Éste podría ser el año para el Partido Acción Nacional en el Distrito Federal. La cúpula panista se dice lista para ganar al menos cuatro delegaciones y refrendar Miguel Hidalgo y Benito Juárez, esta última, su mayor bastión panista en la capital.
La victoria de AN en la ciudad dependerá de la combinación de varios factores, ente ellos la “desilusión de los ciudadanos por el partido que los gobierna, debido al mal trabajo y la falta de resultados”, detalla a El Economista, Germán de la Garza, delegado en Benito Juárez.
La lucha se dará en Cuajimalpa, Milpa Alta, Coyoacán, Gustavo A. Madero y se buscará refrendar Miguel Hidalgo y Benito Juárez.
De la Garza afirma que con el trabajo político que se ha hecho en las bases para la ciudadanía, y con el referente que se tiene en las dos delegaciones que gobierna Acción Nacional, “se pueda convencer con una oferta más fresca, más natural, a la ciudadanía a través de las campañas, de que el PAN es una buena opción”.
Lo verdaderamente importante, dice, son las acciones de gobierno, el trato de los jefes delegacionales, de los integrantes del partido, de los seis diputados locales y uno federal de AN, ésas son las que los respaldan camino a los próximos comicios.
Aunque prefiere no calificar el trabajo que ha realizado su líder local, Mariana Gómez del Campo, asevera que éstos “son tiempos de empezar a cosechar más que de calificar”, pues será en la elección del próximo 5 de julio donde se va a evaluar el trabajo de la panista, al igual que el de Germán Martínez a nivel nacional.
Recuperarse del descalabro
Los panistas aún recuerdan el descalabro que sufrieron en la elección local del 2003, donde perdieron cuatro delegaciones. “Hay que ser críticos, entonces el voto no nos favoreció y ahí es donde pasan las facturas los ciudadanos”, recuerda.
El jefe delegacional confía en las encuestas que ha realizado la jefatura delegacional, las cuales miden no sólo la preferencia electoral y la percepción de la ciudadanía, donde “estamos muy por arriba de los otros partidos políticos”, sino también las necesidades y reclamos de sus gobernados.
“Hemos hecho un buen trabajo, las cifras que tenemos previas a la contienda nos dan una cierta ventaja”, aun así no se confía, y puntualiza que continuará trabajando “como lo hemos venido haciendo desde hace dos años y medio, no pretendemos dar un ‘golpe de timón’ porque sería tomarle el pelo a la ciudadanía, vamos a seguir con los miércoles ciudadanos, con jornadas médicas, y las inauguraciones que tenemos previstas”.
La victoria de AN en la ciudad dependerá de la combinación de varios factores, ente ellos la “desilusión de los ciudadanos por el partido que los gobierna, debido al mal trabajo y la falta de resultados”, detalla a El Economista, Germán de la Garza, delegado en Benito Juárez.
La lucha se dará en Cuajimalpa, Milpa Alta, Coyoacán, Gustavo A. Madero y se buscará refrendar Miguel Hidalgo y Benito Juárez.
De la Garza afirma que con el trabajo político que se ha hecho en las bases para la ciudadanía, y con el referente que se tiene en las dos delegaciones que gobierna Acción Nacional, “se pueda convencer con una oferta más fresca, más natural, a la ciudadanía a través de las campañas, de que el PAN es una buena opción”.
Lo verdaderamente importante, dice, son las acciones de gobierno, el trato de los jefes delegacionales, de los integrantes del partido, de los seis diputados locales y uno federal de AN, ésas son las que los respaldan camino a los próximos comicios.
Aunque prefiere no calificar el trabajo que ha realizado su líder local, Mariana Gómez del Campo, asevera que éstos “son tiempos de empezar a cosechar más que de calificar”, pues será en la elección del próximo 5 de julio donde se va a evaluar el trabajo de la panista, al igual que el de Germán Martínez a nivel nacional.
Recuperarse del descalabro
Los panistas aún recuerdan el descalabro que sufrieron en la elección local del 2003, donde perdieron cuatro delegaciones. “Hay que ser críticos, entonces el voto no nos favoreció y ahí es donde pasan las facturas los ciudadanos”, recuerda.
El jefe delegacional confía en las encuestas que ha realizado la jefatura delegacional, las cuales miden no sólo la preferencia electoral y la percepción de la ciudadanía, donde “estamos muy por arriba de los otros partidos políticos”, sino también las necesidades y reclamos de sus gobernados.
“Hemos hecho un buen trabajo, las cifras que tenemos previas a la contienda nos dan una cierta ventaja”, aun así no se confía, y puntualiza que continuará trabajando “como lo hemos venido haciendo desde hace dos años y medio, no pretendemos dar un ‘golpe de timón’ porque sería tomarle el pelo a la ciudadanía, vamos a seguir con los miércoles ciudadanos, con jornadas médicas, y las inauguraciones que tenemos previstas”.
Lizbeth Padilla, El Economista, 10 de febrero.
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