Con base en lo anterior, subrayó, es urgente que el gobierno federal autorice la instrumentación del aumento salarial de emergencia para las clases populares del país. Aunque admitió que es muy poco probable que la Federación ponga atención a este urgente reclamo.
A pregunta expresa, reiteró que al menos 35 de cada 10 empleos formales en el estado de Puebla ya se perdieron debido a la crisis económica global. Por lo que consideró probable que esta escalada de despidos continúe porque resultan pocas y paliativas las acciones gubernamentales instrumentadas hasta el momento.
Según análisis a priori del declarante, los despidos en la industria automotriz, así como empresas de autopartes, continuarán porque la crisis económica mundial le pegó y repercutirá de forma negativa al menos los primeros seis meses de este 2009.
En consecuencia, dijo, es necesario y vital que el gobierno federal, estatal y los respectivos municipales se sienten a dialogar con los sectores productivos, con los representantes obrero patronales a fin de plasmar en un documento acciones concretas a instrumentar de inmediato.
Para José Fabián de Ita Ramírez, la crisis económica global, le pega de manera muy especial al sector obrero sobre quien recae la mayor responsabilidad social. Pero, agregó, es necesario que también los patrones pongan no sólo un granito de arena, sino toda su voluntad para llevar a cabo mecanismos que permitan la defensa de los empleos que aún quedan en el mercado formal.
El dirigente sindical de los trabajadores de Teléfonos de México, en Puebla, lamentó de sobremanera que al menos en la entidad crezca de forma notable el número de personas que pasan de un buen trabajo, a otro de medianía; y lo peor, de un trabajo formal, a otro informal.
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