El PRD en la Cámara de Diputados advirtió que el gobierno de Felipe Calderón se verá obligado a recurrir, a mediados del presente año, a un déficit presupuestario de cuatro a cinco puntos porcentuales del producto interno bruto. Ante la inminente caída de la recaudación fiscal y el término de la cobertura a la producción del petróleo mexicano, la administración calderonista tendrá que reducir en unos 400 mil millones de pesos el gasto en el sector público.
A lo largo de la reunión plenaria de diputados perredistas celebrada en un hotel de la ciudad de México, se determinó impulsar como idea central el derrumbe del sistema económico neoliberal, y la urgencia de un nuevo esquema de relaciones económicas a escalas internacional y local. En sus prioridades, los representantes populares del perredismo acordaron impulsar la renegociación de todos los acuerdos del capítulo agropecuario de los tratados de libre comercio firmados por México.
Especial mención mereció el tratado con Estados Unidos que sería modificado, tras la determinación del partido del sol azteca, en su ámbito agropecuario. “Estados Unidos pretende renegociar con México el TLCAN en las áreas de trabajo, migración y energía; si dejamos a ese país que impulse tal idea y Felipe Calderón se mantiene en la ortodoxia, lo van a convencer de alcanzar un acuerdo, mientras él simplemente obedecerá los dictámenes de Barack Obama sin proponer ni impulsar un cambio: nosotros le exigiremos que negocie el capítulo agropecuario, porque es ahí donde México ha sufrido las más dramáticas derrotas en materia de intercambio comercial”, replicó Juan Guerra Ochoa.
Los diputados federales del PRD acometerán el próximo periodo de sesiones de la Cámara de Diputados, y último de la legislatura número 60, con las siguientes propuestas: ley de austeridad para la administración pública federal que implique una reducción notable a los altos salarios de los funcionarios federales; normar las prestaciones de los funcionarios, “como los seguros médicos privados, que son ¡una vergüenza!, porque el gobierno ha dejado caer al ISSSTE y éstos se atienden en clínicas y hospitales privados”, expuso el coordinador parlamentario de los perredistas, Javier González Garza.
En conferencia de prensa organizada por el vocero, Camerino Márquez, González Garza expuso que los perredistas sí respaldarán las medidas económicas que aseguren bienestar para la mayoría de los mexicanos, “pero, si se pretende salvar a los banqueros, vamos a estar absolutamente en contra; aunque al gobierno del señor Calderón le dé miedo, vamos a nacionalizar empresas, ¡hagámoslo! , porque nosotros no vamos a salvar ninguna como ocurrió con el Fobaproa”. Al abordar el tema de la renegociación de tratado de libre comercio, el coordinador de la bancada del sol azteca en San Lázaro insistió en que para su partido es necesario poner condiciones a los países contrapartes, porque lo que nos interesa es, dijo, arreglar las grandes diferencias comparativas que se han originado a raíz de la desproporción económica y comercial.
A esto se sumarían, como propuestas perredistas, una ley de salarios máximos, con objeto de que ningún funcionario gane más que el presidente de la República; la defensa del Estado laico, “porque el PAN quiere que todos los mexicanos uniformemente seamos católicos, eso es imposible, pero si así lo consideran que lo digan públicamente, y nosotros vamos a defender con todo el Estado laico”, insistió González Garza.
En los próximos meses el PRD impulsará el tema de la soberanía alimentaria, con objeto de no depender ya del extranjero en ese ámbito.
La urgencia de instaurar nuevas y audaces medidas económicas que atemperen las dificultades por venir, propiciaron una exigencia del PRD para que el gobierno de Felipe Calderón eche mano de los recursos autorizados en el presupuesto:
“El problema es que este gobierno se quiere esperar para gastar los recursos. Ahí está el ejemplo de la refinería que Calderón dio a conocer, pero hasta ahora no sabemos dónde ni qué tipo de proyecto existe, y eso ahora se requiere ya porque generará movilidad y consumo. Es importante que el gobierno respete la ley, que haga un esfuerzo mayor para conservar la planta productiva, y universalice programas como el de 70 y más, que nos costó muchísimo, pero que finalmente sería un detonante de consumo de los bienes producidos en el país”.
A lo largo de la reunión plenaria de diputados perredistas celebrada en un hotel de la ciudad de México, se determinó impulsar como idea central el derrumbe del sistema económico neoliberal, y la urgencia de un nuevo esquema de relaciones económicas a escalas internacional y local. En sus prioridades, los representantes populares del perredismo acordaron impulsar la renegociación de todos los acuerdos del capítulo agropecuario de los tratados de libre comercio firmados por México.
Especial mención mereció el tratado con Estados Unidos que sería modificado, tras la determinación del partido del sol azteca, en su ámbito agropecuario. “Estados Unidos pretende renegociar con México el TLCAN en las áreas de trabajo, migración y energía; si dejamos a ese país que impulse tal idea y Felipe Calderón se mantiene en la ortodoxia, lo van a convencer de alcanzar un acuerdo, mientras él simplemente obedecerá los dictámenes de Barack Obama sin proponer ni impulsar un cambio: nosotros le exigiremos que negocie el capítulo agropecuario, porque es ahí donde México ha sufrido las más dramáticas derrotas en materia de intercambio comercial”, replicó Juan Guerra Ochoa.
Los diputados federales del PRD acometerán el próximo periodo de sesiones de la Cámara de Diputados, y último de la legislatura número 60, con las siguientes propuestas: ley de austeridad para la administración pública federal que implique una reducción notable a los altos salarios de los funcionarios federales; normar las prestaciones de los funcionarios, “como los seguros médicos privados, que son ¡una vergüenza!, porque el gobierno ha dejado caer al ISSSTE y éstos se atienden en clínicas y hospitales privados”, expuso el coordinador parlamentario de los perredistas, Javier González Garza.
En conferencia de prensa organizada por el vocero, Camerino Márquez, González Garza expuso que los perredistas sí respaldarán las medidas económicas que aseguren bienestar para la mayoría de los mexicanos, “pero, si se pretende salvar a los banqueros, vamos a estar absolutamente en contra; aunque al gobierno del señor Calderón le dé miedo, vamos a nacionalizar empresas, ¡hagámoslo! , porque nosotros no vamos a salvar ninguna como ocurrió con el Fobaproa”. Al abordar el tema de la renegociación de tratado de libre comercio, el coordinador de la bancada del sol azteca en San Lázaro insistió en que para su partido es necesario poner condiciones a los países contrapartes, porque lo que nos interesa es, dijo, arreglar las grandes diferencias comparativas que se han originado a raíz de la desproporción económica y comercial.
A esto se sumarían, como propuestas perredistas, una ley de salarios máximos, con objeto de que ningún funcionario gane más que el presidente de la República; la defensa del Estado laico, “porque el PAN quiere que todos los mexicanos uniformemente seamos católicos, eso es imposible, pero si así lo consideran que lo digan públicamente, y nosotros vamos a defender con todo el Estado laico”, insistió González Garza.
En los próximos meses el PRD impulsará el tema de la soberanía alimentaria, con objeto de no depender ya del extranjero en ese ámbito.
La urgencia de instaurar nuevas y audaces medidas económicas que atemperen las dificultades por venir, propiciaron una exigencia del PRD para que el gobierno de Felipe Calderón eche mano de los recursos autorizados en el presupuesto:
“El problema es que este gobierno se quiere esperar para gastar los recursos. Ahí está el ejemplo de la refinería que Calderón dio a conocer, pero hasta ahora no sabemos dónde ni qué tipo de proyecto existe, y eso ahora se requiere ya porque generará movilidad y consumo. Es importante que el gobierno respete la ley, que haga un esfuerzo mayor para conservar la planta productiva, y universalice programas como el de 70 y más, que nos costó muchísimo, pero que finalmente sería un detonante de consumo de los bienes producidos en el país”.
Roberto Garduño, La Jornada, 31 de enero.
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