BOGOTÁ.- En un sorpresivo cambio de posición, la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se mostró ayer dispuesta a negociar un canje de prisioneros de guerra sin exigir el despeje militar de dos municipios del suroccidente del país.
En una carta enviada al grupo de notables Colombianos por la Paz (CPP) -liderado por la senadora Piedad Córdoba-, difundida por la agencia Anncol, la guerrilla renunció a exigir el despeje de Florida y Pradera, que se había convertido en un obstáculo infranqueable para el canje por la negativa del Gobierno del Presidente Álvaro Uribe.
"Estamos listos para el canje de prisioneros de guerra y en disposición de no hacer del lugar de diálogo un obstáculo insalvable, privilegiando la libertad de los prisioneros en poder de las partes contendientes", planteó la guerrilla.
También reclamaron acordar garantías efectivas para sus voceros designados Pablo Catatumbo, Carlos Antonio Lozada y Fabián Ramírez, que definan condiciones de modo, tiempo y lugar, para el canje.
"Se hace necesario que, además del acompañamiento de CPP, también exista una veeduría de la comunidad internacional", precisó la guerrilla, que busca canjear 22 policías y militares en su poder, algunos desde hace más de 11 años, por cientos de rebeldes presos.
La flexibilización de las FARC fue recibida con beneplácito por el grupo de intermediación.
"La carta abre una puerta que estaba cerrada. La posibilidad de un acuerdo había sido siempre obstaculizada por los planteamientos inamovibles de las partes, es decir, el despeje de Florida y Pradera", dijo el activista Iván Cepeda, de CPP.
Las FARC anunciaron, además, la entrega del cuerpo del mayor de la Policía Julián Ernesto Guevara, muerto en cautiverio en 2006, al tiempo que pidieron a CPP exigir al Gobierno la entrega de los cadáveres de los ex jefes rebeldes "Raúl Reyes" e "Iván Ríos" a sus familiares.
"Los restos del mayor Guevara serán entregados a su madre en fecha y lugar que indicaremos más adelante, cuando la situación de orden público lo permita", informó la guerrilla, que negó tener a más de 3 mil 800 plagiados por razones económicas, y dijo que sólo eran nueve.
Apenas el sábado, el Presidente Uribe había descartado un diálogo con la guerrilla.
"El diálogo es con la democracia, no con los terroristas", dijo.
En una carta enviada al grupo de notables Colombianos por la Paz (CPP) -liderado por la senadora Piedad Córdoba-, difundida por la agencia Anncol, la guerrilla renunció a exigir el despeje de Florida y Pradera, que se había convertido en un obstáculo infranqueable para el canje por la negativa del Gobierno del Presidente Álvaro Uribe.
"Estamos listos para el canje de prisioneros de guerra y en disposición de no hacer del lugar de diálogo un obstáculo insalvable, privilegiando la libertad de los prisioneros en poder de las partes contendientes", planteó la guerrilla.
También reclamaron acordar garantías efectivas para sus voceros designados Pablo Catatumbo, Carlos Antonio Lozada y Fabián Ramírez, que definan condiciones de modo, tiempo y lugar, para el canje.
"Se hace necesario que, además del acompañamiento de CPP, también exista una veeduría de la comunidad internacional", precisó la guerrilla, que busca canjear 22 policías y militares en su poder, algunos desde hace más de 11 años, por cientos de rebeldes presos.
La flexibilización de las FARC fue recibida con beneplácito por el grupo de intermediación.
"La carta abre una puerta que estaba cerrada. La posibilidad de un acuerdo había sido siempre obstaculizada por los planteamientos inamovibles de las partes, es decir, el despeje de Florida y Pradera", dijo el activista Iván Cepeda, de CPP.
Las FARC anunciaron, además, la entrega del cuerpo del mayor de la Policía Julián Ernesto Guevara, muerto en cautiverio en 2006, al tiempo que pidieron a CPP exigir al Gobierno la entrega de los cadáveres de los ex jefes rebeldes "Raúl Reyes" e "Iván Ríos" a sus familiares.
"Los restos del mayor Guevara serán entregados a su madre en fecha y lugar que indicaremos más adelante, cuando la situación de orden público lo permita", informó la guerrilla, que negó tener a más de 3 mil 800 plagiados por razones económicas, y dijo que sólo eran nueve.
Apenas el sábado, el Presidente Uribe había descartado un diálogo con la guerrilla.
"El diálogo es con la democracia, no con los terroristas", dijo.
Octavio Pineda corresponsal, Reforma, 30 de marzo.
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