El presidente Felipe Calderón anunció ayer la desaparición de tres secretarías de Estado —Función Pública, Reforma Agraria y Turismo—, la vigencia del congelamiento de sueldos de los mandos superiores y medios de la administración pública federal, disminución de gasto de representaciones en el exterior, y enumeró las reformas que deben impulsarse para cambiar a México.
Tal como hizo en su mensaje con motivo del tercer Informe de Gobierno, el Ejecutivo mencionó que entre las reformas que deben impulsarse se encuentra la del sector financiero, la laboral, la de telecomunicaciones, la energética y la de regulación de competencia.
En un mensaje a medios, el mandatario anunció que el paquete económico para 2010 que envió al Congreso está orientado al combate a la pobreza porque “no podemos claudicar en nuestra meta de combatir la pobreza extrema y de mitigar los efectos de las crisis en los más pobres”.
Acompañado por el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, en el salón Manuel Ávila Camacho aseguró que ante la compleja situación que hoy vive México no hay espacio para las dudas o el inmovilismo, tampoco para el cálculo político o la división partidista.
Dijo que tomando en cuenta el ahorro derivado del esfuerzo de austeridad de la administración pública federal (estimado en 80 mil millones de pesos) y los recursos obtenidos con los cambios en materia fiscal, se generarán durante 2010 recursos adicionales totales por más de 180 mil millones de pesos, lo cual equivale al 1.4 por ciento del PIB.
Bajo la “premisa de hacer más con menos” detalló las medidas que instrumentará el gobierno federal (por un monto que podría alcanzar hasta los 80 mil millones de pesos):
Se realizarán ahorros merced a la desaparición de dependencias —SFP, RA y Sectur—; al recorte de gasto corriente en embajadas y representaciones en el extranjero; viáticos, gastos de representación, asesorías y consultorías en áreas del gobierno federal.
En esa cifra se contabilizan también los ahorros derivados del congelamiento de salarios que por séptimo año consecutivo se aplica en los sueldos de los mandos superiores y medios.
Explicó que si se toma en cuenta que la disminución de 10 por ciento en el salario de mandos superiores decretado al inicio de 2006 sigue y seguirá vigente en 2010, “el poder adquisitivo de estos servidores públicos habrá disminuido en casi 40 por ciento en los últimos años en términos reales”.
En este contexto, expresó: “En un país con las graves carencias que tiene México, el sector público debe ser sinónimo de servicio, nunca de privilegios”, enfatizó.
El presidente Calderón planteó disminuir el gasto correspondiente a embajadas y representaciones de México en el extranjero, así como el de las delegaciones de las secretarías de Estado del gobierno federal en las entidades federativas.
El titular del Ejecutivo federal planteó que la propuesta que está enviando al Congreso de la Unión es “un ajuste drástico y sin precedentes” en el ejercicio del gasto público.
Se trata —dijo— de un paquete económico que además de fortalecer el gasto social, promueve el blindaje de los recursos para evitar abusos o desvío a todos los niveles de gobierno y autoridad.
El mandatario confió en que habrá “altura de miras para poner por encima de cualquier interés particular el interés superior de la nación”.
“FUSIÓN DE SECRETARÍAS”. En el caso de la reducción de las estructuras de gobierno, el presidente Calderón precisó que la Secretaría de Turismo transferirá sus funciones a la Secretaría de Economía, “tal y como ocurre en muchos países con fuerte tradición turística, como España, Francia o Canadá”.
“Los principales programas de la Secretaría de la Reforma Agraria se distribuirán entre las secretarías de Desarrollo Social y de Agricultura”.
“Una Contraloría General de la Federación asumirá las funciones esenciales de la Secretaría de la Función Pública y dependerá directamente del Presidente de la República”.
Reformas
1.- Reformas en el sector financiero, “para preservar su solidez, fomentar una mayor competencia e impulsar el crédito al sector privado y a los hogares”.
2.- Reforma en materia laboral, “que incluya nuevas modalidades de contratación, promueva la productividad de la inversión, respetando siempre los derechos de los trabajadores”.
3.- Reforma al sector de telecomunicaciones, “que garantice y acelere la convergencia de tecnologías, la cobertura de los servicios y la competencia equitativa entre los participantes para mejorar los precios y la calidad a todos los consumidores”.
4.- Nueva generación de reformas para las empresas públicas del sector energético, “a fin de que puedan proporcionar energéticos de calidad a precios más competitivos, nos permitan ampliar nuestra plataforma de producción petrolera y mejorar las reservas disponibles para las próximas generaciones”.
5.- Reforma regulatoria de fondo. “Queremos hacer del Gobierno un aliado y un promotor del desarrollo económico. Y por ello, en el curso del 2010, el país habrá de alcanzar una regulación base cero para el Gobierno Federal”.
6.- Reforma a la Comisión Federal de Competencia, “para darle nuevas facultades y herramientas y asegurar, precisamente, una mayor competencia, reglas claras y autoridad capaz de hacerlas cumplir en la economía nacional”.
7.- “Se propondrá también una ley de asociaciones público-privadas, que otorgue mayor certidumbre jurídica a los inversionistas para desarrollar proyectos de infraestructura”.
8.- “Estrategia de estímulo en sectores clave para la economía, como el campo, el turismo y la vivienda. Lo haremos revisando los programas existentes, mejorando y disminuyendo la regulación y fortaleciendo los apoyos de la Banca de Desarrollo”.
Tal como hizo en su mensaje con motivo del tercer Informe de Gobierno, el Ejecutivo mencionó que entre las reformas que deben impulsarse se encuentra la del sector financiero, la laboral, la de telecomunicaciones, la energética y la de regulación de competencia.
En un mensaje a medios, el mandatario anunció que el paquete económico para 2010 que envió al Congreso está orientado al combate a la pobreza porque “no podemos claudicar en nuestra meta de combatir la pobreza extrema y de mitigar los efectos de las crisis en los más pobres”.
Acompañado por el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, en el salón Manuel Ávila Camacho aseguró que ante la compleja situación que hoy vive México no hay espacio para las dudas o el inmovilismo, tampoco para el cálculo político o la división partidista.
Dijo que tomando en cuenta el ahorro derivado del esfuerzo de austeridad de la administración pública federal (estimado en 80 mil millones de pesos) y los recursos obtenidos con los cambios en materia fiscal, se generarán durante 2010 recursos adicionales totales por más de 180 mil millones de pesos, lo cual equivale al 1.4 por ciento del PIB.
Bajo la “premisa de hacer más con menos” detalló las medidas que instrumentará el gobierno federal (por un monto que podría alcanzar hasta los 80 mil millones de pesos):
Se realizarán ahorros merced a la desaparición de dependencias —SFP, RA y Sectur—; al recorte de gasto corriente en embajadas y representaciones en el extranjero; viáticos, gastos de representación, asesorías y consultorías en áreas del gobierno federal.
En esa cifra se contabilizan también los ahorros derivados del congelamiento de salarios que por séptimo año consecutivo se aplica en los sueldos de los mandos superiores y medios.
Explicó que si se toma en cuenta que la disminución de 10 por ciento en el salario de mandos superiores decretado al inicio de 2006 sigue y seguirá vigente en 2010, “el poder adquisitivo de estos servidores públicos habrá disminuido en casi 40 por ciento en los últimos años en términos reales”.
En este contexto, expresó: “En un país con las graves carencias que tiene México, el sector público debe ser sinónimo de servicio, nunca de privilegios”, enfatizó.
El presidente Calderón planteó disminuir el gasto correspondiente a embajadas y representaciones de México en el extranjero, así como el de las delegaciones de las secretarías de Estado del gobierno federal en las entidades federativas.
El titular del Ejecutivo federal planteó que la propuesta que está enviando al Congreso de la Unión es “un ajuste drástico y sin precedentes” en el ejercicio del gasto público.
Se trata —dijo— de un paquete económico que además de fortalecer el gasto social, promueve el blindaje de los recursos para evitar abusos o desvío a todos los niveles de gobierno y autoridad.
El mandatario confió en que habrá “altura de miras para poner por encima de cualquier interés particular el interés superior de la nación”.
“FUSIÓN DE SECRETARÍAS”. En el caso de la reducción de las estructuras de gobierno, el presidente Calderón precisó que la Secretaría de Turismo transferirá sus funciones a la Secretaría de Economía, “tal y como ocurre en muchos países con fuerte tradición turística, como España, Francia o Canadá”.
“Los principales programas de la Secretaría de la Reforma Agraria se distribuirán entre las secretarías de Desarrollo Social y de Agricultura”.
“Una Contraloría General de la Federación asumirá las funciones esenciales de la Secretaría de la Función Pública y dependerá directamente del Presidente de la República”.
Reformas
1.- Reformas en el sector financiero, “para preservar su solidez, fomentar una mayor competencia e impulsar el crédito al sector privado y a los hogares”.
2.- Reforma en materia laboral, “que incluya nuevas modalidades de contratación, promueva la productividad de la inversión, respetando siempre los derechos de los trabajadores”.
3.- Reforma al sector de telecomunicaciones, “que garantice y acelere la convergencia de tecnologías, la cobertura de los servicios y la competencia equitativa entre los participantes para mejorar los precios y la calidad a todos los consumidores”.
4.- Nueva generación de reformas para las empresas públicas del sector energético, “a fin de que puedan proporcionar energéticos de calidad a precios más competitivos, nos permitan ampliar nuestra plataforma de producción petrolera y mejorar las reservas disponibles para las próximas generaciones”.
5.- Reforma regulatoria de fondo. “Queremos hacer del Gobierno un aliado y un promotor del desarrollo económico. Y por ello, en el curso del 2010, el país habrá de alcanzar una regulación base cero para el Gobierno Federal”.
6.- Reforma a la Comisión Federal de Competencia, “para darle nuevas facultades y herramientas y asegurar, precisamente, una mayor competencia, reglas claras y autoridad capaz de hacerlas cumplir en la economía nacional”.
7.- “Se propondrá también una ley de asociaciones público-privadas, que otorgue mayor certidumbre jurídica a los inversionistas para desarrollar proyectos de infraestructura”.
8.- “Estrategia de estímulo en sectores clave para la economía, como el campo, el turismo y la vivienda. Lo haremos revisando los programas existentes, mejorando y disminuyendo la regulación y fortaleciendo los apoyos de la Banca de Desarrollo”.
Cecilia Téllez Cortés, Crónica, 9 de septiembre.
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