La decisión de dar marcha atrás al alza en percepciones de los consejeros del Instituto Federal Electoral (IFE) no fue producto de una orden de la Cámara de Diputados, aseguró el consejero Marco Antonio Baños.
“Evidentemente el IFE, bajo ninguna consideración, va a permitir que por alguna decisión de otras instancias se ponga en peligro la autonomía de la institución”, señaló.
Dijo que los diputados tienen el derecho de expresar sus puntos de vista, pero el IFE toma sus decisiones en el marco de sus atribuciones.
“La burbuja que se creo en estos dos días sobre el tema, me parece innecesaria”, consideró.
Los nueve consejeros oficializaron su decisión de no aceptar el aumento de 46%, con el cual sus salarios llegarían a 330 mil pesos mensuales.
Esto, luego de la avalancha de criticas, incluido el Poder Legislativo, por el aumento en medio de la crisis económica y de la profundización en los niveles del desempleo en el país.
Baños rechazó versiones de división en ese Instituto por el tema de los salarios.
“Los nueve consejeros estuvimos en presencia de todos ustedes y está clara la decisión de los nueve; los nueve firmamos el comunicado”, comentó en conferencia de prensa.
Mientras, fuera del edificio del IFE, un grupo de mujeres desplegó pancartas para criticar, entre gritos, la intentona de los consejeros ciudadanos de incrementar sus percepciones.
Un grupo de trabajadores se plantaron en el inmueble donde mostraron pancartas al paso de éstos con la misma protesta.
Estos últimos cuestionaron que los consejeros pretendieran autorizarse un ingreso diario de casi 11 mil pesos, mientras que a los trabajadores de limpia no se les otorga el servicio de comedor, de 10 pesos, porque no son empleados del IFE.
Los nueve consejeros del IFE se presentaron ante los medios de comunicación, y dieron a conocer un comunicado de siete párrafos en el que confirman su decisión de dar marcha atrás al aumento.
“No podemos ser insensibles ante la realidad que afecta a los propios trabajadores del Instituto”, dice el documento.
El presidente del IFE, Leonardo Valdés, así como los consejeros Virgilio Andrade, Benito Nacif, Macarita Elizondo, Francisco Guerrero, Marco Gómez, Marco Baños y Arturo Sánchez abandonaron la sala de prensa, en medio de las preguntas de los reporteros.
Alfredo Figueroa especificó que los recursos que estaban destinados al incremento (casi un millón de pesos) se reintegra a la administración del IFE y será la Junta General Ejecutiva la que determine su destino.
“Evidentemente el IFE, bajo ninguna consideración, va a permitir que por alguna decisión de otras instancias se ponga en peligro la autonomía de la institución”, señaló.
Dijo que los diputados tienen el derecho de expresar sus puntos de vista, pero el IFE toma sus decisiones en el marco de sus atribuciones.
“La burbuja que se creo en estos dos días sobre el tema, me parece innecesaria”, consideró.
Los nueve consejeros oficializaron su decisión de no aceptar el aumento de 46%, con el cual sus salarios llegarían a 330 mil pesos mensuales.
Esto, luego de la avalancha de criticas, incluido el Poder Legislativo, por el aumento en medio de la crisis económica y de la profundización en los niveles del desempleo en el país.
Baños rechazó versiones de división en ese Instituto por el tema de los salarios.
“Los nueve consejeros estuvimos en presencia de todos ustedes y está clara la decisión de los nueve; los nueve firmamos el comunicado”, comentó en conferencia de prensa.
Mientras, fuera del edificio del IFE, un grupo de mujeres desplegó pancartas para criticar, entre gritos, la intentona de los consejeros ciudadanos de incrementar sus percepciones.
Un grupo de trabajadores se plantaron en el inmueble donde mostraron pancartas al paso de éstos con la misma protesta.
Estos últimos cuestionaron que los consejeros pretendieran autorizarse un ingreso diario de casi 11 mil pesos, mientras que a los trabajadores de limpia no se les otorga el servicio de comedor, de 10 pesos, porque no son empleados del IFE.
Los nueve consejeros del IFE se presentaron ante los medios de comunicación, y dieron a conocer un comunicado de siete párrafos en el que confirman su decisión de dar marcha atrás al aumento.
“No podemos ser insensibles ante la realidad que afecta a los propios trabajadores del Instituto”, dice el documento.
El presidente del IFE, Leonardo Valdés, así como los consejeros Virgilio Andrade, Benito Nacif, Macarita Elizondo, Francisco Guerrero, Marco Gómez, Marco Baños y Arturo Sánchez abandonaron la sala de prensa, en medio de las preguntas de los reporteros.
Alfredo Figueroa especificó que los recursos que estaban destinados al incremento (casi un millón de pesos) se reintegra a la administración del IFE y será la Junta General Ejecutiva la que determine su destino.
Jorge Octavio Ochoa, El Universal, 27 de febrero.
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