El presidente colombiano Álvaro Uribe dijo ayer de visita en Honduras que Colombia y su anfitrión disponen de los mecanismos legales para enfrentar conjuntamente el narcoterrorismo impulsado por la guerrilla sudamericana.
Uribe prometió a su colega hondureño, Manuel Zelaya, que “Colombia, en tal sentido, no dejará solos a los hondureños” y advirtió que “hay que combatir el terrorismo a toda hora y sin tregua alguna”.
Ambos gobiernos anunciaron que revisan un acuerdo de cooperación binacional tendiente a combatir el tráfico de drogas, que data de 1980, para fortalecer esa lucha. “Contamos con todos los instrumentos jurídicos y la voluntad para realizar una lucha frontal contra el narcoterrorismo que fomenta la guerrilla colombiana”.
Uribe, que fue condecorado por Zelaya y el congreso, firmó con su par hondureño un convenio de cooperación energética. Zelaya destacó en el encuentro que Colombia mantiene con Honduras una alianza sólida desde 1825, un año después que su país se emancipó de España. Acotó que Honduras y Colombia mantienen relaciones múltiples tanto económicas como comerciales.
Los dos gobernantes viajaron a Salama, a unos 300 kilómetros al norte, donde inauguraron una planta de biodiesel donada por Colombia a campesinos organizados en cooperativas con capacidad para procesar 10 mil litros al día y valorada en 1.1 millón de dólares.
Según Uribe, en su país no se han podido realizar negociaciones con la guerrilla como las que pusieron fin a la guerra en El Salvador en 1992, porque los rebeldes colombianos se financian con el narcotráfico. “Hoy hay guerrillas debilitadas en Colombia, hay bandas de narcotráfico que se alimentan por reincidentes del paramilitarismo, pero no hay grupos suplantando al Estado para perseguir a los grupos violentos. Más aún, esos grupos están en alianzas alrededor del negocio del narcotráfico”, expresó.
Uribe prometió a su colega hondureño, Manuel Zelaya, que “Colombia, en tal sentido, no dejará solos a los hondureños” y advirtió que “hay que combatir el terrorismo a toda hora y sin tregua alguna”.
Ambos gobiernos anunciaron que revisan un acuerdo de cooperación binacional tendiente a combatir el tráfico de drogas, que data de 1980, para fortalecer esa lucha. “Contamos con todos los instrumentos jurídicos y la voluntad para realizar una lucha frontal contra el narcoterrorismo que fomenta la guerrilla colombiana”.
Uribe, que fue condecorado por Zelaya y el congreso, firmó con su par hondureño un convenio de cooperación energética. Zelaya destacó en el encuentro que Colombia mantiene con Honduras una alianza sólida desde 1825, un año después que su país se emancipó de España. Acotó que Honduras y Colombia mantienen relaciones múltiples tanto económicas como comerciales.
Los dos gobernantes viajaron a Salama, a unos 300 kilómetros al norte, donde inauguraron una planta de biodiesel donada por Colombia a campesinos organizados en cooperativas con capacidad para procesar 10 mil litros al día y valorada en 1.1 millón de dólares.
Según Uribe, en su país no se han podido realizar negociaciones con la guerrilla como las que pusieron fin a la guerra en El Salvador en 1992, porque los rebeldes colombianos se financian con el narcotráfico. “Hoy hay guerrillas debilitadas en Colombia, hay bandas de narcotráfico que se alimentan por reincidentes del paramilitarismo, pero no hay grupos suplantando al Estado para perseguir a los grupos violentos. Más aún, esos grupos están en alianzas alrededor del negocio del narcotráfico”, expresó.
AP en San Pedro Sula, Milenio, 17 de marzo.
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