A sus 54 años, Graciela Alcántara busca trabajo como chofer de camión. Por ello, acudió a la Primera Jornada del empleo, autoempleo y capacitación Coyoacán 2009, pero no encontró lo que buscaba.
Luego de trabajar 14 años como mesera, en agosto de 2008 tomó un curso de capacitación para conducir camiones de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP), pero no fue seleccionada para ocupar una plaza.
Si no encuentra el empleo que busca intentará aprender un oficio para apoyar con los gastos de la casa que comparte con su madre, su esposo y tres hijos que estudian la preparatoria: “A mí me gustan mucho los oficios de hombres, como herrería y carpintería, aunque quiero trabajar en lo que a mi me capacitaron”.
Al igual que ella, cientos de jóvenes y adultos, algunos con experiencia y estudios profesionales concluidos visitaron la feria con la esperanza de encontrar un empleo que satisfaga sus necesidades.
Para Érika Vargas esta es la primera vez que asiste a una evento de esta naturaleza con la finalidad de hallar empleo. Con su bachillerato terminado espera encontrar un trabajo de recepcionista en alguna de las más de 40 empresas que ofrecen vacantes, luego de que hace un año la despidieran del jardín de niños donde era asistente educativa, por quedar embarazada.
Entre los stands de tiendas de autoservisio, restaurantes de comida rápida y call centers, la mayoría con vacantes en el área de ventas, Alfonso Tapia, de 43 años, anota los requisitos que solicitan estas empresas para ocupar una de las 25 plazas que ofrecen.
A él le interesa trabajar y estudiar, pues no concluyó la carrera de Derecho. A principios del mes quedó desempleado debido a un corte de personal en la fábrica de artículos electrónicos y de sonido donde laboraba. “En caso de no encontrar algo aquí seguiré buscando y tratando de terminar mi carrera; sin embargo, veo que es muy difícil complementar el trabajo y el estudio, normalmente piden tiempo completo”, comenta en tono de queja.
De acuerdo con cifras de la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo del Distrito Federal, más de 234 mil capitalinos se encuentran desempleados.
Octavio López, es uno de ellos. Como Alfonso Tapia, busca también un empleo de medio tiempo “que me permita terminar con mis estudios de soporte técnico”, y aunque en este oficio no tiene experiencia laboral, ha trabajado como albañil, mensajero y planchador.
En caso de no encontrar una oferta atractiva en esta ocasión, dice, trabajará con su hermano, de albañil, ya que “un chalán está ganando mil 200 pesos a la semana en una obra y aquí en las empresas estás ganando 2 mil 400 al mes”.
Luego de trabajar 14 años como mesera, en agosto de 2008 tomó un curso de capacitación para conducir camiones de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP), pero no fue seleccionada para ocupar una plaza.
Si no encuentra el empleo que busca intentará aprender un oficio para apoyar con los gastos de la casa que comparte con su madre, su esposo y tres hijos que estudian la preparatoria: “A mí me gustan mucho los oficios de hombres, como herrería y carpintería, aunque quiero trabajar en lo que a mi me capacitaron”.
Al igual que ella, cientos de jóvenes y adultos, algunos con experiencia y estudios profesionales concluidos visitaron la feria con la esperanza de encontrar un empleo que satisfaga sus necesidades.
Para Érika Vargas esta es la primera vez que asiste a una evento de esta naturaleza con la finalidad de hallar empleo. Con su bachillerato terminado espera encontrar un trabajo de recepcionista en alguna de las más de 40 empresas que ofrecen vacantes, luego de que hace un año la despidieran del jardín de niños donde era asistente educativa, por quedar embarazada.
Entre los stands de tiendas de autoservisio, restaurantes de comida rápida y call centers, la mayoría con vacantes en el área de ventas, Alfonso Tapia, de 43 años, anota los requisitos que solicitan estas empresas para ocupar una de las 25 plazas que ofrecen.
A él le interesa trabajar y estudiar, pues no concluyó la carrera de Derecho. A principios del mes quedó desempleado debido a un corte de personal en la fábrica de artículos electrónicos y de sonido donde laboraba. “En caso de no encontrar algo aquí seguiré buscando y tratando de terminar mi carrera; sin embargo, veo que es muy difícil complementar el trabajo y el estudio, normalmente piden tiempo completo”, comenta en tono de queja.
De acuerdo con cifras de la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo del Distrito Federal, más de 234 mil capitalinos se encuentran desempleados.
Octavio López, es uno de ellos. Como Alfonso Tapia, busca también un empleo de medio tiempo “que me permita terminar con mis estudios de soporte técnico”, y aunque en este oficio no tiene experiencia laboral, ha trabajado como albañil, mensajero y planchador.
En caso de no encontrar una oferta atractiva en esta ocasión, dice, trabajará con su hermano, de albañil, ya que “un chalán está ganando mil 200 pesos a la semana en una obra y aquí en las empresas estás ganando 2 mil 400 al mes”.
David Galicia, El Universal, 26 de febrero.
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