Por su condición de asambleísta del departamento del Valle del Cauca, López se ubicó a la cabeza de la lista de personajes que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia buscan canjear por 500 rebeldes presos en Colombia y EU. Además de abogado, López, a lo largo de su carrera política, se ha desempeñado como concejal, secretario de Obras de la región y alcalde de Pradera, su pueblo natal, lo que pesó en la decisión de las FARC de tenerlo como “prisionero político”.
El ex diputado, quien fue retenido junto a otros 11 asambleístas en 2002 por las FARC, logró soportar el largo cautiverio gracias a su fe en Dios. El destino lo salvó de morir en junio de 2007 en el incidente en que perdieron la vida los demás ex diputados secuestrados. “Se convirtieron en los hermanos que nunca tuve y con quienes compartí el infierno”, dijo López sobre sus colegas muertos, en una de las pocas pruebas de vida conocidas tras su secuestro.
Agencias en Bogotá, Milenio, 6 de febrero.
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