El eurodiputado del Partido Popular (PP) Luis Herrero dijo ayer, a su llegada a Madrid, tras ser expulsado de Venezuela por el gobierno de Hugo Chávez, que su presencia en ese país no era como observador internacional, sino como invitado de la oposición y, por tanto, “con plena capacidad para opinar” sobre lo que oye y ve.
En declaraciones a los medios a su llegada al aeropuerto de Madrid-Barajas, Herrero se ha referido así a lo manifestado por la secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, Elena Valenciano, quien dijo que “los observadores internacionales no pueden intervenir durante un proceso electoral”.
El eurodiputado añadió que no se arrepiente “absolutamente de nada” de lo que ha dicho y no le quita “ni una coma” a declaraciones como las de tachar de “dictador” a Chávez.
Además, dijo, le parecería “una falta de principios mantener una equidistancia formal con una persona que está arrasando con las libertades de los ciudadanos”.
Herrero denunció el trato de que fue objeto, cómo le sacaron en vilo del hotel y le embarcaron con viaje a “destino desconocido”, le mantuvieron incomunicado y no le permitieron hablar con nadie.
El eurodiputado ha explicado que lo que a él le ha pasado es “una anécdota”, pero los venezolanos que están allí “son los que están sufriendo los desmanes de un tipo que no entiende las reglas de una democracia y están padeciendo sus consecuencias”, por lo que ha apelado a “solidarizarse” con ellos.
En declaraciones a los medios a su llegada al aeropuerto de Madrid-Barajas, Herrero se ha referido así a lo manifestado por la secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, Elena Valenciano, quien dijo que “los observadores internacionales no pueden intervenir durante un proceso electoral”.
El eurodiputado añadió que no se arrepiente “absolutamente de nada” de lo que ha dicho y no le quita “ni una coma” a declaraciones como las de tachar de “dictador” a Chávez.
Además, dijo, le parecería “una falta de principios mantener una equidistancia formal con una persona que está arrasando con las libertades de los ciudadanos”.
Herrero denunció el trato de que fue objeto, cómo le sacaron en vilo del hotel y le embarcaron con viaje a “destino desconocido”, le mantuvieron incomunicado y no le permitieron hablar con nadie.
El eurodiputado ha explicado que lo que a él le ha pasado es “una anécdota”, pero los venezolanos que están allí “son los que están sufriendo los desmanes de un tipo que no entiende las reglas de una democracia y están padeciendo sus consecuencias”, por lo que ha apelado a “solidarizarse” con ellos.
EFE en Madrid, Crónica, 16 de febrero.
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