Sedena reconoce efectos no deseados

GENERAL ESCOBEDO, NL.— El secretario de la Defensa, Guillermo Galván, reconoció que en el combate al crimen organizado el Ejército opera “en una riesgosa franja donde la sociedad se desenvuelve y la delincuencia suele agazaparse”, por lo que actuar en ese delicado entorno “proyecta efectos no deseados”.

Durante la conmemoración del Día del Ejército, el general Galván mencionó que es estimulante saber que la ciudadanía distingue entre quien la protege y quien se escuda en ella, tomándola como rehén.

El secretario descartó que en las filas castrenses predomine la violentación a la dignidad o a los derechos universales de las personas. Sin embargo, aclaró que, en casos debidamente fundados, los órganos de justicia militar sancionan a quienes no respeten esas garantías.

“Nadie, trátese de general o soldado, habrá de ser encubierto si en un proceso indagatorio resulta responsable; pero si la presunción no fuese probada o la acusación formase parte de argucia manipuladora o maniobra vengativa, el Ejército respaldará con firmeza a sus integrantes”, expresó.

Reiteró su compromiso para que cada recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) se cumpla con la diligencia que merece.

A mediados del año pasado la CNDH emitió ocho recomendaciones, las cuales fueron aceptadas por la Secretaría de la Defensa para ser cumplidas en los términos de la ley.

Galván señaló que la institución armada es “abierta y transparente”, y no mantiene más reservas que las comunes a sus estrategias.

Ante el presidente Felipe Calderón, el titular de la Sedena urgió al Congreso de la Unión a iniciar un debate legislativo para fundamentar las tareas que realiza el Ejército en materia de seguridad y justicia. Actualmente, mencionó, están sustentadas en seis jurisprudencias de la Suprema Corte.

Planteó la necesidad de fortalecer de manera urgente las seis jurisprudencias. “Bienvenidas todas las iniciativas e impulsos que se realicen para consolidar esta legislación”, dijo Galván.

A los soldados que participan en los operativos contra la delincuencia organizada, señaló que los desafíos son delicados, pero “no es momento para postergar compromisos ni espacio para indecisiones; es tiempo de actuar sin cobardías, con coraje, sin ir a ciegas, de abandonar letargos donde algunos se encuentran”.

Defendió la permanencia del fuero militar, porque es “garantía del imperio de la ley”, y nunca cobijo de impunidad.

Para concluir su intervención, el general declaró que el país cuenta con las Fuerzas Armadas para alcanzar un futuro próspero.

En la ciudad de México, el Senado rindió homenaje al Ejército y guardó un minuto de silencio en el pleno por los 78 elementos muertos en los últimos dos años, en la lucha contra el crimen organizado.
Sergio Javier Jiménez enviado, El Universal, 20 de febrero.

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