El paquete económico para 2010 presentado por el Ejecutivo resultó decepcionante y sin rumbo de país, pues sólo se enfocó en medidas para moderar los desequilibrios fiscales, afirmó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
“La propuesta que se entregó al Congreso la semana pasada resultó decepcionante, toda vez que no cumplió las expectativas al no hacer evidente un proyecto de país ni tampoco de largo plazo”, comentó el organismo en su estudio semanal.
El CEESP, que hace una semana planteó una propuesta para aplicar 15 por ciento de IVA generalizado y la eliminación del impuesto sobre la renta (ISR), consideró que la mecánica de impuestos que se propone para el año próximo se puede considerar, nuevamente, de una simple miscelánea fiscal que, como es natural, afectará principalmente a los contribuyentes cautivos.
“El aumento en la tasa de ISR incidirá directamente en los contribuyentes que ya pagan impuestos, pero no afecta a aquellos grupos informales que no lo hacen y que representan un costo importante para el gobierno federal cuando tiene que satisfacer sus necesidades mediante servicios de salud, educación, seguridad, energía, entre otros”, añadió.
Igualmente, agregó, los regímenes especiales que no se tocan en la propuesta fiscal son una carga, que según el Presupuesto de Gastos Fiscales, en el cual se registra todo lo que el gobierno deja de percibir por todas aquellas exenciones y tratamientos especiales que existen, rebasa los 500 mil millones de pesos (3.98 por ciento del PIB).
En materia de gasto, continuó, aun cuando se contempla la desaparición de algunas secretarías y medidas para generar ahorros, esto no es suficiente. Para 2010 se propone un total de gasto equivalente a 24.6 por ciento del PIB, porcentaje que superior al presupuesto aprobado para 2009”, comentó.
“Esto, en términos absolutos, lo vuelve a ubicar como el gasto históricamente más alto”, subrayó.
El CEESP comentó también que el Poder Legislativo, el Poder Judicial y la Comisión Nacional de Derechos Humanos verían incrementados sus recursos respecto a lo aprobado para 2009, mientras que dependencias como Educación Pública y Comunicaciones y Transportes, tendrían una reducción de 18.9 por ciento y 6.7 por ciento real, lo cual implica una asignación ineficiente de recursos.
“No cabe duda que no hay recurso que alcance cuando no hay transparencia y rendición de cuentas, temas que brillaron por su ausencia en la propuesta del Ejecutivo. Tal vez sea momento de que el Poder Legislativo tome la iniciativa y proponga cambios radicales que realmente planteen objetivos multianuales en beneficio del país”, finalizó.
Claves
“Será brutalmente frustante”
Contrario a lo expresado por los líderes políticos, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) propuso la aplicación de un IVA generalizado de 15 por ciento en todos los bienes y servicios, así como la eliminación del impuesto sobre la renta y dejar únicamente el IETU.
El CEESP llamó a que todas las fuerzas políticas conformen un pacto para resolver el problema de las finanzas públicas del país, donde se hagan cambios estructurales y no sólo pequeñas adecuaciones que condenarán a México a la pobreza y a elevar de manera continua sus índices de criminalidad.
“Si sólo hacemos pedacitos y salimos con una miscelánea otra vez, será brutalmente frustrante y no cumpliremos los objetivos de reducir la pobreza. Los partidos deben anteponer el proyecto del país. No por grupos o sectores. Ya no hay espacio para mezquindades. Es fundamental ver por el futuro, para generar empleo”, agregó.
“La propuesta que se entregó al Congreso la semana pasada resultó decepcionante, toda vez que no cumplió las expectativas al no hacer evidente un proyecto de país ni tampoco de largo plazo”, comentó el organismo en su estudio semanal.
El CEESP, que hace una semana planteó una propuesta para aplicar 15 por ciento de IVA generalizado y la eliminación del impuesto sobre la renta (ISR), consideró que la mecánica de impuestos que se propone para el año próximo se puede considerar, nuevamente, de una simple miscelánea fiscal que, como es natural, afectará principalmente a los contribuyentes cautivos.
“El aumento en la tasa de ISR incidirá directamente en los contribuyentes que ya pagan impuestos, pero no afecta a aquellos grupos informales que no lo hacen y que representan un costo importante para el gobierno federal cuando tiene que satisfacer sus necesidades mediante servicios de salud, educación, seguridad, energía, entre otros”, añadió.
Igualmente, agregó, los regímenes especiales que no se tocan en la propuesta fiscal son una carga, que según el Presupuesto de Gastos Fiscales, en el cual se registra todo lo que el gobierno deja de percibir por todas aquellas exenciones y tratamientos especiales que existen, rebasa los 500 mil millones de pesos (3.98 por ciento del PIB).
En materia de gasto, continuó, aun cuando se contempla la desaparición de algunas secretarías y medidas para generar ahorros, esto no es suficiente. Para 2010 se propone un total de gasto equivalente a 24.6 por ciento del PIB, porcentaje que superior al presupuesto aprobado para 2009”, comentó.
“Esto, en términos absolutos, lo vuelve a ubicar como el gasto históricamente más alto”, subrayó.
El CEESP comentó también que el Poder Legislativo, el Poder Judicial y la Comisión Nacional de Derechos Humanos verían incrementados sus recursos respecto a lo aprobado para 2009, mientras que dependencias como Educación Pública y Comunicaciones y Transportes, tendrían una reducción de 18.9 por ciento y 6.7 por ciento real, lo cual implica una asignación ineficiente de recursos.
“No cabe duda que no hay recurso que alcance cuando no hay transparencia y rendición de cuentas, temas que brillaron por su ausencia en la propuesta del Ejecutivo. Tal vez sea momento de que el Poder Legislativo tome la iniciativa y proponga cambios radicales que realmente planteen objetivos multianuales en beneficio del país”, finalizó.
Claves
“Será brutalmente frustante”
Contrario a lo expresado por los líderes políticos, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) propuso la aplicación de un IVA generalizado de 15 por ciento en todos los bienes y servicios, así como la eliminación del impuesto sobre la renta y dejar únicamente el IETU.
El CEESP llamó a que todas las fuerzas políticas conformen un pacto para resolver el problema de las finanzas públicas del país, donde se hagan cambios estructurales y no sólo pequeñas adecuaciones que condenarán a México a la pobreza y a elevar de manera continua sus índices de criminalidad.
“Si sólo hacemos pedacitos y salimos con una miscelánea otra vez, será brutalmente frustrante y no cumpliremos los objetivos de reducir la pobreza. Los partidos deben anteponer el proyecto del país. No por grupos o sectores. Ya no hay espacio para mezquindades. Es fundamental ver por el futuro, para generar empleo”, agregó.
Antonio Hernández, Milenio, 14 de septiembre.
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