Un invitado especial

TIJUANA, BC.- Al pie del templete, un joven de lentes de pasta, barba y pelo largos levanta la mano al cielo cuando Andrés Manuel López Obrador pregunta a sus simpatizantes quién le ayudará a cuidar los votos.

Viste suéter amarillo, camisa roja, pantalón de mezclilla, y unos sucios tenis Converse, pero es heredero de uno de los hombres más ricos e influyentes en el PRI: Jorge Hank Rhon.

Es César Hank Insunza, hijo de Jorge Hank Rhon y nieto de Carlos Hank González, "El Profe", el legendario político mexiquense de Atlacomulco, de cuyo seno surgió el ahora candidato presidencial del tricolor, Enrique Peña Nieto.

"A mí me verán en las fiestas de mi papá, pero jamás me han visto en un evento el PRI. Yo desde hace mucho apoyo a la izquierda", dice Hank Insunza, de 31 años y quien porta un gafete que lo distingue como invitado especial.

El de Tijuana no es, sin lugar a dudas, un mitin cualquiera.

Aquí, en la ciudad donde hace 18 años ocurriera el magnicidio del entonces candidato del PRI a la Presidencia, Luis Donaldo Colosio, el Movimiento Progresista ha desplegado un inusual operativo de seguridad para un evento de López Obrador.

Un ejército de guaruras malencarados, uniformados con traje y camisa negra, rodean el templete y dos cercos de seguridad con policías municipales restringen el paso al cruce de Juárez y Revolución, donde un río de personas se extiende calles abajo.

"La avanzada del licenciado me está pidiendo que bajen todas las banderas, las banderas abajo, por favor, o enrolladas", repite una y otra vez Pedro López, maestro de ceremonias.

A unos metros de la frontera con California, con el Monumento Puerta a México a sus espaldas, el candidato saluda a sus simpatizantes que han colmado el centro de una de las entidades que integran la lista de lugares identificados por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) como puntos donde deben reforzar el trabajo de promoción y defensa del voto.

"Tenemos que defender el voto, que no vuelva a pasar lo que en el 2006".

"Ya saben ustedes, no levanto ningún falso, son unos reverendos delincuentes electorales nuestros adversarios, casilla que se deja sin representante es casilla robada", arenga el aspirante.

En el que fuera el primer estado gobernado por el PAN, tras la victoria de Ernesto Ruffo Appel en 1989, el patriarca de Macuspana parece sorprendido ante la convocatoria.

"¡No estás solo, no estás solo, no estás solo!", ruge la multitud.

"¿Por qué creen que aguanto? ¿Por qué creen que resisto?", les responde López Obrador. "Esto es lo que me da fortaleza, y yo les digo: líder no va a faltar".

Enumera las promesas de cada mitin: becas para todos, programa de apoyo a adultos mayores y personas con capacidades diferentes, crecimiento económico de 6 por ciento anual, pero pinta su raya con Peña Nieto.

"Yo no voy a firmar nada, yo soy un hombre de palabra".

El mitin termina, López Obrador concluye su gira por el penúltimo estado por visitar en el primer tercio de la campaña.

El abanderado de la izquierda se despide de la multitud que le ha regalado un collar de rosas de colores y un cartel que dice "amlove".

El invitado especial se retira. Alguien le pregunta sobre qué opina su padre y ex candidato del PRI a la Gubernatura de Baja California.

"López Obrador es la mejor opción que tenemos y es la única oportunidad que tiene México para lograr un cambio verdadero de algo que estamos hartos.

"Ha sido una discusión en la mesa (de la familia) hace mucho, pero respetan mi opinión. La relación con mi papá es buena, yo con mi papá me llevo muy bien y lo respeto y me respeta", comenta el músico.


Osvaldo Robles, Reforma, 2 de mayo.