Monterrey, NL, 2 de diciembre. Durante el gobierno del panista Felipe Calderón Hinojosa, 22 periodistas han sido asesinados en el país, ocho en represalia directa por la cobertura de actividades criminales o hechos de corrupción, y siete están desaparecidos sin esperanzas de ser encontrados con vida, informó Mike O’Connor, representante en México del Comité para la Protección de Periodistas.
En esos cuatro años, agregó durante una conferencia organizada por la Universidad de Monterrey, tres trabajadores de medios de comunicación sin relación directa con el periodismo también han sido asesinados.
“Hay una situación dramática, porque el sistema de justicia no ha tenido éxito en 90 por ciento de los crímenes contra la prensa durante la década pasada. Los periodistas están desamparados, desnudos en la calle, no tienen nada para respaldarse.”
Expuso que esto sucede porque la fiscalía o la policía son incompetentes o están infiltradas por el crimen organizado.
O’Connor señaló que “donde el crimen organizado domina, la única protección para la prensa es la autocensura, y los periodistas en lugar de repartir la verdad la tienen que esconder y a veces tienen que mentir, pues de lo contrario los matan”. Entonces, dijo, el público se queda sordo o ciego y pierde su derecho a saber lo que ocurre en su pueblo o su estado. Asentó que el derecho de expresión es importante, pero más importante es el derecho de recibir información.
Añadió que el crimen organizado avanza en la oscuridad, en la noche, en la clandestinidad, y la prensa si trabaja como debe, ilumina; por eso el crimen tiene que atacar a la prensa, controlarla y amenazar a los periodistas, y cuando hace esto aplasta la democracia, el derecho del público a saber lo que pasa.
Recientemente el secretario de Gobernación dijo que el gobierno está ganando la guerra contra el narco, “yo no comparto esa posición, creo que el crimen organizado está avanzando en muchas partes del país, y donde avanza pierde el público el derecho de saber y pierde la democracia”.
En esos cuatro años, agregó durante una conferencia organizada por la Universidad de Monterrey, tres trabajadores de medios de comunicación sin relación directa con el periodismo también han sido asesinados.
“Hay una situación dramática, porque el sistema de justicia no ha tenido éxito en 90 por ciento de los crímenes contra la prensa durante la década pasada. Los periodistas están desamparados, desnudos en la calle, no tienen nada para respaldarse.”
Expuso que esto sucede porque la fiscalía o la policía son incompetentes o están infiltradas por el crimen organizado.
O’Connor señaló que “donde el crimen organizado domina, la única protección para la prensa es la autocensura, y los periodistas en lugar de repartir la verdad la tienen que esconder y a veces tienen que mentir, pues de lo contrario los matan”. Entonces, dijo, el público se queda sordo o ciego y pierde su derecho a saber lo que ocurre en su pueblo o su estado. Asentó que el derecho de expresión es importante, pero más importante es el derecho de recibir información.
Añadió que el crimen organizado avanza en la oscuridad, en la noche, en la clandestinidad, y la prensa si trabaja como debe, ilumina; por eso el crimen tiene que atacar a la prensa, controlarla y amenazar a los periodistas, y cuando hace esto aplasta la democracia, el derecho del público a saber lo que pasa.
Recientemente el secretario de Gobernación dijo que el gobierno está ganando la guerra contra el narco, “yo no comparto esa posición, creo que el crimen organizado está avanzando en muchas partes del país, y donde avanza pierde el público el derecho de saber y pierde la democracia”.
David Carrizales, La Jornada, 3 de diciembre.
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