Luego de 33 días sin tomar agua ni alimentos sólidos —incluso en la sala de cuidados intensivos en que lo internaron el 11 de marzo—, “está muy deteriorado, muy decaído, se siente muy débil, está en la cama vegetando y desde el sábado no puede ni atender el teléfono”, dijo Herrera.
Añadió que hoy el equipo médico “evaluará si tiene algún germen más, después de que pudieron aislarle un estafilococo y le retiraron el catéter” por el que recibía alimentación intravenosa. “La fiebre ha oscilado entre 40 líneas y media y 39, pero el domingo amaneció con 36.8 porque le están aplicando medidas antitérmicas”, precisó.
Herrera, quien cada día trata de convencer a su hijo de que deponga su protesta, respondió además que desde el intercambio del huelguista el 21 de marzo con un alto oficial de la Seguridad del Estado, “no ha habido más visitas del gobierno”. En esa ocasión, Fariñas reiteró que llegará hasta la inmolación si el gobierno “no pone en libertad a 26 presos políticos en pésimas condiciones de salud”. Este psicólogo de profesión, periodista y ex miembro del ejército inició la protesta luego de la muerte el 23 de febrero del albañil Orlando Zapata, después de 85 días de huelga de hambre en su celda en demanda de mejoras carcelarias.
A la vez, la líder de la Unión de Jóvenes Comunista de Cuba, Luidmila Ávalos, dijo a la prensa local que “el principal desafío de la juventud cubana es seguirnos preparando para garantizar la continuidad histórica de la revolución. Estamos llamados a elevar nuestra estatura ideológica, para adentrarnos en un mundo en el que pujan por imponerse los sentimientos de egoísmo alimentados por el capitalismo”, dijo.
La Habana. Manuel Juan Somoza, Milenio, 29 de marzo.
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