El presidente Felipe Calderón hizo un reconocimiento a los militares y soldados del aire que rechazan sobornos de las organizaciones criminales y los calificó de “héroes” y “la reserva moral de nuestro país”.
Durante la ceremonia del Día de la Fuerza Aérea, el mandatario señaló: “Los soldados de México son una reserva de hombres que ni la seducción ni el miedo alcanzan a corromper, son garantía verdadera de la nación”.
En la base aérea de Santa Lucía, el primer mandatario refrendó lo dicho el lunes por el secretario de la Defensa, Guillermo Galván –durante la ceremonia de la 96 Marcha de la Lealtad– en torno a la lucha contra el crimen organizado, al señalar que su gobierno no dará marcha atrás.
“Nada nos intimida y nada nos detendrá, y ese es el aliento vital que mueve a los integrantes de nuestros institutos militares”, señaló.
Acompañado por los secretarios de Marina, Defensa, Comunicaciones y Transportes, así como por el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, el presidente recordó a los caídos en la lucha contra el crimen organizado que, dijo, se da sin “flaquezas ni titubeos”.
En especial, hizo mención a la muerte del general Mauro Tello Quiñones, asesinado la semana pasada en Quintana Roo y para quien pidió que se guardara un minuto de silencio.
Tras encomiar la valentía de los militares y soldados del aire para combatir al crimen organizado, el presidente Calderón evocó palabras del general Vicente Riva Palacio, quien apuntaba que “toda sociedad guarda en su seno un germen incorruptible de moralidad y un núcleo de hombres que ni la seducción ni el miedo alcanzan a corromper”.
Calderón dijo concebir de este modo a los soldados de México. “Como presidente de la república me siento muy honrado de comandar a una institución surgida del pueblo, identificada plenamente con valores que unen a los mexicanos y consagrada a la defensa de los intereses superiores de la nación”, señaló.
Y abundó: “De cara a los retos que tenemos por delante, los instruyo a mantener en alto el honor, el prestigio y la grandeza de la aviación militar, a escribir nuevas páginas de gloria en la protección de los mexicanos, en la defensa de la nación”.
Reiteró la conducta honesta de muchos integrantes de las fuerzas armadas e hizo ver que sin vacilaciones han contribuido a los mayores decomisos de armas, de dinero ilícito o de droga, “y lo han hecho a costa de la propia vida”.
Los felicitó porque están en la primera línea de combate para cerrar el paso a las bandas de delincuentes que amenazan al país, para responder a quienes desafían al Estado con sus actividades delictivas y acciones violentas y garantizan así la seguridad interna de la nación.
“Las fuerzas armadas ponen en esta tarea arrojo, empeño y capacidad. Sin titubeos ni distingos golpean a las organizaciones criminales más peligrosas de la nación”, reiteró.
Durante la ceremonia, el mandatario entregó condecoraciones y menciones honoríficas “Al Mérito en Campaña contra el Narcotráfico” a militares que se destacaron por sus acciones en esta lucha.
En el discurso le antecedió el general de división piloto aviador, diplomado de Estado Mayor Aéreo, Leonardo González García, quien dijo que el profesionalismo de las fuerzas armadas siempre ha estado presente como esencia del cotidiano devenir.
Como parte de los festejos, se realizó una exhibición de salto en masa desde tres aviones Hércules C-130, que efectuó personal de la Brigada de Fusileros y se dio una explicación del gigantesco helicóptero MI-26T, con su fuselaje de 33.74 metros, altura de 8.14 metros y un peso de 28 mil 600 kilogramos, que tiene una capacidad de carga de 20 mil kilogramos que puede transportar hasta 86 elementos con sus equipos de paracaidistas.
Durante la ceremonia del Día de la Fuerza Aérea, el mandatario señaló: “Los soldados de México son una reserva de hombres que ni la seducción ni el miedo alcanzan a corromper, son garantía verdadera de la nación”.
En la base aérea de Santa Lucía, el primer mandatario refrendó lo dicho el lunes por el secretario de la Defensa, Guillermo Galván –durante la ceremonia de la 96 Marcha de la Lealtad– en torno a la lucha contra el crimen organizado, al señalar que su gobierno no dará marcha atrás.
“Nada nos intimida y nada nos detendrá, y ese es el aliento vital que mueve a los integrantes de nuestros institutos militares”, señaló.
Acompañado por los secretarios de Marina, Defensa, Comunicaciones y Transportes, así como por el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, el presidente recordó a los caídos en la lucha contra el crimen organizado que, dijo, se da sin “flaquezas ni titubeos”.
En especial, hizo mención a la muerte del general Mauro Tello Quiñones, asesinado la semana pasada en Quintana Roo y para quien pidió que se guardara un minuto de silencio.
Tras encomiar la valentía de los militares y soldados del aire para combatir al crimen organizado, el presidente Calderón evocó palabras del general Vicente Riva Palacio, quien apuntaba que “toda sociedad guarda en su seno un germen incorruptible de moralidad y un núcleo de hombres que ni la seducción ni el miedo alcanzan a corromper”.
Calderón dijo concebir de este modo a los soldados de México. “Como presidente de la república me siento muy honrado de comandar a una institución surgida del pueblo, identificada plenamente con valores que unen a los mexicanos y consagrada a la defensa de los intereses superiores de la nación”, señaló.
Y abundó: “De cara a los retos que tenemos por delante, los instruyo a mantener en alto el honor, el prestigio y la grandeza de la aviación militar, a escribir nuevas páginas de gloria en la protección de los mexicanos, en la defensa de la nación”.
Reiteró la conducta honesta de muchos integrantes de las fuerzas armadas e hizo ver que sin vacilaciones han contribuido a los mayores decomisos de armas, de dinero ilícito o de droga, “y lo han hecho a costa de la propia vida”.
Los felicitó porque están en la primera línea de combate para cerrar el paso a las bandas de delincuentes que amenazan al país, para responder a quienes desafían al Estado con sus actividades delictivas y acciones violentas y garantizan así la seguridad interna de la nación.
“Las fuerzas armadas ponen en esta tarea arrojo, empeño y capacidad. Sin titubeos ni distingos golpean a las organizaciones criminales más peligrosas de la nación”, reiteró.
Durante la ceremonia, el mandatario entregó condecoraciones y menciones honoríficas “Al Mérito en Campaña contra el Narcotráfico” a militares que se destacaron por sus acciones en esta lucha.
En el discurso le antecedió el general de división piloto aviador, diplomado de Estado Mayor Aéreo, Leonardo González García, quien dijo que el profesionalismo de las fuerzas armadas siempre ha estado presente como esencia del cotidiano devenir.
Como parte de los festejos, se realizó una exhibición de salto en masa desde tres aviones Hércules C-130, que efectuó personal de la Brigada de Fusileros y se dio una explicación del gigantesco helicóptero MI-26T, con su fuselaje de 33.74 metros, altura de 8.14 metros y un peso de 28 mil 600 kilogramos, que tiene una capacidad de carga de 20 mil kilogramos que puede transportar hasta 86 elementos con sus equipos de paracaidistas.
Cecilia Téllez en Tecámac, Crónica, 11 de febrero.
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