De forma acelerada, con dispensa de trámites y casi en secreto, para evitar que las presiones y el cabildeo de las televisoras frenaran nuevamente el dictamen, el Senado de la República aprobó ayer modificaciones a la Ley Federal de Radio y Televisión que armonizan esta legislación con el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe).
Ya no caben confusiones, interpretaciones equívocas, de buena o mala fe, resaltó Santiago Creel en alusión al conflicto entre el Instituto Federal Electoral (IFE) y Televisa y Tv Azteca por la decisión de éstas de transmitir en bloque, interrumpiendo eventos deportivos, los promocionales de los partidos políticos.
La reforma obliga a los dueños de las estaciones de radio y televisión a reconocer al IFE como autoridad única en materia de propaganda política y de elecciones y a transmitir íntegramente y en los horarios señalados en las pautas correspondientes, los mensajes y programas que ordene.
De acuerdo con el inciso cuarto del artículo 79-A de esa ley de medios electrónicos, los concesionarios no podrán alterar las pautas ni exigir requisitos adicionales a los aprobados por el IFE, además de que están obligados a poner a disposición de ese instituto el tiempo que le corresponda administrar, que son 48 minutos diarios en cada estación televisiva o emisora radial.
El presidente de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía, Carlos Sotelo, reconoció que fue penoso que esos cambios a la ley debieran aprobarse de forma tan rápida, sin debate alguno, con la dispensa de primera y segunda lecturas, pero era la única forma de sacar esa reforma legal, que estaba congelada desde junio del año pasado.
El dictamen se basó en la iniciativa elaborada por el senador panista Ricardo García Cervantes, aunque se eliminó señalar de manera expresa que en caso de infracciones graves y sistemáticas a las recientes disposiciones electorales, el IFE pedirá que se revoque la concesión a la empresa en cuestión.
Sólo se indica en el nuevo artículo 107 de la ley que en esos casos el instituto dará cuenta a la autoridad competente, para los efectos correspondientes, es decir, para que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes decida si procede la revocación de la concesión respectiva.
Al respecto, los senadores Sotelo y Santiago Creel coincidieron en que no podían ir más allá de lo contenido en la Constitución y el Cofipe, y sostuvieron que de todas formas esa reforma a la citada ley es un avance, ya que señala con claridad las obligaciones de los permisionarios y concesionarios y las responsabilidades del IFE en materia de radio y televisión.
Sotelo recordó que en tres ocasiones anteriores debieron retirar el dictamen, porque las dos grandes televisoras lograron incidir en la decisión de los grupos parlamentarios. Por ello ayer el dictamen no apareció en la Gaceta Parlamentaria, y fue cinco minutos antes de que se subiera al pleno –poco antes de las tres de la tarde– cuando se repartió entre los legisladores, antes de su votación.
Ya no caben confusiones, interpretaciones equívocas, de buena o mala fe, resaltó Santiago Creel en alusión al conflicto entre el Instituto Federal Electoral (IFE) y Televisa y Tv Azteca por la decisión de éstas de transmitir en bloque, interrumpiendo eventos deportivos, los promocionales de los partidos políticos.
La reforma obliga a los dueños de las estaciones de radio y televisión a reconocer al IFE como autoridad única en materia de propaganda política y de elecciones y a transmitir íntegramente y en los horarios señalados en las pautas correspondientes, los mensajes y programas que ordene.
De acuerdo con el inciso cuarto del artículo 79-A de esa ley de medios electrónicos, los concesionarios no podrán alterar las pautas ni exigir requisitos adicionales a los aprobados por el IFE, además de que están obligados a poner a disposición de ese instituto el tiempo que le corresponda administrar, que son 48 minutos diarios en cada estación televisiva o emisora radial.
El presidente de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía, Carlos Sotelo, reconoció que fue penoso que esos cambios a la ley debieran aprobarse de forma tan rápida, sin debate alguno, con la dispensa de primera y segunda lecturas, pero era la única forma de sacar esa reforma legal, que estaba congelada desde junio del año pasado.
El dictamen se basó en la iniciativa elaborada por el senador panista Ricardo García Cervantes, aunque se eliminó señalar de manera expresa que en caso de infracciones graves y sistemáticas a las recientes disposiciones electorales, el IFE pedirá que se revoque la concesión a la empresa en cuestión.
Sólo se indica en el nuevo artículo 107 de la ley que en esos casos el instituto dará cuenta a la autoridad competente, para los efectos correspondientes, es decir, para que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes decida si procede la revocación de la concesión respectiva.
Al respecto, los senadores Sotelo y Santiago Creel coincidieron en que no podían ir más allá de lo contenido en la Constitución y el Cofipe, y sostuvieron que de todas formas esa reforma a la citada ley es un avance, ya que señala con claridad las obligaciones de los permisionarios y concesionarios y las responsabilidades del IFE en materia de radio y televisión.
Sotelo recordó que en tres ocasiones anteriores debieron retirar el dictamen, porque las dos grandes televisoras lograron incidir en la decisión de los grupos parlamentarios. Por ello ayer el dictamen no apareció en la Gaceta Parlamentaria, y fue cinco minutos antes de que se subiera al pleno –poco antes de las tres de la tarde– cuando se repartió entre los legisladores, antes de su votación.
Andrea Becerril, La Jornada, 18 de febrero.
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