Pide Cordero Arroyo a diputados aprobar el 2%

El secretario de Desarrollo Social, Ernesto Cordero Arroyo pidió ayer a todos los diputados “solidarizarse con los pobres” y aprobar el impuesto de 2 por ciento al consumo generalizado, cuyos recursos permitirán incrementar en 50 por ciento el gasto asignado al Programa Oportunidades y al apoyo a las familias en pobreza alimentaria, en beneficio de 34 millones de mexicanos para 2010, aseguró.

Rechazó ser “el jefe de campaña del PAN”, y retó a quienes le acusaron de ser el “operador electoral” del gobierno a presentar una demanda penal en su contra porque, advirtió, “hacer esas afirmaciones sin sustento debe tener consecuencias; si tienen pruebas preséntenlas ante las autoridades competentes”, insistió.

“No es política de este gobierno usar las instituciones con fines electorales”, dijo con aparente tranquilidad el secretario Cordero, quien hizo frente a una dura y prolongada comparecencia ante el pleno de la Cámara baja, para desahogar el capítulo de política social de la Glosa del III Informe de Gobierno.

Recordó que el saldo de la crisis de 1995 fue de 15 millones más de pobres, aunque admitió que en este momento ese incremento es de cinco millones; una tercera parte de lo que creció hace 14 años, subrayó.

Más de seis horas permaneció el titular de Sedesol en el recinto de San Lázaro, donde defendió la política social del gobierno y advirtió que “cuando el bienestar de tantas familias de mexicanos está en juego, no hay tiempo qué perder”, por lo que el presidente Felipe Calderón plantea en el Presupuesto de Egresos 2010, de aumentar los recursos para el combate a la pobreza.

Y es que Ernesto Cordero sabía que pese a que su comparecencia tenía por objeto analizar los avances de la política social durante el último año de gobierno, los diputados de oposición aprovecharían su presencia ahí para atacar el impuesto de 2 por ciento al consumo que plantea el Ejecutivo para el año entrante.

Entonces, el secretario de Estado sostuvo que esa iniciativa presidencial “es una propuesta seria” que merece valorarse en todos sus términos y pidió su aprobación porque, ello, significa “solidarizarse con los pobres de este país”, cuya situación ya no puede esperar más y además “no tienen otra alternativa”, admitió.

De todos los programas que opera la Secretaría de Desarrollo Social a cargo de Cordero Arroyo, Oportunidades es sin lugar a dudas el más importante y al que mayores recursos destina el gobierno de la República, de modo que, identificó el funcionario, también sería blanco de ataques opositores, lo cual evidentemente sucedió.

Frente a los cuestionamientos, aseguró que Oportunidades “no es un programa clientelista ni asistencialista”, sino que representa un importante mecanismo para que millones de familias pobres en México puedan enviar a sus hijos a la escuela, tengan acceso a servicios de salud y completen su gasto en alimentos.

“No podemos ni debemos engañarnos respecto a la complejidad de la situación actual. Es indispensable tomar medidas urgentes para fortalecer las finanzas del Estado mexicano y estar en condiciones de otorgar el apoyo que tanto necesitan las familias mexicanas”, subrayó.

Aseguró que la prioridad del gobierno está clara y no es otra que apoyar a las familias que más lo necesitan, sobre todo las que viven en condiciones de pobreza alimentaria, que son quienes han visto más duramente afectado su poder adquisitivo y sus oportunidades de vida.

“Para nosotros en el gobierno federal no hay duda de que la única respuesta a las necesidades de las familias más vulnerables es a través de programas como Oportunidades, que son progresivos”, finalizó.

Luciano Franco, Crónica, 23 de septiembre.