BOGOTÁ.- Las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) quedaron ayer a la espera de un gesto del Gobierno del Presidente Álvaro Uribe para avanzar en un canje de lo que ahora llaman prisioneros de guerra.
La semana pasada, las FARC liberaron a los dos últimos políticos en su poder, a tres policías y un soldado, con miras a lograr el canje de 22 uniformados aún cautivos por unos 500 guerrilleros presos.
Los seis rehenes fueron entregados a una misión humanitaria encabezada por la senadora de Oposición Piedad Córdoba, quien a su vez lidera el grupo de notables Colombianos por la Paz.
"Al liberar unilateralmente a seis prisioneros en nuestro poder, hemos honrado nuestra palabra y el compromiso asumido ante Colombianos por la Paz.
"Aspiramos que este nuevo gesto contribuya a desbrozar el camino hacia el acuerdo de canje obstruido por el Gobierno", planteó la guerrilla en un comunicado.
"Colombia desea celebrar mediante acuerdo bilateral la liberación de los prisioneros de guerra recluidos tanto en las cárceles del régimen como en las montañas", adujo.
La cúpula de las FARC, que firma el comunicado, agradeció al Gobierno de Brasil y su Presidente, Luiz Inácio Lula Da Silva, el apoyo logístico brindado a la misión humanitaria, que consideró fundamental para su feliz desenlace.
Hizo un reconocimiento al grupo de notables, a quienes alentó a persistir en la búsqueda de una salida política al acuerdo humanitario y al conflicto armado.
En una carta entregada previamente a la senadora Córdoba, el nuevo máximo jefe de las FARC, "Alfonso Cano", había hecho un llamado a persistir en la búsqueda de un canje.
En la escueta carta divulgada ayer, "Cano" insinuó que los jefes rebeldes "Simón Trinidad" y Sonia", extraditados a Estados Unidos, también deberán formar parte del canje.
Expertos han advertido que las entregas unilaterales de las FARC no fueron un gesto netamente humanitario, pues siguen en su poder rehenes de más de 11 años.
Llama Iglesia al diálogo
La Iglesia colombiana hizo ayer un llamado al diálogo entre el Gobierno y las FARC en busca de la liberación de todos los secuestrados e incluso para un proceso de paz.
"Todas las puertas para buscar un acuerdo y una salida rápida de estas personas que llevan tantos años privados de la libertad se debe buscar", dijo Rubén Salazar, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia.
"Estamos convencidos de que un conflicto como el que vivimos jamás se solucionará por la fuerza de las armas, sino que se necesita que iniciemos procesos de acercamiento, diálogos, acuerdos", abundó.
Salazar planteó reconocer a las FARC y al también rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN) como grupos beligerantes, que el Gobierno insiste en ver sólo como una amenaza terrorista.
"Necesitamos que cese ese desconocimiento completo de implicaciones jurídicas y hablemos de implicaciones de la realidad, de que existen las FARC, el ELN", dijo.
La semana pasada, las FARC liberaron a los dos últimos políticos en su poder, a tres policías y un soldado, con miras a lograr el canje de 22 uniformados aún cautivos por unos 500 guerrilleros presos.
Los seis rehenes fueron entregados a una misión humanitaria encabezada por la senadora de Oposición Piedad Córdoba, quien a su vez lidera el grupo de notables Colombianos por la Paz.
"Al liberar unilateralmente a seis prisioneros en nuestro poder, hemos honrado nuestra palabra y el compromiso asumido ante Colombianos por la Paz.
"Aspiramos que este nuevo gesto contribuya a desbrozar el camino hacia el acuerdo de canje obstruido por el Gobierno", planteó la guerrilla en un comunicado.
"Colombia desea celebrar mediante acuerdo bilateral la liberación de los prisioneros de guerra recluidos tanto en las cárceles del régimen como en las montañas", adujo.
La cúpula de las FARC, que firma el comunicado, agradeció al Gobierno de Brasil y su Presidente, Luiz Inácio Lula Da Silva, el apoyo logístico brindado a la misión humanitaria, que consideró fundamental para su feliz desenlace.
Hizo un reconocimiento al grupo de notables, a quienes alentó a persistir en la búsqueda de una salida política al acuerdo humanitario y al conflicto armado.
En una carta entregada previamente a la senadora Córdoba, el nuevo máximo jefe de las FARC, "Alfonso Cano", había hecho un llamado a persistir en la búsqueda de un canje.
En la escueta carta divulgada ayer, "Cano" insinuó que los jefes rebeldes "Simón Trinidad" y Sonia", extraditados a Estados Unidos, también deberán formar parte del canje.
Expertos han advertido que las entregas unilaterales de las FARC no fueron un gesto netamente humanitario, pues siguen en su poder rehenes de más de 11 años.
Llama Iglesia al diálogo
La Iglesia colombiana hizo ayer un llamado al diálogo entre el Gobierno y las FARC en busca de la liberación de todos los secuestrados e incluso para un proceso de paz.
"Todas las puertas para buscar un acuerdo y una salida rápida de estas personas que llevan tantos años privados de la libertad se debe buscar", dijo Rubén Salazar, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia.
"Estamos convencidos de que un conflicto como el que vivimos jamás se solucionará por la fuerza de las armas, sino que se necesita que iniciemos procesos de acercamiento, diálogos, acuerdos", abundó.
Salazar planteó reconocer a las FARC y al también rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN) como grupos beligerantes, que el Gobierno insiste en ver sólo como una amenaza terrorista.
"Necesitamos que cese ese desconocimiento completo de implicaciones jurídicas y hablemos de implicaciones de la realidad, de que existen las FARC, el ELN", dijo.
Octavio Pineda corresponsal, Reforma, 10 de febrero.
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