Ante seis senadores de PAN, PRI, y PVEM, el encargado de la política laboral del país reconoció que los logros en materia de generación de nuevos puestos de trabajo y de recuperación del poder adquisitivo son insuficientes, lo cual, aseguró, no es una problemática que pueda resolver únicamente el gobierno federal ni la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
“Sería absolutamente contradictorio que por un lado yo hablara de que el mercado laboral en México está maravillosamente bien, y al mismo tiempo estaría pidiendo, suplicando, que hubiera una reforma laboral. Soy el primero en reconocer que lo que tenemos no es suficiente y no es satisfactorio, pero lo tenemos como país, no es un problema de gobierno, del presidente o de la Secretaría del Trabajo, tenemos un problema de competitividad”.
Lozano reiteró que la actual normatividad en materia de Trabajo requiere diversos cambios para responder a las exigencias del mercado laboral, además de que a través de las modificaciones el país escalaría entre 25 y 30 posiciones en el índice de competitividad del Foro Económico Mundial.
En este sentido, informó que de 1973 a la fecha, la pérdida del poder adquisitivo del salario mínimo asciende a 70 por ciento, y reiteró que cualquier aumento a este rubro tendrá que darse en base a la productividad laboral, pues de lo contrario se corre el riesgo de una escalada de precios.
Finalmente, dijo que los conflictos que protagonizan los sindicatos de mineros y electricistas se deben a demandas “de hecho y no de derecho”, pues ambas organizaciones han perdido todos los procesos legales en los tribunales y aunque aseguró “entender el enojo y la frustración de los trabajadores”, estos ya no tienen sustento para sus exigencias.
México • Mariana Otero, Angélica Mercado y Heliodoro Cárdenas, Milenio, 22 de septiembre.
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