Senadores de PRI y PRD mantienen su rechazo al paquete económico de Felipe Calderón, y afirman que el IVA disfrazado de 2 por ciento en alimentos y medicinas y al consumo de bienes y servicios no será aprobado: prácticamente “es una contribución que está muerta y enterrada”.
En tanto, la Iglesia católica cuestionó la insensibilidad política y social de los poderes Legislativo y Judicial, así como del Instituto Federal Electoral (IFE), para enfrentar “eficaz y oportunamente los retos que sugiere la crisis”.
El repudio a las propuestas en materia económica para 2010 de Calderón se amplió al sector campesino, pues se pretende recortar 22 mil 671.1 millones de pesos a los programas productivos, y el monto total es menor en términos reales al autorizado para este año, según estimó la Confederación Nacional Campesina (CNC).
En un comunicado, Cruz López Aguilar, dirigente de la CNC, adelantó que los legisladores campesinos pugnarán porque la Cámara de Diputados regrese la propuesta al Ejecutivo por el sesgo asistencial y electorero que, afirmó, se da al presupuesto rural, ya que se disminuyen los recursos de apoyo productivo y económico.
López Aguilar afirmó que se luchará por dar “un giro a esta política asistencial, para fortalecer la política productiva y económica generadora de empleos e ingresos en el sector rural, privilegiando las zonas rurales de mayor a menor marginación”.
En entrevista en la Cámara de Diputados, el coordinador de Nueva Alianza, Reyes Tamez, afirmó que los legisladores, no permitirán “ninguna merma en el presupuesto educativo, de salud, cultural, de innovación y ciencia y tecnología” para 2010.
El ex secretario de Educación Pública en el gobierno de Vicente Fox consideró que el crecimiento en el gasto educativo debe ser al menos de 4 o 5 por ciento superior al de este año, y comprometió el respaldo de su bancada a incrementar el presupuesto de las universidades públicas en términos reales.
Lamentó que a cuatro años de que la Cámara de Diputados aprobó la obligación del Estado de invertir, como mínimo, uno por ciento del producto interno bruto (PIB) en ciencia y tecnología, ello no se haya cumplido. También aseguró que las empresas privadas “están en falta” con su obligación de destinar recursos a la investigación.
En conferencia de prensa en el Senado, el coordinador de la bancada perredista, Carlos Navarrete Ruiz, expresó ayer: “no veo condiciones políticas en los grupos parlamentarios para aceptar una medida que es profundamente equivocada y va a contracorriente de las que están tomando todos los gobiernos en el mundo. Ese impuesto tiene tres cruces –taches–, una amarilla, una tricolor y una azul”.
Anunció que su grupo parlamentario planteará incrementar el déficit público, y consideró que si “los tecnócratas de Hacienda se asustan con la posibilidad de recurrir a ese instrumento como una política de financiamiento” es porque “nunca han comprado una plancha en abonos”.
“¿Qué, no saben que cuando uno no tiene ingreso suficiente recurre a comprar una plancha, una televisión o un colchón a crédito hipotecario? ¿Qué, ya se les olvidó que en México todo mundo compramos a crédito, porque no tenemos suficiente dinero para adquirir de golpe todo?”, cuestionó.
Jesús Murillo Karam, senador y secretario general del PRI, dijo a su vez que “el 2 por ciento es un impuesto al consumo que no va a pasar”.
El PRI y el PRD manifestaron su oposición al IVA a alimentos y medicinas, y el presidente del PAN, César Nava, dijo que no aprobarán un impuesto a esos productos”.
En el editorial de su semanario Desde la fe, la Iglesia católica llamó a que el paquete económico se apruebe con “un acuerdo que impulse con realismo nuestro desarrollo nacional y no un inmovilismo, por cálculos políticos, que agrave la crisis por la que atravesamos. Hace falta que las grandes sonrisas de los coordinadores de senadores y diputados vayan más acordes con la preocupación del ciudadano común, quien debe procurar por sacar adelante a su familia, su negocio, su trabajo, indicó.
En tanto, la Iglesia católica cuestionó la insensibilidad política y social de los poderes Legislativo y Judicial, así como del Instituto Federal Electoral (IFE), para enfrentar “eficaz y oportunamente los retos que sugiere la crisis”.
El repudio a las propuestas en materia económica para 2010 de Calderón se amplió al sector campesino, pues se pretende recortar 22 mil 671.1 millones de pesos a los programas productivos, y el monto total es menor en términos reales al autorizado para este año, según estimó la Confederación Nacional Campesina (CNC).
En un comunicado, Cruz López Aguilar, dirigente de la CNC, adelantó que los legisladores campesinos pugnarán porque la Cámara de Diputados regrese la propuesta al Ejecutivo por el sesgo asistencial y electorero que, afirmó, se da al presupuesto rural, ya que se disminuyen los recursos de apoyo productivo y económico.
López Aguilar afirmó que se luchará por dar “un giro a esta política asistencial, para fortalecer la política productiva y económica generadora de empleos e ingresos en el sector rural, privilegiando las zonas rurales de mayor a menor marginación”.
En entrevista en la Cámara de Diputados, el coordinador de Nueva Alianza, Reyes Tamez, afirmó que los legisladores, no permitirán “ninguna merma en el presupuesto educativo, de salud, cultural, de innovación y ciencia y tecnología” para 2010.
El ex secretario de Educación Pública en el gobierno de Vicente Fox consideró que el crecimiento en el gasto educativo debe ser al menos de 4 o 5 por ciento superior al de este año, y comprometió el respaldo de su bancada a incrementar el presupuesto de las universidades públicas en términos reales.
Lamentó que a cuatro años de que la Cámara de Diputados aprobó la obligación del Estado de invertir, como mínimo, uno por ciento del producto interno bruto (PIB) en ciencia y tecnología, ello no se haya cumplido. También aseguró que las empresas privadas “están en falta” con su obligación de destinar recursos a la investigación.
En conferencia de prensa en el Senado, el coordinador de la bancada perredista, Carlos Navarrete Ruiz, expresó ayer: “no veo condiciones políticas en los grupos parlamentarios para aceptar una medida que es profundamente equivocada y va a contracorriente de las que están tomando todos los gobiernos en el mundo. Ese impuesto tiene tres cruces –taches–, una amarilla, una tricolor y una azul”.
Anunció que su grupo parlamentario planteará incrementar el déficit público, y consideró que si “los tecnócratas de Hacienda se asustan con la posibilidad de recurrir a ese instrumento como una política de financiamiento” es porque “nunca han comprado una plancha en abonos”.
“¿Qué, no saben que cuando uno no tiene ingreso suficiente recurre a comprar una plancha, una televisión o un colchón a crédito hipotecario? ¿Qué, ya se les olvidó que en México todo mundo compramos a crédito, porque no tenemos suficiente dinero para adquirir de golpe todo?”, cuestionó.
Jesús Murillo Karam, senador y secretario general del PRI, dijo a su vez que “el 2 por ciento es un impuesto al consumo que no va a pasar”.
El PRI y el PRD manifestaron su oposición al IVA a alimentos y medicinas, y el presidente del PAN, César Nava, dijo que no aprobarán un impuesto a esos productos”.
En el editorial de su semanario Desde la fe, la Iglesia católica llamó a que el paquete económico se apruebe con “un acuerdo que impulse con realismo nuestro desarrollo nacional y no un inmovilismo, por cálculos políticos, que agrave la crisis por la que atravesamos. Hace falta que las grandes sonrisas de los coordinadores de senadores y diputados vayan más acordes con la preocupación del ciudadano común, quien debe procurar por sacar adelante a su familia, su negocio, su trabajo, indicó.
Víctor Ballinas, Matilde Pérez, Gabriel León y Enrique Méndez, La Jornada, 14 de septiembre.
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