Aunque Kessel sostuvo que hay “más coincidencias que divergencias” con la iniciativa de reforma energética que dio a conocer el priísta Manlio Fabio Beltrones, en la discusión –a puerta cerrada– salieron a relucir siete diferencias de fondo con la propuesta del tricolor, entre ellas las que se refieren a contratos y empresas filiales, las cuales tienen que ver directamente con la apertura de la paraestatal a la inversión privada, así como el nuevo régimen impositivo de Pemex.
El asunto llegó a grado tal, que la bancada blanquiazul decidió pedir a los senadores del PRI una explicación sobre los puntos que consideran poco claros o ambiguos. Ello lo harán el martes próximo, cuando se reunirán los integrantes de las comisiones de Energía y de Estudios Legislativos para dar inicio al trabajo de dictamen. Sin embargo, decidieron no descalificar la propuesta de Beltrones. En ese sentido, los senadores Rubén Camarillo, Juan Bueno Torio y Fernando Elizondo, de las comisiones dictaminadoras, explicaron en conferencia de prensa que la intención es “profundizar en el espíritu y contenido” de cada propuesta que plantea el Revolucionario Institucional en torno a Pemex sin asumir una postura previa.
Adiciones a la reforma de Calderón Hinojosa
Adelantaron que propondrán correcciones y adiciones al proyecto presidencial. Una es la creación de un comité de transparencia y rendición de cuentas en la paraestatal, independientemente del comité de auditoría, como respuesta, explicó Bueno Torio, a los cuestionamientos formulados por expertos durante los foros de discusión que se llevaron a cabo en el Senado.
La reforma a Pemex fue el tema central durante los trabajos de la reunión plenaria de los senadores del PAN previa al periodo ordinario de sesiones, que comenzará el próximo primero de septiembre. El jueves en la noche, en presencia del presidente Felipe Calderón, el dirigente nacional del blanquiazul, Germán Martínez, aseguró que encuestas realizadas por Arcop y Gea muestran que la iniciativa gubernamental lleva varios puntos de ventaja sobre los opositores.
Ayer en la mañana los 47 senadores –de 52– que asisten al encuentro continuaron la discusión sobre el tema petrolero con Mouriño y luego con la secretaria de Energía –el director de Pemex, Jesús Reyes Heroles, canceló a última hora su participación. De acuerdo con versiones de algunos asistentes, los funcionarios insistieron en la necesidad de priorizar los acuerdos, pero sin descartar la posibilidad de sacar la reforma por mayoría, con el voto del PRI, luego de saldar las diferencias en torno a la llamada iniciativa Beltrones.
A buena parte de los senadores sorprendió, señalaron, el contenido de la propuesta del PRI, sobre todo lo que se refiere a los contratos que la paraestatal podría suscribir con empresas nacionales y extranjeras, “toda vez que no es todo lo clara que debiera”.
Expresaron desacuerdo con la propuesta priísta de establecer un plazo de cuatro años para la entrada en vigor del nuevo régimen fiscal de Pemex –en la iniciativa de Calderón es de 11años–, ya que se empata con las elecciones presidenciales de 2012.
Camarillo y Bueno Torio aceptaron en la conferencia de prensa detallar los siete puntos de discrepancia con la iniciativa priísta. Por lo que se refiere a contratos, dijeron, las propuestas están en la ley orgánica de Pemex, pero no en la reglamentaria del 27 constitucional en materia de petróleo.
Hay también “muchas dudas” sobre las empresas filiales para refinación y transporte de hidrocarburos que plantea el tricolor, sobre todo en lo que concierne a su régimen presupuestal, ya que “en la ley orgánica de Pemex se establece un concepto y pareciera que en la norma reglamentaria aparece otra”. Por ello, Camarillo detalló: “en temas como éste es importantísimo que los autores nos hagan el favor de explicárnoslo, para no estar concluyendo cosas equivocadas o descalificar sin entender el espíritu real de la propuesta”.
En la reunión, encabezada por el coordinador Gustavo Madero, se valoraron los dos escenarios posibles para la aprobación de la reforma: uno por consenso, con la participación del PRD, y otro sólo con el PRI y el Verde Ecologista, y se determinó que en última instancia se tendrá que aceptar una votación de mayoría, aún reducida, para poder sacar la iniciativa en el corto plazo.
Cuestionado respecto de cuánto esperarán al PRD, el senador Elizondo dijo que aunque no hay plazos fatales, es peligroso prolongar la decisión más allá de este periodo de sesiones.
Acompañado por el senador Madero, el secretario de Gobernación declaró que la próxima semana se reunirán nuevamente los dirigentes de PAN, PRI y PRD, con el fin de buscar coincidencias en torno a la enmienda.
“Estamos apostando a que haya acuerdo, dictamen”, insistió.
Kessel, por su parte, sostuvo que está dispuesta a asistir a la reunión plenaria de los senadores perredistas, tal como hizo con los panistas, para dialogar en torno a la necesidad de la reforma. Igualmente resaltó que hay aspectos de la iniciativa del tricolor “que en definitiva tenemos que trabajar, porque en esas sí hay diferencias”.
Ni la iniciativa de Calderón ni la del PRI tienen elementos para transparentar la relación entre Pemex y su sindicato. Cuestionado sobre la posibilidad de que el gobierno presente alguna propuesta en ese sentido, Mouriño dijo que ésta deberá surgir del Congreso.
Andrea Becerril, La Jornada, 2 de agosto.
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