El vicepresidente Juan Almeida Bosque, uno de los cuatro líderes históricos de la revolución cubana, falleció la noche del viernes por un paro cardiorrespiratorio a los 82 años, informó ayer “la dirección del Partido Comunista (PC) y el Estado”.
De esa forma el núcleo fundacional —aún decisivo en la vida política del país— se reduce ahora al convaleciente Fidel Castro, de 83 años y todavía primer secretario del PC; su hermano, el presidente Raúl Castro, de 78 años; y el más joven de los tres, el vicepresidente y ministro de Telecomunicaciones, Ramiro Valdés, de 77 años.
Almeida, mulato y ex albañil, acompañó a los hermanos Castro en sus luchas desde el asalto al cuartel Moncada en 1953. Junto a ellos, guardó prisión, fue al exilio en México y desembarcó como guerrillero, continuando en la revolución hasta la victoria sobre la dictadura de Fulgencio Batista en 1959.
Fue tras el desembarco, diezmados por las tropas de Batista en el primer combate, que Juan Almeida comenzó a ser conocido por su coraje cuando gritó: “¡Aquí no se rinde nadie, cojones!”.
Por decisión propia, sus restos serán sepultados en el Tercer Frente de la Sierra Maestra (este de la isla), donde hizo su campaña insurgente, descansan sus compañeros de batalla y ganó el grado de comandante, el más alto que se concedía en la insurgencia.
“Almeida estuvo siempre en la primera línea de combate junto al Jefe de la Revolución; valiente, decidido y fiel hasta las ultimas consecuencias”, dijo la nota oficial sobre el fallecimiento, que reprodujeron todos los medios locales.
El extinto comandante integraba la dirección del PC desde su fundación por Fidel Castro en 1965 y desempeñó además puestos claves en el gobierno y las fuerzas armadas.
Fue fundador y jefe del Ejército Central cuando la invasión a la isla de exiliados anticastristas en 1961 y durante la llamada “Crisis de los Cohetes” nucleares soviéticos, desplegados en la isla en 1962.
Portador del título honorífico de “Héroe de la República de Cuba” y cultivador de un verbo ríspido, a Almeida se le conocía también como compositor de unas 300 canciones, entre las que se destaca “La Lupe”, dedicada a una mexicana y compuesta mientras se preparaba para integrar la expedición del yate Granma, que salió de Tuxpan en 1956.
El gobierno cubano decretó duelo oficial de 12 horas para este día y el Partido Comunista invitó a los cubanos a rendirle tributo póstumo en las 14 capitales provinciales del país. Asimismo, informó que Almeida “consagró sus últimas energías a garantizar” que la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, que presidía formalmente, “fuera un sólido y efectivo baluarte de la patria”.
De esa forma el núcleo fundacional —aún decisivo en la vida política del país— se reduce ahora al convaleciente Fidel Castro, de 83 años y todavía primer secretario del PC; su hermano, el presidente Raúl Castro, de 78 años; y el más joven de los tres, el vicepresidente y ministro de Telecomunicaciones, Ramiro Valdés, de 77 años.
Almeida, mulato y ex albañil, acompañó a los hermanos Castro en sus luchas desde el asalto al cuartel Moncada en 1953. Junto a ellos, guardó prisión, fue al exilio en México y desembarcó como guerrillero, continuando en la revolución hasta la victoria sobre la dictadura de Fulgencio Batista en 1959.
Fue tras el desembarco, diezmados por las tropas de Batista en el primer combate, que Juan Almeida comenzó a ser conocido por su coraje cuando gritó: “¡Aquí no se rinde nadie, cojones!”.
Por decisión propia, sus restos serán sepultados en el Tercer Frente de la Sierra Maestra (este de la isla), donde hizo su campaña insurgente, descansan sus compañeros de batalla y ganó el grado de comandante, el más alto que se concedía en la insurgencia.
“Almeida estuvo siempre en la primera línea de combate junto al Jefe de la Revolución; valiente, decidido y fiel hasta las ultimas consecuencias”, dijo la nota oficial sobre el fallecimiento, que reprodujeron todos los medios locales.
El extinto comandante integraba la dirección del PC desde su fundación por Fidel Castro en 1965 y desempeñó además puestos claves en el gobierno y las fuerzas armadas.
Fue fundador y jefe del Ejército Central cuando la invasión a la isla de exiliados anticastristas en 1961 y durante la llamada “Crisis de los Cohetes” nucleares soviéticos, desplegados en la isla en 1962.
Portador del título honorífico de “Héroe de la República de Cuba” y cultivador de un verbo ríspido, a Almeida se le conocía también como compositor de unas 300 canciones, entre las que se destaca “La Lupe”, dedicada a una mexicana y compuesta mientras se preparaba para integrar la expedición del yate Granma, que salió de Tuxpan en 1956.
El gobierno cubano decretó duelo oficial de 12 horas para este día y el Partido Comunista invitó a los cubanos a rendirle tributo póstumo en las 14 capitales provinciales del país. Asimismo, informó que Almeida “consagró sus últimas energías a garantizar” que la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, que presidía formalmente, “fuera un sólido y efectivo baluarte de la patria”.
Manuel Juan Somoza en La Habana, Milenio, 13 de septiembre.
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