Una pesadilla que duró más de siete años, en la que estuvo privado de la libertad en las entrañas de la selva colombiana, terminó ayer para el ex gobernador del departamento del Meta, Alan Jara, al reencontrarse con su familia y lanzar un yo acuso contra el presidente Álvaro Uribe, por su indiferencia en las gestiones para buscar el rescate de más cautivos en poder de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Jara, tras abrazarse con su esposa y su hijo y agradecer la ayuda de la comunidad internacional y de la congresista Piedad Córdoba, por no ceder en sus gestiones como mediadora, denunció a Uribe por no hacer nada por los rehenes de las FARC y agregó que por su actitud parece “que le convenga la situación de guerra que vive el país”.
El ex gobernante declaró lo anterior en una rueda de prensa en Villavicencio, capital de Meta, adonde fue trasladado por una misión humanitaria desde las selvas del Guaviare, en el sur del país, donde estuvo cautivo desde julio de 2001.
“Lo digo con claridad, siento de todo corazón que Uribe no hizo nada por la libertad de nosotros”, manifestó Jara, quien matizó que “la actitud del presidente Uribe no ha ayudado para nada a que se produzca el intercambio humanitario y por ende la liberación de los prisioneros”.
AMARGURA. “Y no lo digo con resentimiento, ni con amargura por los años que tuve que pasar allá (en la selva), sino porque ése es el análisis que se hace”, agregó.
En su testimonio ante la prensa, Jara advirtió que iba a decir una “perversidad” antes de asegurar que “pareciera que al presidente le convenga la situación de guerra que se vive en el país, y pareciera que a las FARC les gusta que Uribe esté en el poder”.
HIJO. Por otra parte, al estar cerca de su esposa y su hijo, Jara reveló que le dolía no haber visto crecer a su hijo, pero “gracias a la magia de la radio lo oí crecer”.
“Allá en la selva, allá a medianoche, uno cierra los ojos y se transporta literalmente a un viaje abstracto, al sitio donde uno supone que está la familia. Los veo sentados en la cama o en un sillón verde que era mío y supongo que lo están usando”, narró Jara.
Las declaraciones del ex gobernador fueron en alusión a los programas de radio, mediante los cuales su hijo Alan Felipe y su esposa Claudia Rugeles le enviaban semanalmente mensajes de aliento y solidaridad.
En su encuentro con la prensa, Jara recordó que su hijo tenía siete años y medio cuando él fue secuestrado por la guerrilla de las FARC, durante un viajaba al municipio de Lejanías, en un vehículo de Naciones Unidas, y ahora Alan Felipe ya tiene 15 años.
En castigo
- Dos rehenes llevan dos años encadenados
Alan Jara, el ex gobernador colombiano de Meta liberado ayer por la guerrilla de las FARC tras más de siete años de cautiverio, reveló que dos rehenes están encadenados desde hace dos años, en castigo por no haberles dejado bien puestas las cadenas en una ocasión.
“Llevan dos años encadenados día y noche —aseguró—. A dos de ellos, por error de la guerrilla, los sancionaron no quitándoselas (las cadenas). Las tienen todo el día. Si uno va al baño, el otro tiene que ir con él. Es denigrante”, aseguró.
Aunque no pudo traer pruebas de supervivencia, Jara señaló que compartió secuestro con el general Luis Mendieta y los cabos Libio Martínez y Pablo Moncayo. “Hay que ir por ellos, Piedad”, dijo, al dirigirse a la congresista Piedad Córdoba, mediadora en las liberaciones.
Jara manifestó que no ve una salida diferente a la negociada. Por esa razón, anunció su ingreso a la organización Colombianos por la Paz. “Espero que me reciban”, agregó.
Recordó que para los cautivos “fue una inyección de vida” la liberación de Clara Rojas y Consuelo de Perdomo porque se dieron cuenta de que sí contaban para Colombia. (El Tiempo de Bogotá)
Jara, tras abrazarse con su esposa y su hijo y agradecer la ayuda de la comunidad internacional y de la congresista Piedad Córdoba, por no ceder en sus gestiones como mediadora, denunció a Uribe por no hacer nada por los rehenes de las FARC y agregó que por su actitud parece “que le convenga la situación de guerra que vive el país”.
El ex gobernante declaró lo anterior en una rueda de prensa en Villavicencio, capital de Meta, adonde fue trasladado por una misión humanitaria desde las selvas del Guaviare, en el sur del país, donde estuvo cautivo desde julio de 2001.
“Lo digo con claridad, siento de todo corazón que Uribe no hizo nada por la libertad de nosotros”, manifestó Jara, quien matizó que “la actitud del presidente Uribe no ha ayudado para nada a que se produzca el intercambio humanitario y por ende la liberación de los prisioneros”.
AMARGURA. “Y no lo digo con resentimiento, ni con amargura por los años que tuve que pasar allá (en la selva), sino porque ése es el análisis que se hace”, agregó.
En su testimonio ante la prensa, Jara advirtió que iba a decir una “perversidad” antes de asegurar que “pareciera que al presidente le convenga la situación de guerra que se vive en el país, y pareciera que a las FARC les gusta que Uribe esté en el poder”.
HIJO. Por otra parte, al estar cerca de su esposa y su hijo, Jara reveló que le dolía no haber visto crecer a su hijo, pero “gracias a la magia de la radio lo oí crecer”.
“Allá en la selva, allá a medianoche, uno cierra los ojos y se transporta literalmente a un viaje abstracto, al sitio donde uno supone que está la familia. Los veo sentados en la cama o en un sillón verde que era mío y supongo que lo están usando”, narró Jara.
Las declaraciones del ex gobernador fueron en alusión a los programas de radio, mediante los cuales su hijo Alan Felipe y su esposa Claudia Rugeles le enviaban semanalmente mensajes de aliento y solidaridad.
En su encuentro con la prensa, Jara recordó que su hijo tenía siete años y medio cuando él fue secuestrado por la guerrilla de las FARC, durante un viajaba al municipio de Lejanías, en un vehículo de Naciones Unidas, y ahora Alan Felipe ya tiene 15 años.
En castigo
- Dos rehenes llevan dos años encadenados
Alan Jara, el ex gobernador colombiano de Meta liberado ayer por la guerrilla de las FARC tras más de siete años de cautiverio, reveló que dos rehenes están encadenados desde hace dos años, en castigo por no haberles dejado bien puestas las cadenas en una ocasión.
“Llevan dos años encadenados día y noche —aseguró—. A dos de ellos, por error de la guerrilla, los sancionaron no quitándoselas (las cadenas). Las tienen todo el día. Si uno va al baño, el otro tiene que ir con él. Es denigrante”, aseguró.
Aunque no pudo traer pruebas de supervivencia, Jara señaló que compartió secuestro con el general Luis Mendieta y los cabos Libio Martínez y Pablo Moncayo. “Hay que ir por ellos, Piedad”, dijo, al dirigirse a la congresista Piedad Córdoba, mediadora en las liberaciones.
Jara manifestó que no ve una salida diferente a la negociada. Por esa razón, anunció su ingreso a la organización Colombianos por la Paz. “Espero que me reciban”, agregó.
Recordó que para los cautivos “fue una inyección de vida” la liberación de Clara Rojas y Consuelo de Perdomo porque se dieron cuenta de que sí contaban para Colombia. (El Tiempo de Bogotá)
Agencias en Bogotá, Crónica, 4 de febrero.
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