LONDRES.— El trabajo conjunto entre México y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico no implica, ni implicaría, la participación de sus ejércitos en una operación conjunta, sostuvo el presidente de México, Felipe Calderón, ante la situación de violencia que se vive la frontera, como lo denunció el mandatario estadounidense, Barack Obama.
“Hay muchas formas para trabajar juntos, como el intercambio de información, inteligencia, transferencia de tecnología y equipo, además de frenar el consumo de drogas”, propuso.
En su primer día de visita de Estado a Inglaterra, aseguró que tanto él como Obama, más que buscar culpables o confrontar posiciones, comparten la idea de un trabajo conjunto, en el que no se prevé ni se considera la participación conjunta de elementos de las fuerzas públicas.
Este domingo, el presidente Barack Obama indicó que algunas ciudades de la frontera están amenazadas de manera grave por la operación de bandas delincuenciales dedicadas al narcotráfico; incluso comparó la lucha del presidente Calderón con la que llevó a cabo Elliot Ness (legendario policía de Chicago) contra el tráfico de alcohol.
Sin embargo, el mandatario mexicano —que esbozó una sonrisa cuando se le pidió una opinión sobre el tema— optó por no abordarlo: “La verdad, no quisiera abundar en ese comentario”.
Calderón y el primer ministro Gordon Brown dieron un mensaje y una conferencia en la que el mandatario mexicano subrayó dos causas de la violencia: el consumo de drogas en EU y modificaciones a leyes de ese país, que permiten venta libre de armas.
A la fecha, ejemplificó, el gobierno mexicano “ha decomisado casi 30 mil armas, la mitad de ellas rifles de asalto; más de 90% de esas armas han sido compradas en Estados Unidos”.
“Lo que ocurre en México, por supuesto que tiene que ver con el hecho de que nuestra frontera es la frontera con el mercado de drogas más grande del mundo, y con el principal productor y vendedor de armas del mundo. De tal manera que sí debemos trabajar juntos, pero eso no implica ni implicaría la participación conjunta de operativos de carácter militar”, reiteró.
A Calderón se le cuestionó que siguen pendientes en el Congreso leyes en materia de seguridad, y si eso implica problemas con el PRI. “No tengo ningún problema con ningún partido o grupo político (...) Estoy cierto de que, más allá de los intereses genuinos de cualquier partido político, está el interés nacional”, aseguró.
“Hay muchas formas para trabajar juntos, como el intercambio de información, inteligencia, transferencia de tecnología y equipo, además de frenar el consumo de drogas”, propuso.
En su primer día de visita de Estado a Inglaterra, aseguró que tanto él como Obama, más que buscar culpables o confrontar posiciones, comparten la idea de un trabajo conjunto, en el que no se prevé ni se considera la participación conjunta de elementos de las fuerzas públicas.
Este domingo, el presidente Barack Obama indicó que algunas ciudades de la frontera están amenazadas de manera grave por la operación de bandas delincuenciales dedicadas al narcotráfico; incluso comparó la lucha del presidente Calderón con la que llevó a cabo Elliot Ness (legendario policía de Chicago) contra el tráfico de alcohol.
Sin embargo, el mandatario mexicano —que esbozó una sonrisa cuando se le pidió una opinión sobre el tema— optó por no abordarlo: “La verdad, no quisiera abundar en ese comentario”.
Calderón y el primer ministro Gordon Brown dieron un mensaje y una conferencia en la que el mandatario mexicano subrayó dos causas de la violencia: el consumo de drogas en EU y modificaciones a leyes de ese país, que permiten venta libre de armas.
A la fecha, ejemplificó, el gobierno mexicano “ha decomisado casi 30 mil armas, la mitad de ellas rifles de asalto; más de 90% de esas armas han sido compradas en Estados Unidos”.
“Lo que ocurre en México, por supuesto que tiene que ver con el hecho de que nuestra frontera es la frontera con el mercado de drogas más grande del mundo, y con el principal productor y vendedor de armas del mundo. De tal manera que sí debemos trabajar juntos, pero eso no implica ni implicaría la participación conjunta de operativos de carácter militar”, reiteró.
A Calderón se le cuestionó que siguen pendientes en el Congreso leyes en materia de seguridad, y si eso implica problemas con el PRI. “No tengo ningún problema con ningún partido o grupo político (...) Estoy cierto de que, más allá de los intereses genuinos de cualquier partido político, está el interés nacional”, aseguró.
Sergio Javier Jiménez enviado, El Universal, 31 de marzo.
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