México enfrenta una grave situación económica, reconoció el presidente Felipe Calderón y, por ello, propuso al Congreso de la Unión una “transformación de fondo” que incluye una batería de reformas que pidió sean debatidas y analizadas dejando de lado el cálculo político o la división partidista.
En un mensaje a la nación por la entrega al Congreso de la Unión del Paquete Económico 2010, el Presidente también anunció un aumento de más de 50% en el gasto en programas sociales de pobreza y alimentación.
“Se trata de contener el crecimiento de la pobreza extrema y de mitigar los efectos que las crisis, tanto económica, como alimentaria, han dejado en los más pobres”, dijo el mandatario.
Calderón planteó al Congreso de la Unión el análisis de varias propuestas de reformas para lograr transformaciones de fondo. Su lista de prioridades legislativas incluye una reforma en el sector financiero, una laboral, una en telecomunicaciones, una segunda generación de reformas para las empresas públicas del sector energético, una reforma regulatoria, otra para la Comisión Federal de Competencia y propondrá la creación de una Ley de Asociaciones Público-Privadas.
“Reformas de fondo”
En el documento entregado por la Secretaría de Hacienda al Congreso se detalla que en el caso de la reforma en materia de telecomunicaciones se incluirá una “transformación en la industria de la radio y la televisión a través de medidas como la digitalización, la migración de AM a FM y el otorgamiento de nuevas concesiones.”
También se asegura que la reforma buscará que en el sector telecomunicaciones se aumente la inversión y la cobertura, así como los niveles de convergencia tecnológica y de competencia.
“Se mejorará la regulación con medidas como la apertura a la inversión extranjera directa, adecuaciones a las políticas de reventa y ajustes al esquema de concesiones”, detalla la Secretaría de Hacienda.
Calderón aseguró que en el caso de las reformas propuestas en el sector financiero, éstas servirán para preservar su solidez, fomentar una mayor competencia e impulsar el crédito al sector privado y a los hogares.
En materia laboral, la reforma —dijo el Presidente— incluirá nuevas modalidades de contratación que promuevan la productividad de la inversión, respetando siempre los derechos de los trabajadores.
Detalló que las reformas propuestas para las empresas públicas del sector energético buscarán que se puedan “proporcionar energéticos de calidad a precios más competitivos; que nos permitan ampliar nuestra plataforma de producción petrolera y mejorar las reservas disponibles para las próximas generaciones”.
Sobre la reforma regulatoria de fondo, dijo: “Queremos hacer del gobierno un aliado y un promotor del desarrollo económico. Y, por ello, en el curso de 2010, el país habrá de alcanzar una regulación base cero para el gobierno federal. Otra reforma a la Comisión Federal de Competencia, para darle nuevas facultades y herramientas y asegurar, precisamente, una mayor competencia, reglas claras y autoridad capaz de hacerlas cumplir en la economía nacional”.
El mandatario envió un mensaje a los legisladores para evitar que diferencias políticas detengan estas reformas. “La compleja situación que hoy vive México no deja espacio para las dudas o el inmovilismo, tampoco para el cálculo político o la división partidista. Convoco, respetuosamente, al Poder Legislativo a analizar, debatir, dialogar y, en su caso, si así lo consideran, aprobar estas propuestas, estas reformas y este Presupuesto”, dijo.
Contener la pobreza y hambre
El mandatario también propuso un aumento a los programas Oportunidades y Apoyo Alimentario, “que ensu conjunto pasarán de 49 mil 500 millones de pesos, a 74 mil 500 millones de pesos, es decir, un aumento de más de 50%, de 2009 a 2010”.
Dijo que también se incrementará el presupuesto del Seguro Popular y que se eliminarán los programas que no han funcionado.
“La propuesta que estoy enviando al Congreso es un ajuste drástico y sin precedentes en el ejercicio del gasto público. Significa un esfuerzo inédito del gobierno federal por un monto que podría alcanzar hasta los 80 mil millones de pesos”, explicó.
En la propuesta de mayor envergadura que ha planteado desde que asumió el Poder Ejecutivo, Calderón propuso también una reestructuración del gobierno —que incluye la desaparición de tres secretarías, ahorros en el gasto corriente y congelamiento de sueldos a altos funcionarios— y convoca a los mexicanos a solidarizarse con las medidas fiscales que dio a conocer la Secretaría de Hacienda, que forman parte de la Ley de Ingresos propuesta y contemplan la creación de nuevos impuestos y el aumento de algunas tributaciones.
En total se lograrían reunir 180 mil millones de pesos: 80 mil millones de los ahorros y la reestructuración y 100 mil millones a través de la Ley de Ingresos.
El “boquete financiero” reconocido por Hacienda es de 374 mil millones de pesos, por lo que Felipe Calderón admitió: “Sabemos que no es suficiente”; sin embargo, sostuvo, “no podemos claudicar en nuestra meta de combatir la pobreza extrema y mitigar los efectos de la crisis en los más pobres”.
En un mensaje a la nación por la entrega al Congreso de la Unión del Paquete Económico 2010, el Presidente también anunció un aumento de más de 50% en el gasto en programas sociales de pobreza y alimentación.
“Se trata de contener el crecimiento de la pobreza extrema y de mitigar los efectos que las crisis, tanto económica, como alimentaria, han dejado en los más pobres”, dijo el mandatario.
Calderón planteó al Congreso de la Unión el análisis de varias propuestas de reformas para lograr transformaciones de fondo. Su lista de prioridades legislativas incluye una reforma en el sector financiero, una laboral, una en telecomunicaciones, una segunda generación de reformas para las empresas públicas del sector energético, una reforma regulatoria, otra para la Comisión Federal de Competencia y propondrá la creación de una Ley de Asociaciones Público-Privadas.
“Reformas de fondo”
En el documento entregado por la Secretaría de Hacienda al Congreso se detalla que en el caso de la reforma en materia de telecomunicaciones se incluirá una “transformación en la industria de la radio y la televisión a través de medidas como la digitalización, la migración de AM a FM y el otorgamiento de nuevas concesiones.”
También se asegura que la reforma buscará que en el sector telecomunicaciones se aumente la inversión y la cobertura, así como los niveles de convergencia tecnológica y de competencia.
“Se mejorará la regulación con medidas como la apertura a la inversión extranjera directa, adecuaciones a las políticas de reventa y ajustes al esquema de concesiones”, detalla la Secretaría de Hacienda.
Calderón aseguró que en el caso de las reformas propuestas en el sector financiero, éstas servirán para preservar su solidez, fomentar una mayor competencia e impulsar el crédito al sector privado y a los hogares.
En materia laboral, la reforma —dijo el Presidente— incluirá nuevas modalidades de contratación que promuevan la productividad de la inversión, respetando siempre los derechos de los trabajadores.
Detalló que las reformas propuestas para las empresas públicas del sector energético buscarán que se puedan “proporcionar energéticos de calidad a precios más competitivos; que nos permitan ampliar nuestra plataforma de producción petrolera y mejorar las reservas disponibles para las próximas generaciones”.
Sobre la reforma regulatoria de fondo, dijo: “Queremos hacer del gobierno un aliado y un promotor del desarrollo económico. Y, por ello, en el curso de 2010, el país habrá de alcanzar una regulación base cero para el gobierno federal. Otra reforma a la Comisión Federal de Competencia, para darle nuevas facultades y herramientas y asegurar, precisamente, una mayor competencia, reglas claras y autoridad capaz de hacerlas cumplir en la economía nacional”.
El mandatario envió un mensaje a los legisladores para evitar que diferencias políticas detengan estas reformas. “La compleja situación que hoy vive México no deja espacio para las dudas o el inmovilismo, tampoco para el cálculo político o la división partidista. Convoco, respetuosamente, al Poder Legislativo a analizar, debatir, dialogar y, en su caso, si así lo consideran, aprobar estas propuestas, estas reformas y este Presupuesto”, dijo.
Contener la pobreza y hambre
El mandatario también propuso un aumento a los programas Oportunidades y Apoyo Alimentario, “que ensu conjunto pasarán de 49 mil 500 millones de pesos, a 74 mil 500 millones de pesos, es decir, un aumento de más de 50%, de 2009 a 2010”.
Dijo que también se incrementará el presupuesto del Seguro Popular y que se eliminarán los programas que no han funcionado.
“La propuesta que estoy enviando al Congreso es un ajuste drástico y sin precedentes en el ejercicio del gasto público. Significa un esfuerzo inédito del gobierno federal por un monto que podría alcanzar hasta los 80 mil millones de pesos”, explicó.
En la propuesta de mayor envergadura que ha planteado desde que asumió el Poder Ejecutivo, Calderón propuso también una reestructuración del gobierno —que incluye la desaparición de tres secretarías, ahorros en el gasto corriente y congelamiento de sueldos a altos funcionarios— y convoca a los mexicanos a solidarizarse con las medidas fiscales que dio a conocer la Secretaría de Hacienda, que forman parte de la Ley de Ingresos propuesta y contemplan la creación de nuevos impuestos y el aumento de algunas tributaciones.
En total se lograrían reunir 180 mil millones de pesos: 80 mil millones de los ahorros y la reestructuración y 100 mil millones a través de la Ley de Ingresos.
El “boquete financiero” reconocido por Hacienda es de 374 mil millones de pesos, por lo que Felipe Calderón admitió: “Sabemos que no es suficiente”; sin embargo, sostuvo, “no podemos claudicar en nuestra meta de combatir la pobreza extrema y mitigar los efectos de la crisis en los más pobres”.
Sergio Jiménez, El Universal 9 de septiembre.
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