BUENOS AIRES.— El gobierno del presidente colombiano Álvaro Uribe sigue analizando la propuesta de la guerrilla de las FARC para avanzar en un canje humanitario, pero las controversias entre los distintos sectores políticos no tardaron en llegar.
“El presidente y varios de sus ministros están analizando la postura de las FARC. Recién mañana (hoy) podremos tener una posición tomada y darla a conocer”, dijo una fuente del gobierno consultada por EL UNIVERSAL. El encargado de dar a conocer la respuesta sería Frank Peral, actual Alto Comisionado para la reintegración, que asumió tras la renuncia de Luis Carlos Restrepo, quien ayer reclamó que las FARC “liberen a todos los secuestrados porque han cometido un genocidio en Colombia”.
Las divisiones surgieron de inmediato. Por un lado, el ex presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Luis Augusto Castro, opinó que la oferta de la guerrilla “es un avance, aunque el presidente no quiere hablar de diálogo”; por el otro, el ex canciller Fernando Araujo, quien fuera rehén de la guerrilla, llamó a “no creer a las FARC y a ir despacio”.
La senadora Piedad Córdoba, receptora de la carta de las FARC en la que retiran la exigencia de la zona de despeje militar para dialogar y se muestran abiertos a un canje de detenidos y rehenes, aclaró que “no hay fecha para la entrega del cadáver del mayor Julio Ernesto Guevara”, restos que las FARC proponen entregar “y no canjear”.
En un primer momento se interpretó que la guerrilla buscaba “canjear los restos de Guevara por los de alias Raúl Reyes e Iván Ríos”, como dijo la precandidata a la Presidencia, Marta Lucía Ramírez, pero Córdoba aclaró que la guerrilla sólo pidió “que sean entregados los restos” de los comandantes guerrilleros caídos el año pasado, mientras que los de Guevara, según dice la carta, “serán entregados a su madre”.
Otra controversia que surgió ya es sobre el destino de los cuerpos de los guerrilleros, pues el general Óscar Naranjo, director de la Policía Nacional, aseguró ayer que al menos los restos de Reyes, caído durante un ataque a su campamento en territorio ecuatoriano, el 1 de marzo de 2008, “ya fueron entregados a los familiares en su momento oportuno.
“Yo, por lo menos, lo puedo certificar en el caso de Raúl Reyes. Tenemos una acta firmada por sus familiares”, aclaró Naranjo. Al enterarse, Córdoba advirtió que entrará en contacto “con los familiares de Reyes y de Iván Ríos para analizar el contenido de la carta” de las FARC, con el fin de evitar una situación como la ocurrida en enero de 2008, cuando la guerrilla ofrecía la entrega del pequeño Emmanuel, el hijo nacido en cautiverio de Clara Rojas, quien ya había sido entregado en un hogar a cargo del Instituto de Bienestar Familiar.
“El presidente y varios de sus ministros están analizando la postura de las FARC. Recién mañana (hoy) podremos tener una posición tomada y darla a conocer”, dijo una fuente del gobierno consultada por EL UNIVERSAL. El encargado de dar a conocer la respuesta sería Frank Peral, actual Alto Comisionado para la reintegración, que asumió tras la renuncia de Luis Carlos Restrepo, quien ayer reclamó que las FARC “liberen a todos los secuestrados porque han cometido un genocidio en Colombia”.
Las divisiones surgieron de inmediato. Por un lado, el ex presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Luis Augusto Castro, opinó que la oferta de la guerrilla “es un avance, aunque el presidente no quiere hablar de diálogo”; por el otro, el ex canciller Fernando Araujo, quien fuera rehén de la guerrilla, llamó a “no creer a las FARC y a ir despacio”.
La senadora Piedad Córdoba, receptora de la carta de las FARC en la que retiran la exigencia de la zona de despeje militar para dialogar y se muestran abiertos a un canje de detenidos y rehenes, aclaró que “no hay fecha para la entrega del cadáver del mayor Julio Ernesto Guevara”, restos que las FARC proponen entregar “y no canjear”.
En un primer momento se interpretó que la guerrilla buscaba “canjear los restos de Guevara por los de alias Raúl Reyes e Iván Ríos”, como dijo la precandidata a la Presidencia, Marta Lucía Ramírez, pero Córdoba aclaró que la guerrilla sólo pidió “que sean entregados los restos” de los comandantes guerrilleros caídos el año pasado, mientras que los de Guevara, según dice la carta, “serán entregados a su madre”.
Otra controversia que surgió ya es sobre el destino de los cuerpos de los guerrilleros, pues el general Óscar Naranjo, director de la Policía Nacional, aseguró ayer que al menos los restos de Reyes, caído durante un ataque a su campamento en territorio ecuatoriano, el 1 de marzo de 2008, “ya fueron entregados a los familiares en su momento oportuno.
“Yo, por lo menos, lo puedo certificar en el caso de Raúl Reyes. Tenemos una acta firmada por sus familiares”, aclaró Naranjo. Al enterarse, Córdoba advirtió que entrará en contacto “con los familiares de Reyes y de Iván Ríos para analizar el contenido de la carta” de las FARC, con el fin de evitar una situación como la ocurrida en enero de 2008, cuando la guerrilla ofrecía la entrega del pequeño Emmanuel, el hijo nacido en cautiverio de Clara Rojas, quien ya había sido entregado en un hogar a cargo del Instituto de Bienestar Familiar.
José Vales corresponsal, El Universal, 31 de marzo.
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