Tres bombas lacrimógenas fueron arrojadas ayer contra la Nunciatura Apostólica en Caracas, sin que hasta el momento algún grupo se haya atribuido la responsabilidad y sin que tampoco la Fiscalía haya ofrecido un reporte de los otros siete atentados contra esta sede religiosa.
La Nunciatura Apostólica de la capital venezolano al parecer, se ha convertido en un objetivo para las bombas lacrimógenas que grupos armados arrojan con total impunidad, de vez en cuando, y sin que las autoridades logren dar con los responsables.
Ayer, tres artefactos fueron lanzados contra la sede diplomática del Vaticano, justo cuando sus autoridades ofrecían una rueda de prensa contra la violencia a los recintos religiosos.
Para el abogado Alonso Medina Roa, es ya hora de que el gobierno “ponga un freno a esos grupos que pretenden instaurar la violencia de la sociedad venezolana”. El abogado defensor del ex dirigente estudiantil Nixon Moreno –quien sólo espera el aval del Ministerio del Interior para salir de ahí como refugiado– insiste en enviar un llamado a la sensatez, para que cesen los hostigamientos.
Cuerpos de seguridad del Estado y funcionarios del CICPC llegaron al lugar para efectuar las inspecciones pertinentes. En oportunidades anteriores los volantes dejados, luego de las bombas, señalan al grupo armado “La Piedrita” como los protagonistas. En esta ocasión, no se distribuyeron panfletos alusivos a ningún grupo ni se ha encontrado nada que reivindique el ataque.
ANTECEDENTE. El último de los ataques anteriores a éste se registró el pasado 19 de enero, también con el uso de bombas lacrimógenas. Nixon Moreno tuvo que refugiarse en aquel lugar. El Vaticano le concedió asilo en junio de 2008, pero el gobierno no le ha otorgado el salvoconducto para abandonar el país.
La Nunciatura Apostólica de la capital venezolano al parecer, se ha convertido en un objetivo para las bombas lacrimógenas que grupos armados arrojan con total impunidad, de vez en cuando, y sin que las autoridades logren dar con los responsables.
Ayer, tres artefactos fueron lanzados contra la sede diplomática del Vaticano, justo cuando sus autoridades ofrecían una rueda de prensa contra la violencia a los recintos religiosos.
Para el abogado Alonso Medina Roa, es ya hora de que el gobierno “ponga un freno a esos grupos que pretenden instaurar la violencia de la sociedad venezolana”. El abogado defensor del ex dirigente estudiantil Nixon Moreno –quien sólo espera el aval del Ministerio del Interior para salir de ahí como refugiado– insiste en enviar un llamado a la sensatez, para que cesen los hostigamientos.
Cuerpos de seguridad del Estado y funcionarios del CICPC llegaron al lugar para efectuar las inspecciones pertinentes. En oportunidades anteriores los volantes dejados, luego de las bombas, señalan al grupo armado “La Piedrita” como los protagonistas. En esta ocasión, no se distribuyeron panfletos alusivos a ningún grupo ni se ha encontrado nada que reivindique el ataque.
ANTECEDENTE. El último de los ataques anteriores a éste se registró el pasado 19 de enero, también con el uso de bombas lacrimógenas. Nixon Moreno tuvo que refugiarse en aquel lugar. El Vaticano le concedió asilo en junio de 2008, pero el gobierno no le ha otorgado el salvoconducto para abandonar el país.
Agencias en Caracas, Crónica, 5 de febrero.
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