“Los legisladores deben impulsar una transformación del modelo, porque no es competitivo ni justo, y este año será complicado, de movimientos sociales, por lo que debemos aprovechar para adoptar decisiones difíciles”, dijo el gobernador de Nuevo León, Natividad González Parás.
Al empezar ayer la 12 Reunión Plenaria de los legisladores del tricolor –en la ciudad de México–, junto con los mandatarios priístas plantearon que el PRI debe impulsar una ley de emergencia económica, lo cual fue abordado –en un receso– por los coordinadores de las bancadas en la Cámara, Emilio Gamboa Patrón, y el Senado, Manlio Fabio Beltrones.
“El problema fundamental es cómo vamos a defender el empleo”, dijo Gamboa en entrevista, en la cual anticipó que se iniciarán negociaciones con el sector privado para evitar que se incrementen los despidos –650 mil entre 2008 y 2009, según González Parás. Lo peor que puede pasar al país –advirtió Gamboa– es que caiga en el desempleo.
Durante la comida con los diputados priístas, Beltrones aseguró que los legisladores están obligados a resolver los problemas del país no sólo en el mediano y largo plazos, sino de manera inmediata, para que México vuelva a ser “poderoso”, y convino en la necesidad de establecer una ley de emergencia. Evaluó que el apremio “amerita que actuemos con velocidad y oportunidad”, y exhortó a los diputados a tomar una decisión antes de que termine la 60 Legislatura.
Desde el inicio de la sesión de trabajo, Gamboa cuestionó que la crisis “no fue bien diagnosticada” por el gobierno de Felipe Calderón. Dijo que “sería criminal que por falta de reflejos” de la administración panista se atrase el ejercicio del gasto público.
Sin embargo, en una amplia exposición, el gobernador de Sinaloa, Jesús Aguilar Padilla, expuso que las reglas de operación para obras y programas de carácter federal constituyen un “procedimiento tortuoso”, en la mayoría de los casos imposible de cumplir y que, cuando de manera repentina, como si se tratara de “la caída de un aerolito”, se ejerce el presupuesto para una obra de carácter federal, a los estados no les queda más que plegarse.
En una primera fase del encuentro, los diputados del PRI escucharon a cuatro gobernadores que expresaron sus puntos de vista sobre la crisis económica y la inacción del gobierno federal. González Parás alertó que 2009 será un año “de pobreza y desempleo”, en el que la administración federal deberá atender, primero, las necesidades de corto plazo. “Debemos aplicarnos a enfrentar la crisis con mucha urgencia: ¡ya, hoy!”, advirtió.
Sostuvo que para el país se anticipan “vientos desfavorables”, porque sufre dos crisis de manera simultánea: la de inseguridad, producto del crimen organizado que, aseguró, atenta contra la vida del Estado, y la de carácter económico, que el año pasado provocó la pérdida de 350 mil empleos y en 2009 generará otros 300 mil.
Asimismo, dijo que ejecutivos estatales y legisladores deben respaldar a los candidatos del PRI a diputados federales y gobernadores, para “hacer frente en la batalla contra las acechanzas del partido en el gobierno y la tentación de utilizar el presupuesto federal” en su favor.
Aguilar Padilla consideró que hay un exceso de centralismo en la aplicación de los programas sociales, y puso como ejemplos el Especial Concurrente (PEC) para el campo, así como los que ejercen la Comisión Nacional del Agua y las secretarías de Economía y Desarrollo Social.
Dijo que las reglas de operación de los programas están diseñadas para convertirse “en procedimientos tortuosos”, y aseguró que si en el PEC es prácticamente imposible cumplir con los requisitos, “la cosa es más patética en Economía y en Desarrollo Social”.
Enrique Méndez, La Jornada, 31 de enero.
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