afuera del módulo del senador René Arce, en la colonia San Miguel Teotongo, y que pertenecía a uno de sus colaboradores. Éste recibió amenazas, acusó.
Elia Grajeda y Claudio Bolaños, El Universal, 27 de febrero.
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