“Es necesario reconocer, quiérase o no, que los efectos del crimen son ya una amenaza directa a la seguridad interior en algunas regiones del país”, advirtió el general secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván, quien añadió que “sus secuelas nocivas son visibles en la estabilidad de las instituciones públicas y privadas”, además de que “impacta el entramado del Estado mexicano y pone en riesgo nuestro devenir”.
En el contexto de la lucha en contra del crimen organizado, Galván defendió la vigencia del fuero de guerra al asegurar que éste “jamás será blindaje ni privilegio para sustraernos de obligaciones sustantivas, nunca como forma de impunidad o instrumento para cobijar abusos”.
Asimismo se comprometió a que las fuerzas armadas “continuarán sin descanso, hasta lograr a plenitud que la actuación de cada soldado sea una garantía de observancia absoluta al decoro y a los derechos humanos de sus semejantes”.
Al hablar este lunes en la ceremonia de clausura y apertura de cursos de los planteles militares, el titular de la Defensa llamó también la atención sobre la importancia que tiene la educación, por ser ésta “un objetivo nacional para el pueblo de México”.
La ceremonia se realizó bajo una pertinaz lluvia en la explanada del Colegio Militar y estuvo encabezada por el presidente de la República, Felipe Calderón. Ahí, Galván Galván dijo que el conocimiento es una herramienta esencial del siglo XXI, y constituye un valor agregado en todos los procesos de cambio e impulsa el crecimiento sostenido de las naciones que lo estimulan.
Al hablar ante el presidente Felipe Calderón Hinojosa; el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Francisco Ramírez Acuña; el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, y representantes del cuerpo diplomático acreditado en el país, el general Galván destacó que las fuerzas armadas enfrentan, en el ámbito interno, el desafío de imponer un alto a la delincuencia organizada, a la que calificó de “vector de inestabilidad que amenaza la seguridad nacional”. Además, influye de una manera perniciosa en las calles, “al arrebatar vidas con la mayor violencia, crueldad y descaro, o inducir a la población al falso mundo de la drogadicción”.
Respuesta a ONG
En alusión a las críticas hechas por organizaciones defensoras de derechos humanos nacionales y extranjeras, las cuales han cuestionado que los militares han violado impunemente las garantías individuales en operaciones anticrimen, el titular de Sedana aseveró:
La jurisdicción militar forma parte de la estructura constitucional para la administración y procuración de justicia, y tiene la encomienda de mantener la disciplina castrense al aplicar penas justas, severas y expeditas, “que generen un fuerte efecto que prevenga la comisión o reincidencia de conductas constitutivas de delitos”.
El fuero de guerra, dijo, garantiza la existencia de un Ejército fiel a la norma y leal con el Estado, siempre presto a salvaguardar la defensa nacional.
Y también “atento a restaurar desajustes del orden interno y cercano a la población civil en casos de desastre”.
Galván Galván destacó que las decisiones adoptadas por los tribunales militares pueden ser revocadas o modificadas por jueces federales, lo que implica, sostuvo, “un actuar transparente e imparcial de los órganos del fuero de guerra, para la certeza jurídica de quien es procesado”.
Destacó también que los planes y programas militares de estudio incluyen asignaturas de derechos humanos y derecho internacional humanitario. “Promovemos –insistió– una conducta individual y colectiva responsable, alejada de paradigmas e inercias perniciosas importantes, además de que instancias nacionales e internacionales “registran y reconocen esta permanente y honesta convicción.”
Bienvenida a alumnos de planteles militares
Enseguida, Guillermo Galván dio la bienvenida a 2 mil 178 nuevos cursantes de planteles militares y felicitó a los mil 475 elementos de todos los niveles y grados que concluyeron su estudios. “Las fuerzas armadas sabemos que educar es la mejor garantía para un Estado constitucional y valladar inexpugnable en la contención de antagonismos. ¡Es el aprendizaje legítimo anhelo!, debemos trabajar para que nuestros jóvenes accedan y no interrumpan este derecho y así evitar que se conviertan en objetivo de criminales”.
En la ceremonia, el presidente Calderón pasó lista de honor a los héroes caídos durante las invasiones estadunidenses de 1847 y 1914, y entregó reconocimientos a los alumnos más destacados.
Posteriormente se realizó un desfile de honor –pasado por agua– en la explanada del Colegio Militar, que se inició con una escolta integrada por mujeres, las cuales llevaban uniformes de las diferentes armas del Ejército, incluidos los de fuerzas especiales, aunque hasta la fecha ninguna mujer forma parte de estos agrupamientos.
Al término del acto, contingentes de las mencionadas fuerzas especiales, paracaidistas, policía militar, planteles y escuelas de armas marcharon ante su comandante supremo, el Presidente de la República, teniendo como fondo 24 tanques y tres helicópteros.
En el contexto de la lucha en contra del crimen organizado, Galván defendió la vigencia del fuero de guerra al asegurar que éste “jamás será blindaje ni privilegio para sustraernos de obligaciones sustantivas, nunca como forma de impunidad o instrumento para cobijar abusos”.
Asimismo se comprometió a que las fuerzas armadas “continuarán sin descanso, hasta lograr a plenitud que la actuación de cada soldado sea una garantía de observancia absoluta al decoro y a los derechos humanos de sus semejantes”.
Al hablar este lunes en la ceremonia de clausura y apertura de cursos de los planteles militares, el titular de la Defensa llamó también la atención sobre la importancia que tiene la educación, por ser ésta “un objetivo nacional para el pueblo de México”.
La ceremonia se realizó bajo una pertinaz lluvia en la explanada del Colegio Militar y estuvo encabezada por el presidente de la República, Felipe Calderón. Ahí, Galván Galván dijo que el conocimiento es una herramienta esencial del siglo XXI, y constituye un valor agregado en todos los procesos de cambio e impulsa el crecimiento sostenido de las naciones que lo estimulan.
Al hablar ante el presidente Felipe Calderón Hinojosa; el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Francisco Ramírez Acuña; el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, y representantes del cuerpo diplomático acreditado en el país, el general Galván destacó que las fuerzas armadas enfrentan, en el ámbito interno, el desafío de imponer un alto a la delincuencia organizada, a la que calificó de “vector de inestabilidad que amenaza la seguridad nacional”. Además, influye de una manera perniciosa en las calles, “al arrebatar vidas con la mayor violencia, crueldad y descaro, o inducir a la población al falso mundo de la drogadicción”.
Respuesta a ONG
En alusión a las críticas hechas por organizaciones defensoras de derechos humanos nacionales y extranjeras, las cuales han cuestionado que los militares han violado impunemente las garantías individuales en operaciones anticrimen, el titular de Sedana aseveró:
La jurisdicción militar forma parte de la estructura constitucional para la administración y procuración de justicia, y tiene la encomienda de mantener la disciplina castrense al aplicar penas justas, severas y expeditas, “que generen un fuerte efecto que prevenga la comisión o reincidencia de conductas constitutivas de delitos”.
El fuero de guerra, dijo, garantiza la existencia de un Ejército fiel a la norma y leal con el Estado, siempre presto a salvaguardar la defensa nacional.
Y también “atento a restaurar desajustes del orden interno y cercano a la población civil en casos de desastre”.
Galván Galván destacó que las decisiones adoptadas por los tribunales militares pueden ser revocadas o modificadas por jueces federales, lo que implica, sostuvo, “un actuar transparente e imparcial de los órganos del fuero de guerra, para la certeza jurídica de quien es procesado”.
Destacó también que los planes y programas militares de estudio incluyen asignaturas de derechos humanos y derecho internacional humanitario. “Promovemos –insistió– una conducta individual y colectiva responsable, alejada de paradigmas e inercias perniciosas importantes, además de que instancias nacionales e internacionales “registran y reconocen esta permanente y honesta convicción.”
Bienvenida a alumnos de planteles militares
Enseguida, Guillermo Galván dio la bienvenida a 2 mil 178 nuevos cursantes de planteles militares y felicitó a los mil 475 elementos de todos los niveles y grados que concluyeron su estudios. “Las fuerzas armadas sabemos que educar es la mejor garantía para un Estado constitucional y valladar inexpugnable en la contención de antagonismos. ¡Es el aprendizaje legítimo anhelo!, debemos trabajar para que nuestros jóvenes accedan y no interrumpan este derecho y así evitar que se conviertan en objetivo de criminales”.
En la ceremonia, el presidente Calderón pasó lista de honor a los héroes caídos durante las invasiones estadunidenses de 1847 y 1914, y entregó reconocimientos a los alumnos más destacados.
Posteriormente se realizó un desfile de honor –pasado por agua– en la explanada del Colegio Militar, que se inició con una escolta integrada por mujeres, las cuales llevaban uniformes de las diferentes armas del Ejército, incluidos los de fuerzas especiales, aunque hasta la fecha ninguna mujer forma parte de estos agrupamientos.
Al término del acto, contingentes de las mencionadas fuerzas especiales, paracaidistas, policía militar, planteles y escuelas de armas marcharon ante su comandante supremo, el Presidente de la República, teniendo como fondo 24 tanques y tres helicópteros.
Jesús Aranda y Claudia Herrera Beltrán, La Jornada, 15 de septiembre.
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