Por lo menos medio millón de mexicanos cayeron en cartera vencida en el primer bimestre de 2009, al elevarse un punto porcentual más el índice de morosidad en los registros del Buró de Crédito (BC), una de las principales sociedades de información crediticia del país.
El vocero Miguel Tijerina Shon precisó que hace un año la morosidad era de 8 por ciento, cerró en 10 por ciento en diciembre pasado pero brincó a 11 por ciento entre enero y febrero de este año. Ese punto porcentual se traduce en un millón 300 mil cuentas en cartera vencida, que no necesariamente equivalen a igual número de personas.
El BC tiene registrados en total 137 millones de créditos de consumo e hipotecarios, que corresponden a 53.5 millones de personas, cifra superior a los 45.2 millones de mexicanos que conforman la población económicamente activa (PEA).
La diferencia entre créditos y personas registradas en el buró implica que, en promedio, existen 2.5 créditos por persona, aunque es una proporción que “ya comienza a bajar debido a que la banca ha cortado muchas líneas de crédito por la recesión económica”, aseveró Tijerina Shon.
Así, el 11 por ciento de morosidad alcanzado al cierre del mes pasado representa 15 millones de cuentas, que bien pueden equivaler a igual número de personas o por lo menos a 6 millones si se toma en cuenta la proporción de 2.5 por ciento antes mencionada.
De esos 15 millones de casos en cartera vencida, los correspondientes a los primeros dos meses de 2009 suman un millón 300 mil, que podrían traducirse en igual número de afectados o al menos en 520 mil personas.
La mayoría de la gente inscrita en el Buró de Crédito, insistió, sigue pagando sus créditos, pero “tiene menos dinero en los bolsillos” por la actual situación económica hasta que algunos “desafortunadamente dejan de pagar”.
Todo tipo de empresas de comercio y servicios se han visto afectados por este problema, ya que una persona con problemas de solvencia deja de pagar tarjetas de crédito y departamentales, teléfono, televisión de paga, la hipoteca de su casa o la mensualidad del coche, entre otros renglones registrados en el BC.
No obstante, Tijerina Shon consideró que “lo que deja de pagar la gente al último es aquello que más beneficios le da, como lo relacionado con su patrimonio, pero desafortunadamente la situación es tal que hay algunos que dejan de pagar todo”.
El vocero comentó que también ha disminuido el número de consultas del historial crediticio, que siempre ha sido bajo en comparación con el padrón de la institución: de un millón 800 mil solicitudes de información pasaron a un millón 700 mil. Esto se debe a que “la gente hace menos consultas porque no está pensando endeudarse, muchas personas sólo solicitan su historial cuando va a solicitar un crédito para corroborar que está limpio”.
El vocero Miguel Tijerina Shon precisó que hace un año la morosidad era de 8 por ciento, cerró en 10 por ciento en diciembre pasado pero brincó a 11 por ciento entre enero y febrero de este año. Ese punto porcentual se traduce en un millón 300 mil cuentas en cartera vencida, que no necesariamente equivalen a igual número de personas.
El BC tiene registrados en total 137 millones de créditos de consumo e hipotecarios, que corresponden a 53.5 millones de personas, cifra superior a los 45.2 millones de mexicanos que conforman la población económicamente activa (PEA).
La diferencia entre créditos y personas registradas en el buró implica que, en promedio, existen 2.5 créditos por persona, aunque es una proporción que “ya comienza a bajar debido a que la banca ha cortado muchas líneas de crédito por la recesión económica”, aseveró Tijerina Shon.
Así, el 11 por ciento de morosidad alcanzado al cierre del mes pasado representa 15 millones de cuentas, que bien pueden equivaler a igual número de personas o por lo menos a 6 millones si se toma en cuenta la proporción de 2.5 por ciento antes mencionada.
De esos 15 millones de casos en cartera vencida, los correspondientes a los primeros dos meses de 2009 suman un millón 300 mil, que podrían traducirse en igual número de afectados o al menos en 520 mil personas.
La mayoría de la gente inscrita en el Buró de Crédito, insistió, sigue pagando sus créditos, pero “tiene menos dinero en los bolsillos” por la actual situación económica hasta que algunos “desafortunadamente dejan de pagar”.
Todo tipo de empresas de comercio y servicios se han visto afectados por este problema, ya que una persona con problemas de solvencia deja de pagar tarjetas de crédito y departamentales, teléfono, televisión de paga, la hipoteca de su casa o la mensualidad del coche, entre otros renglones registrados en el BC.
No obstante, Tijerina Shon consideró que “lo que deja de pagar la gente al último es aquello que más beneficios le da, como lo relacionado con su patrimonio, pero desafortunadamente la situación es tal que hay algunos que dejan de pagar todo”.
El vocero comentó que también ha disminuido el número de consultas del historial crediticio, que siempre ha sido bajo en comparación con el padrón de la institución: de un millón 800 mil solicitudes de información pasaron a un millón 700 mil. Esto se debe a que “la gente hace menos consultas porque no está pensando endeudarse, muchas personas sólo solicitan su historial cuando va a solicitar un crédito para corroborar que está limpio”.
Susana González, La Jornada, 23 de marzo.
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