Me siento como en mi agua'

CHETUMAL, QR.- Andrés Manuel López Obrador se sentía como pez en el agua. Faltaban unas cuantas cuadras para llegar a la Plaza de la Bandera cuando se soltó la lluvia, que arreciaba conforme avanzaban los minutos.

Decenas de personas corrían a las oficinas municipales, al kiosco, a los árboles o puestos ambulantes para guarecerse, mientras que cientos permanecieron al pie del templete, desde donde escucharon al tabasqueño, empapados.

Un grupo de 50 jóvenes intentó recibir al abanderado de la izquierda con una marcha en su contra.

Pero su objetivo se frustró por el fuerte torrencial, que impidió que el tabasqueño viera las mantas con leyendas como "No somos 132, somos millones. Eres un mentiroso" y "Cállate Chachalaca". Tampoco escuchó los gritos de "Fuera AMLO".

Aunque a menudo aclara que él habla de manera pausada, ayer tuvo que romper su estilo y habló de corrido.

En la tierra del presidente del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, López Obrador enfocó sus baterías hacia el también ex Gobernador y lo acusó de cacique.

"Miren qué coincidencia, el hombre mas rico de Quintana Roo es el presidente del PRI nacional, ¿o no es así?", cuestionó el candidato del Movimiento Progresista, y bajo la intensa lluvia se escuchó un "¡Sí!" de sus simpatizantes.

"¿Tiene o no tiene riqueza? ¿Es porque ha trabajado duro?", atizó el aspirante presidencial, y la respuesta fue: "¡No, se la robó!".

Enseguida reiteró que él siempre ha estado en contra de la riqueza mal habida y de los que se roban y no pierden la respetabilidad y reciben trato de señores.

"Quintana Roo no es de corruptos, es del pueblo. Hay que decirle a la gente que esta es la oportunidad para terminar con la corrupción", arengó.

López Obrador inició su discurso sin protegerse del aguacero, pero a los pocos minutos lo cubrieron con una sombrilla.

"Gracias por estar aquí, por soportar la lluvia. Me siento como en mi agua. Díganle a las gente que será como en el Distrito Federal: se garantizará el derecho a la educación, a las becas, a la salud; no desaparecerá el seguro popular, a los jóvenes les digo que no habrá rechazados", prometía de prisa.

Aunque la gente se mantuvo en el mitin, sólo habló 20 minutos.

"Está mejor que le paremos para que se regresen a su pueblo a tomar un café caliente, un té de hoja de naranja, dos mejorales y una colmex.

"Sólo les digo que va a ver Presidente de la República del sureste, ya le toca al sureste tener un Presidente", añadió entre gritos de "¡No te vayas!". 


Érika Hernández, Reforma, 30 de mayo.