El gobierno de Estados Unidos anunció un plan de seguridad en su frontera sur que persigue un doble objetivo: impedir que la violencia en México se extienda a territorio estadunidense y dotar de herramientas a la administración de Felipe Calderón para “derrotar” a los cárteles de las drogas.
El proyecto, que anunció por la mañana la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, y ratificó por la noche el presidente Barack Obama, pretende “dar asistencia” a México en esa batalla” e incluye un gran despliegue de recursos humanos y tecnológicos enfocados a contener el tráfico de armas de Estados Unidos a México, uno de los grandes reclamos del país.
Entre 300 y 400 elementos de todas las agencias federales implicadas en la lucha contra el crimen organizado, desde el narcotráfico hasta el contrabando de armas o de personas, serán desplegados en la frontera común para trabajar en conjunto con las fuerzas locales y estatales de ambas naciones.
Así, la Oficina Federal de Investigaciones, (FBI) creará en la frontera sur un grupo de inteligencia regional, que compartirá sus hallazgos con México.
En tanto, la DEA situará 16 nuevos agentes en la frontera, donde ya hay mil 171. Esa agencia antidrogas creará además cuatro equipos móviles adicionales para luchar específicamente contra el tráfico de metanfetaminas.
A su vez, la agencia encargada del control de armas y explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) desplegará 100 agentes más en los próximos 45 días para reforzar las acciones contra el tráfico de armas hacia México.
El despliegue de personal incluye también agentes en México, tanto de la DEA como de la agencia migratoria (ICE por sus siglas en inglés).
El Departamento de Seguridad Interna también duplicará sus unidades de seguridad fronteriza (BEST, en inglés) y triplicará sus analistas de inteligencia.
Igualmente, el Departamento del Tesoro aumentará sus operaciones contra el lavado y el contrabando de dinero que fluye a los narcotraficantes.
Napolitano aclaró que de momento no está prevista la movilización de miembros de la Guardia Nacional, pues éste es “un recurso todavía bajo consideración y análisis.
“El gobierno mexicano no fallará” en la lucha contra el narcotráfico, proclamó Napolitano al dar a conocer el plan, y precisó que el papel de Estados Unidos es “dar asistencia en esta batalla”, pues están en juego también “nuestros propios intereses”.
El plan también incluye estrictas inspecciones de los servicios ferroviarios desde Estados Unidos a México, equipos móviles de rayos X y decenas de personas especializadas en inspecciones de vehículos, contenedores y vagones ferroviarios en busca de armas de contrabando y dinero de los narcotraficantes.
Para atajar el consumo de drogas en Estados Unidos, el gobierno ya dispone de unos 5 mil millones de dólares para reducir el uso de estupefacientes de su lado de la frontera y programas de prevención y tratamiento.
“Este plan está guiado por dos claros objetivos”, resumió Napolitano. “Primero, a hacer todo lo posible para que la violencia en México no se extienda al otro lado de la frontera, y segundo, ayudar al presidente Calderón a derrotar a los cárteles de las drogas”.
Claves
“Vamos a hacer más”
• Barack Obama ratificó por la noche, en una conferencia de prensa en la Casa Blanca, la movilización de recursos humanos y materiales hacia la frontera sur, y ofreció que si ese despliegue “no da resultados, vamos a hacer más”.
• Dijo que el presidente Felipe Calderón ha optado por “la tarea muy difícil” de enfrentarse a los cárteles de la droga.
• “Los pasos que hemos dado están destinados a la protección de las comunidades fronterizas en Estados Unidos, evitar la expansión de la violencia y ayudar al gobierno mexicano a enfrentar una situación que representa un gran reto”, planteó.
• “Necesitamos hacer más” para cortar el flujo de armas y dinero a los cárteles, reconoció Obama, pues el financiamiento y la artillería “es lo que los hace peligrosos”.
El proyecto, que anunció por la mañana la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, y ratificó por la noche el presidente Barack Obama, pretende “dar asistencia” a México en esa batalla” e incluye un gran despliegue de recursos humanos y tecnológicos enfocados a contener el tráfico de armas de Estados Unidos a México, uno de los grandes reclamos del país.
Entre 300 y 400 elementos de todas las agencias federales implicadas en la lucha contra el crimen organizado, desde el narcotráfico hasta el contrabando de armas o de personas, serán desplegados en la frontera común para trabajar en conjunto con las fuerzas locales y estatales de ambas naciones.
Así, la Oficina Federal de Investigaciones, (FBI) creará en la frontera sur un grupo de inteligencia regional, que compartirá sus hallazgos con México.
En tanto, la DEA situará 16 nuevos agentes en la frontera, donde ya hay mil 171. Esa agencia antidrogas creará además cuatro equipos móviles adicionales para luchar específicamente contra el tráfico de metanfetaminas.
A su vez, la agencia encargada del control de armas y explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) desplegará 100 agentes más en los próximos 45 días para reforzar las acciones contra el tráfico de armas hacia México.
El despliegue de personal incluye también agentes en México, tanto de la DEA como de la agencia migratoria (ICE por sus siglas en inglés).
El Departamento de Seguridad Interna también duplicará sus unidades de seguridad fronteriza (BEST, en inglés) y triplicará sus analistas de inteligencia.
Igualmente, el Departamento del Tesoro aumentará sus operaciones contra el lavado y el contrabando de dinero que fluye a los narcotraficantes.
Napolitano aclaró que de momento no está prevista la movilización de miembros de la Guardia Nacional, pues éste es “un recurso todavía bajo consideración y análisis.
“El gobierno mexicano no fallará” en la lucha contra el narcotráfico, proclamó Napolitano al dar a conocer el plan, y precisó que el papel de Estados Unidos es “dar asistencia en esta batalla”, pues están en juego también “nuestros propios intereses”.
El plan también incluye estrictas inspecciones de los servicios ferroviarios desde Estados Unidos a México, equipos móviles de rayos X y decenas de personas especializadas en inspecciones de vehículos, contenedores y vagones ferroviarios en busca de armas de contrabando y dinero de los narcotraficantes.
Para atajar el consumo de drogas en Estados Unidos, el gobierno ya dispone de unos 5 mil millones de dólares para reducir el uso de estupefacientes de su lado de la frontera y programas de prevención y tratamiento.
“Este plan está guiado por dos claros objetivos”, resumió Napolitano. “Primero, a hacer todo lo posible para que la violencia en México no se extienda al otro lado de la frontera, y segundo, ayudar al presidente Calderón a derrotar a los cárteles de las drogas”.
Claves
“Vamos a hacer más”
• Barack Obama ratificó por la noche, en una conferencia de prensa en la Casa Blanca, la movilización de recursos humanos y materiales hacia la frontera sur, y ofreció que si ese despliegue “no da resultados, vamos a hacer más”.
• Dijo que el presidente Felipe Calderón ha optado por “la tarea muy difícil” de enfrentarse a los cárteles de la droga.
• “Los pasos que hemos dado están destinados a la protección de las comunidades fronterizas en Estados Unidos, evitar la expansión de la violencia y ayudar al gobierno mexicano a enfrentar una situación que representa un gran reto”, planteó.
• “Necesitamos hacer más” para cortar el flujo de armas y dinero a los cárteles, reconoció Obama, pues el financiamiento y la artillería “es lo que los hace peligrosos”.
Agencias en Washington, Milenio, 25 de marzo.
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