Ya anda por acá la mapachada

PUERTO ESCONDIDO.- La Unidad Deportiva Benito Juárez luce casi llena. En las gradas y el campo predominan indígenas, muchos de ellos con trajes tradicionales y sin zapatos.

El sol se esconde, pero el ambiente arde. Ahí, en el templete instalado a mitad del campo, Andrés Manuel López Obrador les advierte que los mapaches del PRI andan sueltos, y que a 38 días de la elección presidencial intensificarán la compra del voto.

El candidato del Movimiento Progresista les pide "aguantarse" aunque la necesidad sea mucha, luego rectifica y dice que acepten los regalos y dinero que les ofrezcan, incluso, prometan votar por el tricolor, pero llegado el 1 de julio ejerzan su voto de manera libre.

"Ya se fueron los mapaches, pero todavía anda por ahí el mapache más grande, el mapache mayor.

"Ya anda por acá, ¿verdad?

"¡Cuidado con la mapachada! Hay que cuidar la elección", dice sin mencionar nombres, pero entre la multitud se escuchan risas y algunos gritan: "Ulises" (Ruiz, ex Gobernador de la entidad).

Los tatamandones mixtecos -autoridades locales- de Santiago Jamiltepec le entregan al perredista el bastón de mando.

El abanderado les promete que, de llegar a la Presidencia, su gobierno no será de maquillaje, como el de ahora, sino que atacará los problemas de fondo. No hay euforia colectiva en la Unidad Deportiva, los más emocionados son los de las primeras filas, junto al templete.

López Obrador les ofrece respaldo en el diferendo que sostienen los indígenas chatinos, zapotecos, mixtecos y amuzgos desde hace tres años con la Comisión Federal de Electricidad por la construcción de la Presa Paso de la Reina.

"Conozco la inconformidad y la razón que existe y tienen de no aceptar. Sin ninguna información, sin ninguna consulta, construir esta obra, y que sirva de ejemplo, aunque se trate en beneficio de los pueblos, aunque se trate de un beneficio para la nación, si no se consulta a los ciudadanos, no se puede hacer", señala.

Es el momento de más aplausos, por lo que asegura que no amenazará a dirigentes sociales, como, acusa, se está haciendo ahora.

"No vamos a estar perdiendo el tiempo habiendo tanto quehacer, porque el País está en ruinas... No vamos a estar perdiendo el tiempo persiguiendo a algunos para aparentar que ahora sí las cosas van a cambiar, vamos a cambiar pero de otra manera, en los hechos", asegura.

Desde su salida del aeropuerto, una patrulla de la Policía Estatal escolta a López Obrador al campo deportivo, el cual, de manera inusual, es resguardado por cuatro unidades más de esa corporación.

Minutos más tarde, al afirmar que él combatirá la violencia, lanza desde esta región costeña un mensaje a los marinos y soldados.

"Consideramos que ellos son pueblo uniformado, no tenemos nada en contra de esa institución, que es fundamental para la República. En el 2006 la mayor parte votó por nosotros", reiteró.

Paula Santiago, una indígena mixteca, afirma que todas las noches reza por que los "mañosos" dejen llegar a López Obrador a la Presidencia y para que toque el corazón de los electores y le den su voto.

"Que Dios y el señor les muevan el corazón para que todos votemos por él... Pero los mañosos vienen y dan frijol, despensa, y ya no depende de la oración de uno", dice.

A su paso al templete, delineado por una valla metálica, el tabasqueño se topa con la manta que porta Mary, una niña de siete años, que dice: "AMLO, los niños confiamos en ti. Eres el futuro de México y nosotros".

En cuanto acaba el discurso del tabasqueño, la multitud abandona el campo deportivo a toda velocidad. Ahí va doña Paula, quien asegura que la camioneta del PRD local que la trajo de Charco Redondo, la dejará si se atrasa.

 
 
 
ASÍ LO DIJO

"No es maquillaje, no es remiendo, no es un paño caliente, no es por encimita, vamos a cambiar realmente las cosas, vamos a sacar adelante al País".

Andrés Manuel López Obrador
Candidato presidencial


Érika Hernández, Reforma, 24 de mayo.

0 Responses to "Ya anda por acá la mapachada"