WASHINGTON.- El Departamento de Estado de Estados Unidos denunció ayer en su reporte anual de derechos humanos a las policías y fuerzas armadas de México por incurrir en episodios de corrupción e impunidad en la lucha contra el crimen.
Por octavo año consecutivo, la edición 2008 del "Reporte Global sobre Prácticas de Derechos Humanos" admite avances generales en México, pero insiste en acusar a policías locales, estatales, federales, así como al Ejército.
"La corrupción continúa siendo problema, pues muchos policías, particularmente a nivel estatal y a nivel local, estuvieron involucrados en secuestros, extorsiones o en proveer protección... al crimen organizado", asegura el reporte.
En la segunda evaluación durante el Gobierno del Presidente Felipe Calderón, la diplomacia estadounidense reconoce la promulgación, en junio de 2008, de la reforma al sistema de justicia de la que espera grandes alcances.
Sin embargo, el reporte insiste en que la impunidad de aquellos que cometen crímenes, junto con otros problemas en México, continúan violando los derechos humanos de la población en el contexto del combate al narcotráfico.
"La impunidad es penetrante y contribuye a la continua negativa de muchas víctimas a reportar quejas", añade el informe que analiza la situación alrededor del mundo y del que 10 páginas están dedicadas a México.
El Departamento de Estado destaca el escándalo de corrupción al interior de la PGR que culminó con el arresto de diversos funcionarios dentro de la "Operación Limpieza".
Basado en ocho recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el informe enlista diversos abusos cometidos por las fuerzas militares en el combate anticrimen.
"Hay reportes que las fuerzas de seguridad, actuando dentro y fuera del servicio, asesinaron a varias personas durante el año. Un número significativo de estos incidentes ocurrieron en retenes y a menudo reflejan un pobre entrenamiento", dice el reporte del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Por octavo año consecutivo, la edición 2008 del "Reporte Global sobre Prácticas de Derechos Humanos" admite avances generales en México, pero insiste en acusar a policías locales, estatales, federales, así como al Ejército.
"La corrupción continúa siendo problema, pues muchos policías, particularmente a nivel estatal y a nivel local, estuvieron involucrados en secuestros, extorsiones o en proveer protección... al crimen organizado", asegura el reporte.
En la segunda evaluación durante el Gobierno del Presidente Felipe Calderón, la diplomacia estadounidense reconoce la promulgación, en junio de 2008, de la reforma al sistema de justicia de la que espera grandes alcances.
Sin embargo, el reporte insiste en que la impunidad de aquellos que cometen crímenes, junto con otros problemas en México, continúan violando los derechos humanos de la población en el contexto del combate al narcotráfico.
"La impunidad es penetrante y contribuye a la continua negativa de muchas víctimas a reportar quejas", añade el informe que analiza la situación alrededor del mundo y del que 10 páginas están dedicadas a México.
El Departamento de Estado destaca el escándalo de corrupción al interior de la PGR que culminó con el arresto de diversos funcionarios dentro de la "Operación Limpieza".
Basado en ocho recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el informe enlista diversos abusos cometidos por las fuerzas militares en el combate anticrimen.
"Hay reportes que las fuerzas de seguridad, actuando dentro y fuera del servicio, asesinaron a varias personas durante el año. Un número significativo de estos incidentes ocurrieron en retenes y a menudo reflejan un pobre entrenamiento", dice el reporte del Departamento de Estado de Estados Unidos.
José Díaz Briseño corresponsal, Reforma, 26 de febrero.
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