CHIHUAHUA.- Los seis Obispos de Chihuahua lanzaron un exhorto al crimen organizado para que no siga manchando de sangre al Estado.
En un documento publicado ayer en dos diarios locales y dirigido a "Los fieles de nuestra iglesia y a demás personas de buena voluntad", manifiestan su dolor al ver el llanto de familias enteras afectadas por la violencia.
"Sabiendo que, detrás de toda crisis, existe una falta de espiritualidad, invitamos a volver los ojos al Dios de la vida. Ante este Dios presente, no podemos permitir que se siga manchando de sangre nuestra Patria y nuestro Estado", señalan.
"A los que están implicados en la violencia, les invitamos a que consideren que la vida no se le puede quitar a nadie. Les gritamos, con corazón de pastores: arrepiéntanse y cambien de vida. Dios está dispuesto a perdonarles, pero este perdón conlleva tener la disponibilidad a dar marcha atrás, a reparar los daños y a retirarse de esta actividad de muerte".
Los firmantes son el Arzobispo de Chihuahua, José Fernández Arteaga; el de Ciudad Juárez, Renato Ascencio León; de Parral, José Andrés Corral Arredondo; de Nuevo Casas Grandes, Gerardo de Jesús Rojas López; de Cuauhtémoc-Madera, Juan Guillermo López Soto, y de la Tarahu-mara, Rafael Sandoval.
En lo que va del año, en el Estado se han registrado 381 homicidios. Ante ello, desde el viernes han llegado a Chihuahua unos 3 mil 200 militares y mil federales para ayudar en las labores de combate al narcotráfico.
En Ciudad Juárez, Hesiquio Treviño, vocero de la diócesis, indicó que la publicación es un mensaje de que la situación tan grave por la que está pasando la localidad fronteriza no le es indiferente a la jerarquía eclesiástica.
"La ciudadanía vive con miedo. Es una Ciudad semiparalizada que ha sufrido mucho en su industria turística y restaurantera", afirmó.
Y extorsionan ¡a curas!
La ola criminal en el País ya alcanzó a los sacerdotes.
En Celaya, el Obispo Lázaro Pérez Jiménez denunció que a un cura de su diócesis le pidieron dinero a cambio de protección.
Y Manuel Corral, secretario de las Relaciones Iglesia-Estado de la CEM, dijo que las extorsiones son una preocupación de los Obispos.
"Algunos sacerdotes en la parte norte, en el sureste, incluido Guerrero y Veracruz, han sido amenazados por denunciar cuestiones de narcoviolencia", señaló.
En un documento publicado ayer en dos diarios locales y dirigido a "Los fieles de nuestra iglesia y a demás personas de buena voluntad", manifiestan su dolor al ver el llanto de familias enteras afectadas por la violencia.
"Sabiendo que, detrás de toda crisis, existe una falta de espiritualidad, invitamos a volver los ojos al Dios de la vida. Ante este Dios presente, no podemos permitir que se siga manchando de sangre nuestra Patria y nuestro Estado", señalan.
"A los que están implicados en la violencia, les invitamos a que consideren que la vida no se le puede quitar a nadie. Les gritamos, con corazón de pastores: arrepiéntanse y cambien de vida. Dios está dispuesto a perdonarles, pero este perdón conlleva tener la disponibilidad a dar marcha atrás, a reparar los daños y a retirarse de esta actividad de muerte".
Los firmantes son el Arzobispo de Chihuahua, José Fernández Arteaga; el de Ciudad Juárez, Renato Ascencio León; de Parral, José Andrés Corral Arredondo; de Nuevo Casas Grandes, Gerardo de Jesús Rojas López; de Cuauhtémoc-Madera, Juan Guillermo López Soto, y de la Tarahu-mara, Rafael Sandoval.
En lo que va del año, en el Estado se han registrado 381 homicidios. Ante ello, desde el viernes han llegado a Chihuahua unos 3 mil 200 militares y mil federales para ayudar en las labores de combate al narcotráfico.
En Ciudad Juárez, Hesiquio Treviño, vocero de la diócesis, indicó que la publicación es un mensaje de que la situación tan grave por la que está pasando la localidad fronteriza no le es indiferente a la jerarquía eclesiástica.
"La ciudadanía vive con miedo. Es una Ciudad semiparalizada que ha sufrido mucho en su industria turística y restaurantera", afirmó.
Y extorsionan ¡a curas!
La ola criminal en el País ya alcanzó a los sacerdotes.
En Celaya, el Obispo Lázaro Pérez Jiménez denunció que a un cura de su diócesis le pidieron dinero a cambio de protección.
Y Manuel Corral, secretario de las Relaciones Iglesia-Estado de la CEM, dijo que las extorsiones son una preocupación de los Obispos.
"Algunos sacerdotes en la parte norte, en el sureste, incluido Guerrero y Veracruz, han sido amenazados por denunciar cuestiones de narcoviolencia", señaló.
Efraín Klérigan y Rolando Herrera, Reforma, 3 de marzo.
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