La Habana, 16 de febrero. El presidente Raúl Castro dio un nuevo paso en su ofensiva diplomática en América Latina, al recibir hoy a su homólogo de Guatemala, Álvaro Colom, el quinto mandatario de la región que visita Cuba en lo que va del año.
Colom se propone condecorar al ex presidente Fidel Castro con la Orden del Quetzal, la máxima distinción de Guatemala para ciudadanos de cualquier nacionalidad, lo cual motivó una protesta de un grupo de empresarios del país centroamericano, que a última hora se rehusaron a acompañar al mandatario en la gira.
Como todos los demás líderes de la región que han venido en mes y medio a la isla (el panameño Martín Torrijos, el ecuatoriano Rafael Correa, la argentina Cristina Fernández y la chilena Michelle Bachelet), Colom condenó aquí el bloqueo estadunidense contra la isla. “Sigue siendo injusto, es anacrónico y hay que acabar con él. Toda América Latina está apoyando eso”, señaló.
Guatemala fue uno de los países latinoamericanos más hostiles a Cuba durante décadas. Rompió relaciones con La Habana, cuando casi todo el hemisferio lo hizo, a instancias de Estados Unidos, en los años 60.
El presidente Manuel Ydígoras permitió que en el sureste de su país se entrenaran anticastristas que intentarían invadir Cuba en 1961, con patrocinio de Washington. Los gobiernos subsecuentes prolongaron el estado de enfrentamiento con la isla, que a su vez respaldaba a movimientos revolucionarios guatemaltecos.
Concluida la guerra fría y firmados los acuerdos de paz que en 1996 pusieron fin al conflicto interno, ambos países restablecieron relaciones bajo el gobierno de Alvaro Arzú, en 1998.
Un nuevo episodio de tensión surgió cuando el presidente Alfonso Portillo (2000-2004) asumió una posición crítica sobre la cuestión de los derechos humanos en Cuba. El enfrentamiento se alivió durante la gestión de Oscar Berger (2004-2008), pero ha sido Colom quien ha dado el impulso más fuerte a las relaciones.
La pieza principal de la política cubana hacia Guatemala ha sido la cooperación médica y educativa, basada en becas a universitarios, alfabetización y operaciones oftalmológicas, entre otros programas.
Colom se propone condecorar al ex presidente Fidel Castro con la Orden del Quetzal, la máxima distinción de Guatemala para ciudadanos de cualquier nacionalidad, lo cual motivó una protesta de un grupo de empresarios del país centroamericano, que a última hora se rehusaron a acompañar al mandatario en la gira.
Como todos los demás líderes de la región que han venido en mes y medio a la isla (el panameño Martín Torrijos, el ecuatoriano Rafael Correa, la argentina Cristina Fernández y la chilena Michelle Bachelet), Colom condenó aquí el bloqueo estadunidense contra la isla. “Sigue siendo injusto, es anacrónico y hay que acabar con él. Toda América Latina está apoyando eso”, señaló.
Guatemala fue uno de los países latinoamericanos más hostiles a Cuba durante décadas. Rompió relaciones con La Habana, cuando casi todo el hemisferio lo hizo, a instancias de Estados Unidos, en los años 60.
El presidente Manuel Ydígoras permitió que en el sureste de su país se entrenaran anticastristas que intentarían invadir Cuba en 1961, con patrocinio de Washington. Los gobiernos subsecuentes prolongaron el estado de enfrentamiento con la isla, que a su vez respaldaba a movimientos revolucionarios guatemaltecos.
Concluida la guerra fría y firmados los acuerdos de paz que en 1996 pusieron fin al conflicto interno, ambos países restablecieron relaciones bajo el gobierno de Alvaro Arzú, en 1998.
Un nuevo episodio de tensión surgió cuando el presidente Alfonso Portillo (2000-2004) asumió una posición crítica sobre la cuestión de los derechos humanos en Cuba. El enfrentamiento se alivió durante la gestión de Oscar Berger (2004-2008), pero ha sido Colom quien ha dado el impulso más fuerte a las relaciones.
La pieza principal de la política cubana hacia Guatemala ha sido la cooperación médica y educativa, basada en becas a universitarios, alfabetización y operaciones oftalmológicas, entre otros programas.
Gerardo Arreola corresponsal, La Jornada, 17 de febrero.
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