'Si no leemos, no somos nada'

El Kamasutra y el Anticristo reposan juntos en la explanada de la Delegación Iztacalco, minutos antes de que inicie el mitin de Andrés Manuel López Obrador.

Vendedores de artículos que interesan a la izquierda ofrecen libros, películas, camisetas, llaveros y demás souvenirs en mantas improvisadas.

La mujer que ofrece los libros dice que llevó el Kamasutra, escrito oriental que desvela los secretos de la sexualidad, para ver si salía. Junto a ese volumen está el que narra la vida de Genaro Vázquez Rojas, fundador de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), de quien la vendedora ignora todo.

Unos pasos más adelante, Rebeca Vázquez López da cátedra sobre cualquier película pirata que ofrece.

Tiene una sección de documentales sobre filosofía, biografías del Che y de Zapata -las más vendidas, afirma- e inclusive un documental titulado "Del peyote al LSD. Una odisea psicodélica", que cuenta las andanzas del científico Richard Evans Schultes, descrito como el verdadero Indiana Jones.

"Sé que hago mal porque es piratería, pero también ¿dónde voy a encontrar conocimiento barato? Los pueblos están ignorantes porque no tienen la facilidad o la necesidad de saber más. Mientras más leamos mejores personas somos. Si no leemos no somos nada", explica.

Rebeca tiene el pelo gris y corto, usa lentes gruesos, falda de mezclilla, botas deportivas y un suéter que evoca los colores de la UNAM, donde afirma haber estudiado medicina.

No se recibió y nunca ejerció, y en vez de ir de quirófano en quirófano va de plaza en plaza desde 1988, vendiendo ahora películas; antes, el periódico Corre la Voz, que compraba a 40 centavos cada uno y lo vendía por cooperación voluntaria.

Entre las películas que ofrece en 20 pesos está una colección de documentales sobre la cultura Romana, musicales de los Beatles y películas como La Teta Asustada.

Sin embargo, Rebeca no trajo los documentales del Canal 6 de Julio: "Como haiga sido", que cuenta la llegada de Felipe Calderón a la Presidencia, o "¿Adiós a la Izquierda?".

Tiene pocas esperanzas de vender algo, dice, porque la mayoría son acarreados que llegan movilizados por organizaciones de comerciantes.

"Donde mejor se vende, donde más se adquiere es en los mítines grandes de Andrés Manuel. Hay gente intelectual, gente que ya sabe. Allí sí vendo 3 mil o 4 mil pesos", cuenta.

Dos días después del primer debate presidencial, en la explanada, no todos estuvieron atentos al encuentro entre los candidatos de la izquierda.

Luis Ramírez, del SME, lleva sus "campanollas", unas tapas de olla exprés con aditamentos para hacer ruido, y un sombrero tipo Speedy González.

Dice que estuvo el domingo en el World Trade Center, pero no vio el debate porque a los de Morena les falló la planta de luz que alimentaría un proyector.

Rebeca sí vio el debate, pero a López Obrador lo vio sin alegría.

"A López Obrador, soy sincera y lo admiro mucho, lo vi no amargado, pero lo vi que le dolía todavía el 2006. Lo vi repetir lo mismo, le faltó cambiarle.

"Le faltó más alegría. Tiene la razón, es el mejor de los que estaban allí, es honesto o al menos trata de ser honesto", afirma.


David Estrada, Reforma 9 de mayo.