El proceso de liberación de políticos rehenes de las FARC en Colombia culminó a principios de febrero con la liberación del último plagiado. Óscar Tulio Lizcano tiene el triste "privilegio" de haber sido el primer prisionero con propósitos de intercambio por guerrilleros.
Ahora cuenta a los lectores de REFORMA su cautiverio de más de ocho años, cómo se volvió poeta en medio de la soledad, cómo se escapó con su carcelero caminando tres días y tres noches por la selva y cómo cree que la Virgen de Guadalupe tuvo mucho que ver.
En todos esos años sólo habló con 17 personas, alcanzó a ver el Sol dos veces y dio clases de economía en un salón imaginario cuyos alumnos eran palitos enterrados en el suelo.
Martha, su esposa por más de 30 años, tuvo que soportar su ausencia y su secuestro y, por si eso fuera poco, el plagio de su hijo menor durante tres meses. Se convirtió en la abanderada de la lucha por la liberación de su marido y otros rehenes. Durante el cautiverio de Óscar, Martha tuvo siempre algún mensaje de esperanza y amor para su esposo.
Ambos están ahora reconstruyendo la familia que proyectaron cuando eran apenas dos jóvenes amigos.
Hoy, ella sólo quiere abrazarlo y tomar un helado en su compañía y la de sus dos hijos.
Ahora cuenta a los lectores de REFORMA su cautiverio de más de ocho años, cómo se volvió poeta en medio de la soledad, cómo se escapó con su carcelero caminando tres días y tres noches por la selva y cómo cree que la Virgen de Guadalupe tuvo mucho que ver.
En todos esos años sólo habló con 17 personas, alcanzó a ver el Sol dos veces y dio clases de economía en un salón imaginario cuyos alumnos eran palitos enterrados en el suelo.
Martha, su esposa por más de 30 años, tuvo que soportar su ausencia y su secuestro y, por si eso fuera poco, el plagio de su hijo menor durante tres meses. Se convirtió en la abanderada de la lucha por la liberación de su marido y otros rehenes. Durante el cautiverio de Óscar, Martha tuvo siempre algún mensaje de esperanza y amor para su esposo.
Ambos están ahora reconstruyendo la familia que proyectaron cuando eran apenas dos jóvenes amigos.
Hoy, ella sólo quiere abrazarlo y tomar un helado en su compañía y la de sus dos hijos.
Homero Fernández, Reforma, 15 de febrero.
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