“Es sospechoso el silencio de gobernadores ante ola violenta”

El coordinador del Partido del Trabajo en el Senado, Ricardo Monreal, calificó de “sospechoso” el silencio de algunos gobernadores frente a la ola de violencia en la que se han incrementado los “levantones”, las extorsiones, los delitos y las amenazas en varios estados del país.

“No quieren intervenir en este grave problema de inseguridad provocado por el crimen organizado y se mantienen sospechosamente callados o minimizando la situación imperante”, dijo el legislador en conferencia de prensa.

Insistió en que los estados y los municipios son asolados por el crimen organizado y no hay quien pretenda ni quien quiera enfrentarlo en las entidades federativas.

Desde su perspectiva, “el Ejército es la única institución que puede frenarlo; estamos de acuerdo en que siga presente, porque tanto las procuradurías estatales como la General de la República están totalmente permeadas, filtradas por elementos o por dinero proveniente de esta actividad ilícita”.

No obstante, Ricardo Monreal dijo que se requiere una reorientación de la estrategia contra el crimen organizado y, si bien admitió que el Ejército debe estar en las calles, llegará el momento en que tendrá que regresar a los cuarteles.

Mencionó que antes había estados tradicionalmente pacíficos que hoy están sufriendo los embates de la inseguridad y del crimen organizado. “Tal es el caso de mi estado, Zacatecas, donde en los últimos cuatro años ha crecido de manera alarmante la inseguridad, y el Gobierno del Estado no atina a enfrentar con rigor al crimen organizado”.

REgresión del IFE. En torno a la resolución del IFE adoptada el pasado martes, indicó que se está de luto porque la democracia en nuestro país tiene una regresión profunda por el retraso de ese órgano electoral.

“Los consejeros del IFE no fueron capaces de resistir la presión y desde ahora resultan poco confiables para poder llevar a cabo la organización de una elección tan importante como la del 2009. Es preocupante y triste ver un IFE reducido a ser un órgano dependiente del poder público y manipulado por personajes políticos a quienes les deben aparentemente su puesto”, dijo.

Cecilia Téllez Cortés, Crónica, 17 de febrero.