Los mil “no”de Álvaro Uribe

BUENOS AIRES.— Álvaro Uribe es el presidente más popular de la historia democrática de Colombia, pero también el más controvertido, el que más ha acumulado escándalos alrededor de su gestión y el que más veces ha tenido que negar su vinculación con los mismos, en un gobierno que cada vez más gente le encuentra parecidos con el de Alberto Fujimori (1990-2000), en Perú.
Los paralelos con el fujimorismo los habían comenzado a trazar los analistas desde hace tiempo, pero el lunes, el ex presidente colombiano César Gaviria (1990-1994) aprovechó el último escándalo desatado en el DAS (los servicios de inteligencia) para recordar lo que ocasionó en Perú la influencia de Vladimiro Montesinos, el asesor en inteligencia del hoy detenido ex mandatario peruano.

Los reiterados rechazos de Uribe a las acusaciones de estar ligado a diversos escándalos se remontan, incluso, a los meses previos de convertirse en presidente. Así, durante la campaña calificó como “mentiras”, las acusaciones de que su padre, Alberto Uribe Sierra era amigo del hoy extinto líder del cartel de Medellín, Pablo Escobar. También negaba que durante su gestión como director de Aviación Civil (1980-1982) hubiera autorizado vuelos de narcotraficantes, o que en sus años como gobernador de Antioquia colocara la simiente, con las cooperativas de Seguridad Convivir, de los paramilitares.

Ya en el gobierno, Uribe, tuvo que salir una y mil veces a desmentir que estuviera al tanto de los pagos a congresistas para asegurar en el Congreso la reforma constitucional que le permitiera ser reelecto, caso por el cual está detenida la ex legisladora Yidis Medina por cohecho.



Medina siempre sostuvo que se reunió con Uribe y que “personas del gobierno” le habían prometido prebendas para votar a favor de la ley que terminó permitiendo la reelección en el 2006.

Otra negativa de Uribe, y casi siempre por la vía del comunicado, fue cuando la ex conductora de televisión Virginia Vallejo escribió un libro sobre su relación sentimental con Escobar Gaviria, titulado Amando a Pablo, odiando a Escobar, donde sostuvo que “a Uribe me lo presentó Pablo”.

“No fui amigo de Pablo Escobar ni cuando estaba de moda, serlo”, rezaba el comunicado con aquella negativa presidencial.

La investigación de la Corte Suprema sobre lo que se conoció como la “parapolítica” (la relación de funcionarios de gobierno y congresistas oficialistas con paramilitares) también lo obligó a negar y manifestar su tristeza.

Fue cuando en abril del 2007, y mientras cuestionaba abiertamente al magistrado Iván Velásquez (quien ayer desde Madrid manifestó temer por su vida) y su primo Mario Uribe era detenido en el marco de la investigación. “Como presidente debo apoyar a la Justicia , como persona siento tristeza”, indicó desde Nueva York, donde se encontraba de visita.

Una de las últimas antes de la desmentida del lunes, fue en octubre pasado, cuando explotó el escándalo de las pirámides financieras y algunas versiones y presuntas evidencias señalaban al presidente y algunos miembros de su familia de tener contactos con David Murcia Guzmán, uno de los detenidos.

Fue Murcia Guzmán el que ayer recordó que “Uribe recomendó a los colombianos que inviertan en las pirámides durante unos de los consejos ciudadanos”. De hecho, ayer, Gustavo Salazar, abogado de Murcia, adelantó que pedirá a la Justicia la declaración del presidente.

El lunes pasado, cuando el escándalo de las escuchas telefónicas y venta de información desde el DAS ya había explotado, Uribe lo calificó como una “infamia” de la cual “yo también soy víctima”.

“Fujimori también lo negaba todo, Fujimori también buscó por todos los medios perpetuarse en el poder, y también desde sus oficinas de inteligencia se escuchaba y se espiaba a todos los opositores; y cuando fue el caso de la parapolítica, (Uribe) abiertamente presionó contra el magistrado Velázquez que impulsaba la investigación. Los parecidos entre los dos gobiernos son cada vez más notorios, esperemos que el final no sea el mismo que el del régimen de Fujimori”, reseña la analista María Jimena Duzán.

Por ahora, y mientras termina de diseñar la forma en que buscará su tercer mandato, la estrategia de Uribe pasa por mantener a cualquier costo altos índices de popularidad y cada vez que explotan los escándalos la estrategia es negarlo todo o decir “una y mil veces, No”.
José Vales, El Universal, 27 de febrero.

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