El secretario del Trabajo, Javier Lozano, reconoció que desafortunadamente México está muy lejos de tener el número y la calidad de empleos que necesita.
“Soy el primero en reconocer que lo que tenemos en el sector laboral del país no es ni satisfactorio ni suficiente”, señaló.
Ante esto, indicó, es necesaria una reforma a la Ley Federal de Trabajo, pues la actual data de 1970 y muy poco incentiva la generación de empleos.
Al participar en el foro México ante la crisis: ¿Qué hacer para crecer?, Lozano señaló ante legisladores que ya no es necesario que el ejecutivo presente otra iniciativa, pues ya tienen en sus manos 264 propuestas, las cuales hay que analizar.
Indicó que el salario mínimo ha dejado de ser desde hace décadas un verdadero ingreso remunerador para convertirse más en una referencia indexatoria.
“Prueba de nuestras insuficiencias es que sólo 66% de la población económicamente activa son empleados, cuando el promedio de la OCDE es de 88%”, sostuvo.
Señaló que se si bien la tasa de desocupación en México es inferior al promedio de los países de la OCDE, “la verdad es que apenas nos dibuja una parte de la realidad del drama en que están viviendo cotidianamente miles y miles de familias que sobreviven con el subempleo y la precariedad de su ocupación”, subrayó.
Lozano indicó que en 2008 se perdieron 37 mil empleos netos y “este año empezamos no mejor, desafortunadamente”.
Entrevistado al termino de su presentación, Lozano reconoció que el documento, que contiene 390 cambios a la Ley Federal del Trabajo, formalmente no se trata de una iniciativa, “porque las iniciativas sólo las presenta el Presidente”.
Aclaró que lo que entregó es “un ejercicio útil para que en las comisiones de ambas cámaras puedan analizarlo y vean el contenido, además de que es también producto de un ejercicio con los sectores productivos en dos años, esperamos que esto sirva para efectos de una eventual dictaminación”.
Dijo que en este periodo ordinario ya no hay posibilidad de que el Ejecutivo entregue una reforma laboral, al preguntarle sobre si queda descartada esa posibilidad.
Afirmó que si no se aprueba una reforma laboral, ellos no dejarán de aplicar con severidad la ley actual.
De inmediato, la intentona fue criticada. Emilio Gamboa, coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, dijo que no hay condiciones para aprobar en este momento una reforma laboral, y será una de las materias pendientes que dejarán los diputados de la 60 legislatura. “Que primero venga (Lozano) y sepa lo que es el Congreso, es muy fácil hablar como representante del Ejecutivo y muy distinto vivir el Legislativo”, dijo.
El secretario de la mesa directiva de San Lázaro, José Manuel del Río Virgen (Convergencia), también se lanzó en críticas contra el funcionario federal. Le recordó que los legisladores tienen la facultad de enviar leyes, y de dictaminar en sentido positivo aquellas que sean viables, y no hacerlo en las que no convienen al desarrollo.
“Soy el primero en reconocer que lo que tenemos en el sector laboral del país no es ni satisfactorio ni suficiente”, señaló.
Ante esto, indicó, es necesaria una reforma a la Ley Federal de Trabajo, pues la actual data de 1970 y muy poco incentiva la generación de empleos.
Al participar en el foro México ante la crisis: ¿Qué hacer para crecer?, Lozano señaló ante legisladores que ya no es necesario que el ejecutivo presente otra iniciativa, pues ya tienen en sus manos 264 propuestas, las cuales hay que analizar.
Indicó que el salario mínimo ha dejado de ser desde hace décadas un verdadero ingreso remunerador para convertirse más en una referencia indexatoria.
“Prueba de nuestras insuficiencias es que sólo 66% de la población económicamente activa son empleados, cuando el promedio de la OCDE es de 88%”, sostuvo.
Señaló que se si bien la tasa de desocupación en México es inferior al promedio de los países de la OCDE, “la verdad es que apenas nos dibuja una parte de la realidad del drama en que están viviendo cotidianamente miles y miles de familias que sobreviven con el subempleo y la precariedad de su ocupación”, subrayó.
Lozano indicó que en 2008 se perdieron 37 mil empleos netos y “este año empezamos no mejor, desafortunadamente”.
Entrevistado al termino de su presentación, Lozano reconoció que el documento, que contiene 390 cambios a la Ley Federal del Trabajo, formalmente no se trata de una iniciativa, “porque las iniciativas sólo las presenta el Presidente”.
Aclaró que lo que entregó es “un ejercicio útil para que en las comisiones de ambas cámaras puedan analizarlo y vean el contenido, además de que es también producto de un ejercicio con los sectores productivos en dos años, esperamos que esto sirva para efectos de una eventual dictaminación”.
Dijo que en este periodo ordinario ya no hay posibilidad de que el Ejecutivo entregue una reforma laboral, al preguntarle sobre si queda descartada esa posibilidad.
Afirmó que si no se aprueba una reforma laboral, ellos no dejarán de aplicar con severidad la ley actual.
De inmediato, la intentona fue criticada. Emilio Gamboa, coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, dijo que no hay condiciones para aprobar en este momento una reforma laboral, y será una de las materias pendientes que dejarán los diputados de la 60 legislatura. “Que primero venga (Lozano) y sepa lo que es el Congreso, es muy fácil hablar como representante del Ejecutivo y muy distinto vivir el Legislativo”, dijo.
El secretario de la mesa directiva de San Lázaro, José Manuel del Río Virgen (Convergencia), también se lanzó en críticas contra el funcionario federal. Le recordó que los legisladores tienen la facultad de enviar leyes, y de dictaminar en sentido positivo aquellas que sean viables, y no hacerlo en las que no convienen al desarrollo.
Angelina Mejía y Ricardo Gómez, El Universal, 10 de febrero.
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