El presidente Felipe Calderón aseguró que México exige lealtad y el cierre de filas en la lucha contra quienes pretenden minar a las instituciones, haciendo a un lado el catastrofismo y el alarmismo que ignora los esfuerzos que se hacen para superar los desafíos que enfrenta el país.
Se manifestó por “acotar los personalismos e intereses que medran con infundadas profecías de desastre que sólo generan desaliento”, y sostuvo que no es tiempo de actitudes protagónicas ni egoístas.
Al conmemorar en Querétaro el 92 aniversario de la promulgación de la Constitución, el jefe del Ejecutivo dijo que si se pretende sembrar desaliento o desesperanza para satisfacer ambiciones, vanidades o intereses personales o de grupo, el que pierde es México.
“Nadie puede tratar de buscar laureles a partir de socavar las instituciones democráticas del país. Hay quienes quisieran ver debilitada a la nación y a las instituciones”, dijo.
Y advirtió: a quienes “busquen ignorar sus capacidades, quienes quieran ver el fracaso del Estado y apuesten a él. Y al ver fallido su pronóstico trabajen cotidiana e infructuosamente por lograrlo a partir, por cierto, de las mismas libertades que sólo un Estado fuerte y democrático puede garantizarle a los ciudadanos, debe quedar claro que quienes denigran sus atribuciones, su fortaleza y su viabilidad, atentan contra el Estado mismo al intentar socavarlo”.
El presidente Calderón insistió una y otra vez en que el Estado y sus instituciones funcionan, pero que su fortaleza no debe ser pretexto para apostar impunemente y de manera reiterada a su debilitamiento, y que la Constitución, cuya promulgación se recordó ayer, se aplica, incluidas las garantías individuales porque México es un país abierto, de libertades, donde se opina, se discrepa y se decide
democráticamente.
Dijo que la crítica y el análisis que alienta sobre riesgos latentes son valorados, pero consideró que no es tiempo de demeritar, sino de aportar. “Debemos rechazar todos el catastrofismo sin fundamento, particularmente ahora llevado a extremos absurdos, que daña sensiblemente al país, a su imagen internacional, ahuyenta las inversiones y destruye los empleos que los mexicanos necesitan. Hagamos a un lado el alarmismo que ignora los esfuerzos que todos hacemos por superar nuestros desafíos”.
Dijo que los retos exigen mayor unidad y responsabilidad entre los mexicanos y que se puede discrepar “pero no deliberadamente falsear, dividir y enconar. Se puede opinar distinto en el contexto de libertad que el propio Estado garantiza, pero no atentar contra él”.
A la ceremonia realizada en el Teatro de la República donde el constituyente se reunió en 1917, acudieron los representantes de los poderes Judicial y Legislativo, así como diez mandatarios estatales, además de todo el gabinete federal.
- Claves
Pormenores
• Citando a Heriberto Jara, el Presidente recordó que en la propia confección de la Constitución del 17 convergieron radicales y moderados, todos en busca del gran fin de contribuir con el Estado.
• Los órganos autónomos del Estado estuvieron representados por los titulares del IFE y la CNDH, Leonardo Valdés y José Luis Soberanes, respectivamente, sólo faltó Guillermo Ortiz del Banco de México
• Anunció que decretará 2009 como el del 150 aniversario de la reforma liberal.
Se manifestó por “acotar los personalismos e intereses que medran con infundadas profecías de desastre que sólo generan desaliento”, y sostuvo que no es tiempo de actitudes protagónicas ni egoístas.
Al conmemorar en Querétaro el 92 aniversario de la promulgación de la Constitución, el jefe del Ejecutivo dijo que si se pretende sembrar desaliento o desesperanza para satisfacer ambiciones, vanidades o intereses personales o de grupo, el que pierde es México.
“Nadie puede tratar de buscar laureles a partir de socavar las instituciones democráticas del país. Hay quienes quisieran ver debilitada a la nación y a las instituciones”, dijo.
Y advirtió: a quienes “busquen ignorar sus capacidades, quienes quieran ver el fracaso del Estado y apuesten a él. Y al ver fallido su pronóstico trabajen cotidiana e infructuosamente por lograrlo a partir, por cierto, de las mismas libertades que sólo un Estado fuerte y democrático puede garantizarle a los ciudadanos, debe quedar claro que quienes denigran sus atribuciones, su fortaleza y su viabilidad, atentan contra el Estado mismo al intentar socavarlo”.
El presidente Calderón insistió una y otra vez en que el Estado y sus instituciones funcionan, pero que su fortaleza no debe ser pretexto para apostar impunemente y de manera reiterada a su debilitamiento, y que la Constitución, cuya promulgación se recordó ayer, se aplica, incluidas las garantías individuales porque México es un país abierto, de libertades, donde se opina, se discrepa y se decide
democráticamente.
Dijo que la crítica y el análisis que alienta sobre riesgos latentes son valorados, pero consideró que no es tiempo de demeritar, sino de aportar. “Debemos rechazar todos el catastrofismo sin fundamento, particularmente ahora llevado a extremos absurdos, que daña sensiblemente al país, a su imagen internacional, ahuyenta las inversiones y destruye los empleos que los mexicanos necesitan. Hagamos a un lado el alarmismo que ignora los esfuerzos que todos hacemos por superar nuestros desafíos”.
Dijo que los retos exigen mayor unidad y responsabilidad entre los mexicanos y que se puede discrepar “pero no deliberadamente falsear, dividir y enconar. Se puede opinar distinto en el contexto de libertad que el propio Estado garantiza, pero no atentar contra él”.
A la ceremonia realizada en el Teatro de la República donde el constituyente se reunió en 1917, acudieron los representantes de los poderes Judicial y Legislativo, así como diez mandatarios estatales, además de todo el gabinete federal.
- Claves
Pormenores
• Citando a Heriberto Jara, el Presidente recordó que en la propia confección de la Constitución del 17 convergieron radicales y moderados, todos en busca del gran fin de contribuir con el Estado.
• Los órganos autónomos del Estado estuvieron representados por los titulares del IFE y la CNDH, Leonardo Valdés y José Luis Soberanes, respectivamente, sólo faltó Guillermo Ortiz del Banco de México
• Anunció que decretará 2009 como el del 150 aniversario de la reforma liberal.
Lorena López, Milenio, 6 de febrero.
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