BOGOTÁ.- Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregaron ayer a una misión humanitaria, encabezada por la senadora Piedad Córdoba, al ex Gobernador de Meta Alan Jara.
Secuestrado por las FARC el 15 de julio de 2001, Jara es el político de más alto nivel que permanecía en poder de la guerrilla.
El helicóptero Cougar de la misión, facilitado por Brasil, salió en horas de la mañana del aeropuerto de Villavicencio, capital de Meta, para recoger a Jara en algún punto del selvático Departamento de Guaviare y aterrizó de vuelta con el político a bordo cerca de las 14:05 hora local.
Cuando la aeronave, que portaba emblemas de la Cruz Roja, no terminaba de aterrizar, Jara ya saludaba con la mano, emocionado y sonriente, a quienes lo esperaban en tierra.
Su esposa, Claudia Rugeles, y su hijo, Alan Felipe, no aguantaron las ganas de correr a abrazarlo entre lágrimas, ante la mirada de satisfacción de Córdoba.
"Estoy libre y feliz. Ya descansé siete años y medio, ahora a trabajar por ellos (el resto de los secuestrados). Tengo dos problemas de salud, pero del resto estamos bien", dijo Jara apenas bajó del helicóptero.
"Hoy ha habido milagro, y tendrá que haber más", añadió el político.
El operativo de entrega fue mucho más rápido que el del domingo, cuando sobrevuelos de la fuerza aérea retrasaron y pusieron en duda la entrega de cuatro uniformados por parte de las FARC.
Después, Jara contó detalles sobre su cautiverio y lanzó críticas contra el Presidente Álvaro Uribe.
"Yo considero que la actitud del Presidente Uribe no ha ayudado para nada a que se produzca el intercambio humanitario y, por ende, la liberación de los prisioneros", declaró.
Para mañana se espera la liberación del ex diputado Sigifredo López, el único sobreviviente de un grupo de 12 legisladores provinciales asesinados en cautiverio en 2007.
Octavio Pineda corresponsal, Reforma, 4 de febrero.
Secuestrado por las FARC el 15 de julio de 2001, Jara es el político de más alto nivel que permanecía en poder de la guerrilla.
El helicóptero Cougar de la misión, facilitado por Brasil, salió en horas de la mañana del aeropuerto de Villavicencio, capital de Meta, para recoger a Jara en algún punto del selvático Departamento de Guaviare y aterrizó de vuelta con el político a bordo cerca de las 14:05 hora local.
Cuando la aeronave, que portaba emblemas de la Cruz Roja, no terminaba de aterrizar, Jara ya saludaba con la mano, emocionado y sonriente, a quienes lo esperaban en tierra.
Su esposa, Claudia Rugeles, y su hijo, Alan Felipe, no aguantaron las ganas de correr a abrazarlo entre lágrimas, ante la mirada de satisfacción de Córdoba.
"Estoy libre y feliz. Ya descansé siete años y medio, ahora a trabajar por ellos (el resto de los secuestrados). Tengo dos problemas de salud, pero del resto estamos bien", dijo Jara apenas bajó del helicóptero.
"Hoy ha habido milagro, y tendrá que haber más", añadió el político.
El operativo de entrega fue mucho más rápido que el del domingo, cuando sobrevuelos de la fuerza aérea retrasaron y pusieron en duda la entrega de cuatro uniformados por parte de las FARC.
Después, Jara contó detalles sobre su cautiverio y lanzó críticas contra el Presidente Álvaro Uribe.
"Yo considero que la actitud del Presidente Uribe no ha ayudado para nada a que se produzca el intercambio humanitario y, por ende, la liberación de los prisioneros", declaró.
Para mañana se espera la liberación del ex diputado Sigifredo López, el único sobreviviente de un grupo de 12 legisladores provinciales asesinados en cautiverio en 2007.
Octavio Pineda corresponsal, Reforma, 4 de febrero.
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