Luego de sostener que el crimen se implantó al amparo de la impunidad y complicidad, el Presidente Felipe Calderón afirmó que la República ha tomado la decisión de poner "punto final" al desafío de la violencia.
"(La bandera) nos arenga para hacer frente a los desafíos que ayer, como hoy o como mañana, se presentan a una nación tan grande y poderosa como lo es México. Uno de ellos, el de la inseguridad y la violencia generada por el crimen, que implantado en la vida nacional al amparo de un largo tiempo de impunidad e incluso de complicidad, acecha a través de la violencia o la esclavitud de las adicciones a las familias mexicanas", señaló al encabezar, en el Zócalo capitalino, la ceremonia conmemorativa del Día de la Bandera.
"En este desafío, la República y su Gobierno han tomado la determinación de poner punto final a esas acciones criminales, a hacerles frente y fortalecer la autoridad del Estado, particularmente en aquellas entidades más asoladas por la acción de la criminalidad", advirtió ante cientos de elementos militares, y acompañado por su Gabinete y por representantes de los Poderes Legislativo y Judicial.
La Plaza de la Constitución fue férreamente custodiada: todos los accesos a la plancha del Zócalo fueron restringidos y sólo se permitió el paso a grupos de escolares y a invitados especiales.
Con la banda presidencial al pecho, Calderón dijo que, frente a desafíos como la violencia y la crisis económica, el lábaro patrio debe ser el vínculo para que los mexicanos se mantengan unidos sin arredrarse ante los desafíos.
Que la bandera, propuso, "cubra el espíritu de los soldados, policías y marinos, que incansablemente están luchando por defender a los mexicanos".
"Que la bandera nacional pueda alentar a cada mexicana y a cada mexicano, desde su responsabilidad y su trinchera, a alcanzar los anhelos y los ideales que como Nación nos hemos propuesto", enfatizó.
Desde la perspectiva de Calderón, la bandera también debe aglutinar a los mexicanos para hacer frente a la adversidad económica, una situación, alertó, que representa una amenaza a la prosperidad y al nivel de los mexicanos.
"Ante esos desafíos debemos mantenernos unidos y conservar nuestra capacidad de acuerdo, entendimiento y cooperación. Debemos mantenernos unidos con firmeza, con plena determinación, sin arredrarnos ante las dificultades", dijo.
Calderón estuvo acompañado por los presidentes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Guillermo Ortiz Mayagoitia, y de las Cámaras de Diputados y de Senadores, César Duarte y Gustavo Madero, así como por una decena de miembros de su Gabinete.
En representación del Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, asistió el secretario de Seguridad Pública, Manuel Mondragón y Kalb.
"(La bandera) nos arenga para hacer frente a los desafíos que ayer, como hoy o como mañana, se presentan a una nación tan grande y poderosa como lo es México. Uno de ellos, el de la inseguridad y la violencia generada por el crimen, que implantado en la vida nacional al amparo de un largo tiempo de impunidad e incluso de complicidad, acecha a través de la violencia o la esclavitud de las adicciones a las familias mexicanas", señaló al encabezar, en el Zócalo capitalino, la ceremonia conmemorativa del Día de la Bandera.
"En este desafío, la República y su Gobierno han tomado la determinación de poner punto final a esas acciones criminales, a hacerles frente y fortalecer la autoridad del Estado, particularmente en aquellas entidades más asoladas por la acción de la criminalidad", advirtió ante cientos de elementos militares, y acompañado por su Gabinete y por representantes de los Poderes Legislativo y Judicial.
La Plaza de la Constitución fue férreamente custodiada: todos los accesos a la plancha del Zócalo fueron restringidos y sólo se permitió el paso a grupos de escolares y a invitados especiales.
Con la banda presidencial al pecho, Calderón dijo que, frente a desafíos como la violencia y la crisis económica, el lábaro patrio debe ser el vínculo para que los mexicanos se mantengan unidos sin arredrarse ante los desafíos.
Que la bandera, propuso, "cubra el espíritu de los soldados, policías y marinos, que incansablemente están luchando por defender a los mexicanos".
"Que la bandera nacional pueda alentar a cada mexicana y a cada mexicano, desde su responsabilidad y su trinchera, a alcanzar los anhelos y los ideales que como Nación nos hemos propuesto", enfatizó.
Desde la perspectiva de Calderón, la bandera también debe aglutinar a los mexicanos para hacer frente a la adversidad económica, una situación, alertó, que representa una amenaza a la prosperidad y al nivel de los mexicanos.
"Ante esos desafíos debemos mantenernos unidos y conservar nuestra capacidad de acuerdo, entendimiento y cooperación. Debemos mantenernos unidos con firmeza, con plena determinación, sin arredrarnos ante las dificultades", dijo.
Calderón estuvo acompañado por los presidentes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Guillermo Ortiz Mayagoitia, y de las Cámaras de Diputados y de Senadores, César Duarte y Gustavo Madero, así como por una decena de miembros de su Gabinete.
En representación del Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, asistió el secretario de Seguridad Pública, Manuel Mondragón y Kalb.
Mayolo López, Reforma, 25 de febrero.
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