Quito, 16 de septiembre. Bolivia, Brasil y Venezuela condenaron que Colombia no les haya entregado aún información sobre el convenio que permitirá a Estados Unidos usar siete bases militares en territorio colombiano. Más aún, al defender nuevamente ese pacto, Bogotá no descartó su salida de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), si el mecanismo –que ayer celebró en Quito una cumbre de defensa, en la que no se logró acuerdo alguno– limita su agenda al acuerdo militar y no la abre a asuntos como la compra de armas y la lucha contra el terrorismo.
El presidente boliviano, Evo Morales, dijo hoy que su colega colombiano, Álvaro Uribe, no cumplió con la promesa de entregarle el convenio firmado con Washington para la utilización de bases militares y que tampoco lo remitió a la Unasur, en una muestra de “sometimiento”.
“Me dijo textualmente que me iba a entregar el acuerdo que tiene Colombia con Estados Unidos, y no me lo entrega hasta ahora. En Bariloche se comprometió a entregar la documentación a todos los países de Sudamérica”, afirmó Morales desde La Paz.
El ministro de Defensa brasileño, Nelson Jobim, insistió hoy en reclamar garantías formales a Colombia y Estados Unidos de que su acuerdo militar no significará la presencia de tropas estadunidenses en terceros estados. “Colombia ofreció garantías plenas, nosotros exigíamos garantías plenas y formales (jurídicas)”, señaló.
El canciller ecuatoriano, Fander Falconí, sostuvo que la falta de acuerdo se debió a la posición de Colombia de consultar “a un tercer país” sobre la apertura de detalles del polémico convenio.
El ministro de Defensa colombiano, Gabriel Silva, dijo que espera que los miembros de la Unasur acepten ampliar la agenda, tras describir el encuentro en Quito como “tenso y difícil”.
“Si este impasse se perpetúa, si no vemos una preocupación por el armamentismo, el tráfico de armas, el narcotráfico, si no hay sensibilidad por esos temas, estaríamos como invitados de piedra y ahí sí tocaría evaluar esa posibilidad (del retiro)”, afirmó.
Al defender nuevamente el acuerdo, Silva, dijo que su país podría retirarse de la Unasur si el grupo no abre su agenda a asuntos como la compra de armas o la lucha antiterrorista.
Colombia “volvió a quedar completamente aislada”, opinó el presidente venezolano Hugo Chávez, quien reiteró que el acuerdo militar entre Washington y Bogotá amenaza directamente a su país.
El presidente de Perú, Alan García, propuso poner un “freno al armamentismo de la región”, mediante “un pacto de no agresión militar”, en carta al organismo en que afirmó que “el secreto entre nosotros sólo beneficia a los grandes vendedores de armas y a sus comisionistas corruptos”.
De otro lado, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, y la secretaria de Estado estadunidense, Hillary Clinton, manifestaron su inquietud por lo que llamaron la carrera armamentista que se ha desatado en América Latina, que según el mandatario sudamericano es “una realidad”.
Clinton señaló que hay “preocupación” por las compras de armas que ha hecho Venezuela y que “sobrepasan” las cantidades de armamento que tienen otros países en América Latina.
El presidente boliviano, Evo Morales, dijo hoy que su colega colombiano, Álvaro Uribe, no cumplió con la promesa de entregarle el convenio firmado con Washington para la utilización de bases militares y que tampoco lo remitió a la Unasur, en una muestra de “sometimiento”.
“Me dijo textualmente que me iba a entregar el acuerdo que tiene Colombia con Estados Unidos, y no me lo entrega hasta ahora. En Bariloche se comprometió a entregar la documentación a todos los países de Sudamérica”, afirmó Morales desde La Paz.
El ministro de Defensa brasileño, Nelson Jobim, insistió hoy en reclamar garantías formales a Colombia y Estados Unidos de que su acuerdo militar no significará la presencia de tropas estadunidenses en terceros estados. “Colombia ofreció garantías plenas, nosotros exigíamos garantías plenas y formales (jurídicas)”, señaló.
El canciller ecuatoriano, Fander Falconí, sostuvo que la falta de acuerdo se debió a la posición de Colombia de consultar “a un tercer país” sobre la apertura de detalles del polémico convenio.
El ministro de Defensa colombiano, Gabriel Silva, dijo que espera que los miembros de la Unasur acepten ampliar la agenda, tras describir el encuentro en Quito como “tenso y difícil”.
“Si este impasse se perpetúa, si no vemos una preocupación por el armamentismo, el tráfico de armas, el narcotráfico, si no hay sensibilidad por esos temas, estaríamos como invitados de piedra y ahí sí tocaría evaluar esa posibilidad (del retiro)”, afirmó.
Al defender nuevamente el acuerdo, Silva, dijo que su país podría retirarse de la Unasur si el grupo no abre su agenda a asuntos como la compra de armas o la lucha antiterrorista.
Colombia “volvió a quedar completamente aislada”, opinó el presidente venezolano Hugo Chávez, quien reiteró que el acuerdo militar entre Washington y Bogotá amenaza directamente a su país.
El presidente de Perú, Alan García, propuso poner un “freno al armamentismo de la región”, mediante “un pacto de no agresión militar”, en carta al organismo en que afirmó que “el secreto entre nosotros sólo beneficia a los grandes vendedores de armas y a sus comisionistas corruptos”.
De otro lado, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, y la secretaria de Estado estadunidense, Hillary Clinton, manifestaron su inquietud por lo que llamaron la carrera armamentista que se ha desatado en América Latina, que según el mandatario sudamericano es “una realidad”.
Clinton señaló que hay “preocupación” por las compras de armas que ha hecho Venezuela y que “sobrepasan” las cantidades de armamento que tienen otros países en América Latina.
Reuters, DPA y AFP, La Jornada, 17 de septiembre.
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